Balón dividido
Enviado por tomas • 22 de Noviembre de 2018 • 1.681 Palabras (7 Páginas) • 292 Visitas
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En la actualidad la selección de México no cuenta con un Psicólogo lo que nos hace pensar cómo ayuda el seleccionador a los jugadores, Juan Carlos Osorio roto a 8 jugadores de un partido para otro entre el primer juego de la Copa Confederaciones, lo que nos hace cuestionarnos cómo se siente el jugador con el hecho de que no jugará dos partidos seguidos, o al menos es lo que el técnico muestra, incluso con el portero.
La cuestión mental es uno de los temas más controversiales en nuestro fútbol, se dice que el mexicano no tiene mentalidad ganadora, ni si quiera se ven ellos mismos ganadores, para eso es necesario contar con ayuda de un profesional que interactúe con los jugadores para que estos mejoren su rendimiento desde el aspecto mental y emocional.
México empató con el anfitrión, derrotó a Francia gracias a la aparición del Chicharito Hernández (que sin embargo no se convirtió en titular) y perdió contra Uruguay. Esto nos condujo a una versión futbolística del psicoanálisis lacaniano: enfrentar a argentina. Nuestra autoestima se sometió a los insondables traumas del inconsciente. Juegue como juegue, la albiceleste nos parece siempre superior. ¿Hay una moraleja de lo ocurrido en Sudáfrica? Las vacilaciones de Aguirre y del presidente son el espejo de una selección sin capacidad de resolver.
En Rusia empatamos contra Portugal y le ganamos a Nueva Zelanda y a el anfitrión, pero se jugó como en Sudáfrica, si personalidad, sin estilo, con ganas de triunfar, pero sin armas en la mano, las rotaciones no sólo afectaron al jugador en lo personal, sino que quebraron el estilo de juego que puede tener un equipo en torneos cortos como estos. Sólo Juan Carlos Osorio creía en que la rotación te hace más competitivo, como Javier creía que el conejo Pérez era mejor que Ochoa, que el bofo sería más desequilibrante que Vela y que el “Guille” Franco anotaría más goles que Javier “Chicharito” Hernández. Aunque sólo bastaba saber que el representante de Javier Aguirre era el mismo que el de Franco para saber cuál era la razón por la que iba al Mundial.
En ese Mundial Javier llegaba como el niño maravilla, había firmado por el Manchester United y estaba destinado a ser una de las más grandes figuras del futbol mexicano, hoy, siete años después Javier es el máximo anotador de la selección de México y uno de los más sobresalientes en su historia, pero aun así no llegan los resultados para la selección, no hay un cambio en siete años que nos muestren superioridad futbolística.
La realidad de nuestro futbol es esa, perder en octavos de final del Mundial, ganar la Copa Oro, jugar partidos en Estados Unidos por dinero, hacer un papelón en la Copa América y volver a casa a ser el dueño de CONCACAF donde últimamente perdemos por nuestros errores, basta recordar la última participación de Copa Oro donde pasamos a la final con un penal que se inventó el árbitro en contra de Panamá o el repechaje al que tuvimos que acudir para ir a Brasil 2014.
Rusia fue la última prueba de Osorio rumbo al Mundial que será en la misma cede el próximo año, el equipo mexicano tuvo la oportunidad para competir con las grandes selecciones del mundo, Portugal nos hizo la faena por el tercer lugar y los alemanes nos mostraron todas y cada una de nuestras debilidades defensivas, nos metieron cuatro, pero fue como si nos hubieran vuelto a meter siete.
La selección no lleva el país a cuestas, pero influye en la forma en que lo miramos. Sin determinar al Producto Interno Bruto o el sabor de los tamales, arroja una imagen de nosotros mismos.
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