Bases de la publicidad, la propaganda y la opinión pública

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El prestigio se puede conseguir haciendo buenas acciones como curar enfermos, saber de cultura y arte, estudiar, etc. Pero también se puede dar otro tipo de prestigio entre grupos o sociedades por hablar mal, robar, no trabajar, etc.

En algunos lugares se puede obtener este diferente tipo de prestigio con el número de personas que ha matado o el número de personas que ha enamorado, dependiendo así bastante del tipo de sociedad y culta en la que el individuo se desarrolla.

Sin embargo así como hay diferencias culturales también puede ser causa de desprestigio, por ejemplo el ser rubio o moreno, alto o bajo, profesional o aficionado, empleado o independiente.

Puede haber también prestigios universales que en cada época se puede dar un valor general como el éxito, la belleza física, la posesión de bienes y unas cuantas más.

Sin embargo como es de esperarse en la sociedad y en la vidas no todos los individuos pueden gozar de éste tipo de prestigio y es así mismo que la publicidad o propaganda tratan de inducir en un individuo un pensamiento falso para llegar a la respuesta deseada, por ejemplo: Tal persona tiene sed y quiere agua, sin embargo en una publicidad sale una modelo de buen cuerpo tomando un refresco, así que para verse mejor ante la sociedad lo compra.

La necesidad de aceptación influye también en el comportamiento del individuo a la hora de hacer una decisión respecto a un tema o un objeto material. Desde niños nos moldean para reconocer que tipo de comportamientos son aceptados entre la sociedad y al mismo tiempo nos inculcan una idea de “lo que está mal” en la sociedad para alejarnos de ése comportamiento y así quedar permanecer en la aceptación.

En la sociedad al ir creciendo las personas siempre tratamos de cambiarnos entre nosotras ya sea para bien o para mal, por ejemplo y maestro a un alumno o un amigo a otro, y así crear cierto tipo de aceptación entre ellos para poder interactuar libremente.

En la propaganda política está entre líneas que el líder no acepta a las personas, sin embargo éste quiere de ellas lo acepten a él creando así un papel de aceptar pero no ser aceptado.

Necesidad de pertenecer.

Pertenecer significa ser o formar parte de algo, como a un lugar o a un grupo social o simplemente la familia. Desde niños nos podemos dar cuenta de esta necesidad de pertenencia hacia algo cuando se percatan de su integración a un grupo familiar, mientras que al crecer se van buscando pertenecer a un grupo social con el cual se puedan identificar aún más.

Así pues están ligadas la necesidad de ser aceptados y la motivación con el sentido de pertenencia, pues un individuo al buscar aceptación puede recibir cualquier motivación y al crear una reacción juntando la influencia y su actitud dar por resultado una respuesta a algún estimulo dado por algún grupo social.

“Herencia”

Cada ser humano es único y diferente por lo cual se da por hecho que cada personalidad es distinta por lo cual sus respuestas a cierto estímulo pueden ser o no semejantes.

La personalidad no es más que un conjunto de características que cada individuo tiene hacia algún estímulo o motivación en cierta situación. Este conjunto de características (sean físicas, psíquicas o culturales) son preestablecidas por la herencia de genes y culturas que dan las familias antes de nacer.

Todo individuo es expuesto a un tipo de influencia del ambiente y tiempo que lo rodean al momento de nacer y/o desarrollarse.

“Las actitudes”

Para comprender por qué cierto individuo da cierta respuesta a algún tipo de estímulos nos lleva a analizar otro elemento de la comunicación persuasiva: Las actitudes.

“La comunicación —dice Colín Cherry— no es la respuesta en sí, sino, la reacción establecida a través de la transmisión del estímulo y el desencadenamiento de las respuestas”.

O sea que la persona que se haya en medio es sólo una conexión entre el mensaje y el receptor.

La herencia y el ambiente pueden moldear también la personalidad del individuo haciendo más amable, o más nervioso, más enojón, etc. Mientras la parte que hereda la familia da los patrones generales de conducta como los gestos, los modales, etc.

Es así como la psicología dirige su atención hacia el entorno hereditario del individuo evaluando sus ideas, su opinión sobre ciertos objetos o personas, entrando en el campo de las actitudes.

Las actitudes pueden definir el gusto por alguien o algo, una reacción buena o mala hacia un estímulo o la facilidad que tiene para aceptar algo o a alguien.

Sacando así la actitud de cierto grupo de personas, un publicista político puede saber con base a su entorno ambiental, cultural y hereditario si ése grupo de personas votaría por él o no, o por quién votarían entonces tomando en cuenta sus necesidades cotidianas y una vez estudiado eso cambiar la base de su propaganda para tener probabilidad de más votos a base de estímulos (o engaños) persuasivos para esa comunidad.