Essays.club - Ensayos gratis, notas de cursos, notas de libros, tareas, monografías y trabajos de investigación
Buscar

COMO SE DA EL TRABAJO DE TEMAS DE GENERACIÓN DEL 27 A LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

Enviado por   •  7 de Enero de 2019  •  1.756 Palabras (8 Páginas)  •  458 Visitas

Página 1 de 8

...

B) Luis Cernuda

Tus ojos son de donde la nieve no ha manchado la luz, y entre las palmas el aire invisible es de claro. Tu deseo es de donde a los cuerpos se alía lo animal con la gracia secreta de mirada y sonrisa. Tu existir es de donde percibe el pensamiento, por la arena de mares amigos, la eternidad en tiempo.

C) Juan Ramón Jiménez

LA ROSA AZUL

¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!

Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía

Y las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color;

y los bellos cojines, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines;

Y si pongo mi mano -como ella la ponía- en el negro piano,

surge como en un piano muy lejano, más honda la diaria melodía.

¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!

me inclino a los cristales del balcón, con un gesto de ella

y parece que el pobre corazón no está solo.

Miro al jardín de la tarde, como ella,

y el suspiro y la estrella se funden en romántica armonía.

¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía!

Dolorido y con flores, voy, como un héroe de poesía mía.

Por los desiertos corredores que despertaba ella con su blanco paso,

y mis pies son de raso -¡oh! Ausencia hueca y fría!-

y mis pisadas dejan resplandores.

- 1 poema de León Felipe.

¡Qué lástimaque yo no pueda cantar a la usanzade este tiempo lo mismo que los poetas que hoy cantan!¡Qué lástimaque yo no pueda entonar con una voz engoladaesas brillantes romanzasa las glorias de la patria!¡Qué lástima que yo no tenga una patria!Sé que la historia es la misma, la misma siempre, que pasadesde una tierra a otra tierra, desde una razaa otra raza,como pasanesas tormentas de estío desde esta a aquella comarca.¡Qué lástimaque yo no tenga comarca,patria chica, tierra provinciana!Debí nacer en la entrañade la estepa castellanay fui a nacer en un pueblo del que no recuerdo nada;pasé los días azules de mi infancia en Salamanca,y mi juventud, una juventud sombría, en la Montaña.Después... ya no he vuelto a echar el ancla,y ninguna de estas tierras me levantani me exaltapara poder cantar siempre en la misma tonadaal mismo río que pasarodando las mismas aguas,al mismo cielo, al mismo campo y en la misma casa.¡Qué lástimaque yo no tenga una casa!Una casa solariega y blasonada,una casaen que guardara,a más de otras cosas raras,un sillón viejo de cuero, una mesa apolillada(que me contaranviejas historias domésticas como a Francis Jammes y a Ayala)y el retrato de un mi abuelo que ganarauna batalla.¡Qué lástimaque yo no tenga un abuelo que ganarauna batalla,retratado con una mano cruzadaen el pecho, y la otra en el puño de la espada!Y, ¡qué lástima que yo no tenga siquiera una espada!Porque..., ¿Qué voy a cantar si no tengo ni una patria,ni una tierra provinciana,ni una casasolariega y blasonada,ni el retrato de un mi abuelo que ganarauna batalla,ni un sillón viejo de cuero, ni una mesa, ni una espada?¡Qué voy a cantar si soy un pariaque apenas tiene una capa!

Sin embargo...en esta tierra de Españay en un pueblo de la Alcarriahay una casaen la que estoy de posaday donde tengo, prestadas,una mesa de pino y una silla de paja.Un libro tengo también. Y todo mi ajuar se hallaen una salamuy ampliay muy blancaque está en la parte más bajay más fresca de la casa.Tiene una luz muy claraesta salatan ampliay tan blanca...Una luz muy claraque entra por una ventanaque da a una calle muy ancha.Y a la luz de esta ventanavengo todas las mañanas.Aquí me siento sobre mi silla de pajay venzo las horas largasleyendo en mi libro y viendo cómo pasala gente a través de la ventana.Cosas de poca importanciaparecen un libro y el cristal de una ventanaen un pueblo de la Alcarria,y, sin embargo, le bastapara sentir todo el ritmo de la vida a mi alma.Que todo el ritmo del mundo por estos cristales pasacuando pasanese pastor que va detrás de las cabrascon una enorme cayada,esa mujer agobiadacon una cargade leña en la espalda,esos mendigos que vienen arrastrando sus miserias, de Pastrana,y esa niña que va a la escuela de tan mala gana.¡Oh, esa niña! Hace un alto en mi ventanasiempre y se queda a los cristales pegadacomo si fuera una estampa.¡Qué graciatiene su caraen el cristal aplastadacon la barbilla sumida y la naricilla chata!Yo me río mucho mirándolay la digo que es una niña muy guapa...Ella entonces me llama¡tonto!, y se marcha.¡Pobre niña! Ya no pasapor esta calle tan anchacaminando hacia la escuela de muy mala gana,ni se paraen mi ventana,ni se queda a los cristales pegadacomo si fuera una estampa.Que un día se puso mala,muy mala,y otro día doblaron por ella a muerto las campanas.

Y en una tarde muy clara,por esta calle tan ancha,al través de la ventana,vi cómo se la llevabanen una cajamuy blanca...En una cajamuy blancaque tenía un cristalito en la tapa.Por aquel cristal se la veía la caralo mismo que cuando estabapegadita al cristal de mi ventana...Al cristal de esta ventanaque ahora me recuerda siempre el cristalito de aquella cajatan blanca.Todo el ritmo de la vida pasapor el cristal de mi ventana...¡Y la muerte también pasa!

¡Qué lástimaque no pudiendo cantar otras hazañas,porque no tengo una patria,ni una tierra provinciana,ni una casasolariega y blasonada,ni el retrato de un mi abuelo que ganarauna batalla,ni un sillón de viejo cuero, ni una mesa, ni una espada,y soy un pariaque apenas tiene una capa...venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!

...

Descargar como  txt (11 Kb)   pdf (54.9 Kb)   docx (16.6 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Essays.club