Caligula . William Howard

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Después de la muerte de Nerva, Tiberio decidió dejar Capri e irse a un lugar cerca del rio del Tíber, al saber esto en Ostia montaron un desfile solo para Tiberio en había senadores lambiscones que el mismo Tiberio había elegido estos vestían una túnica con el símbolo del Imperio Romano, también en el desfile se podía ver un grupo de Legión de Guardias escogidas por Querea, en sus uniformes llevaban un símbolo de Águilas, propias de su legión y tenían inscritas las siglas SPQR: Senatus Populusque Romanus ( El Senado y el Pueblo de Roma). Todo esto solo por la llegada de Tiberio y eso que todavía no pisaba la ciudad quien sabe con cuantas sorpresas se iba a topar Tiberio durante su llegada. Por otro lado adentro de la nave en la que estaba Tiberio se encontraban algunos senadores que pedían su atención. También estaban presentes los pocos familiares que Tiberio había dejado con vida, ya que la mayoría de sus familiares fueron asesinados por el mismo Tiberio, entre ellos estaban, claro está Calígula y Tiberio Gemelo, y Claudio que era tío de Calígula, este Claudio era la burla de la familia era un hombre de mediana edad, de aspecto extraño, que parecía un poco tonto y con una tendencia a balbucear y tartamudear cuando se ponía nervioso o se asustaba cosa que hacía muy a menudo.

Poco después Tiberio se concentró en su trabajo y empezó a firmar y revisar algunos documentos pendientes que había, un documento le había llamado la atención era una carta con destinatario del oráculo de Cume, el oráculo era un lugar para satisfacer las preguntas de las personas, este mensaje decía “Cuídate del poder de la multitud” Tiberio no hizo mucho caso al mensaje y siguió firmando y revisando los demás papeles, el pasar un tiempo, Tiberio alzo su vista y pregunto a un oficial alto, apuesto y musculoso, que si ya era medio día y este vio un tipo reloj que se usaba en los navíos para medir que momento del día era, y este le respondió que si a Tiberio, cuando recibió la respuesta Tiberio pidió que le trajeran su serpiente porque ya era hora de darle su comida. Al responder el soldado Calígula le escucho y le sorprendió lo atractivo que era el oficial, así que no se resistió y le pregunto a Querea que quien era aquel joven soldado, su nombre era Próculo, un joven y magnifico oficial que se le acababa de dar la orden de estar al servicio de Tiberio. Después de la interrogación que le hizo Calígula a Próculo, se escucharon trompetas que señalaban la llegada de una embarcación que se acercaba al lado de la nave de Tiberio, la otra embarcación puso una madera para que pudieran pasar pasajeros de una nave a otra, en ese instante Macrón se subió al pedazo de Madera y saludo a Calígula y Querea después se dirigió a Tiberio para rendirle homenaje, después de que Macrón saludara a todos, Próculo se acercó a ellos con una caja egipcia que contenía a la serpiente de Tiberio, el oficial le entrego la caja junto con un pergamino lleno de moscas a Tiberio, al abrir la caja dio un gran grito su serpiente estaba muerta enroscada, siendo devorada por hormigas, Tiberio cerro la caja y lanzo la pesada caja al mar, al hacer esto recordó el mensaje del oráculo “Cuídate de la multitud” entonces lo primero que le vino a la mente a Tiberio es que era un presagio o un deja`vu, la serpiente era él y las hormigas los romanos al ver la preocupación de Tiberio, Macrón se acercó a él y Tiberio reacciono ordenándole que le digiera al capitán que diera la vuelta, al oír esto Macrón se sorprendió e intento hacer recapacitar a Tiberio pero este no hizo caso y le respondió con un grito. A l oír esto Macrón le pidió a Próculo que bajaran a todo el mundo menos a todos los del sequito imperial y que le ordenara al capitán que elevara anclas para emprender otro viaje después de dar las ordenes correspondientes Macrón tuvo que bajar del barco puesto que él era Capitán de la Guardia en Roma y no podía ir con ellos. Después de lo sucedido Tiberio parecía enfermo, solo se quedaba todo el día en su cuarto postrado en la cama y no hablaba con nadie sobre a donde iban a ir, era obvio que no iban a regresar a Capri porque Capri quedaba al este y ellos se dirigían al norte, los únicos que sabían el destino eran el capitán y el capitán solo le decía al piloto. Después de un tiempo, llego un momento en que se hizo muy obvio que el destino que Tiberio había señalado era Miseno ya que ahí tenía una villa donde había pasado mucho tiempo antes de que se mudara a la casa imperial de Capri. Después de pasar varios lugares llegaron a Miseno y desembarcaron.

Paso mucho tiempo y Tiberio solo hablaba de Capri decía que iban a volver “mañana”, pero no parecía probable que fuera así, Tiberio parecía cansado y agotado y no estaba en condiciones de viajar. Macrón había mandado una legión de soldados a Miseno para que sustituyera a la guardia que había quedado en Capri, ya que Tiberio no se sentía a gusto sin que le rodease un ejército con soldados fieles a él, como viejo soldado, estaba acostumbrado a su forma de actuar. De vez en cuando Tiberio cobraba ánimos e insistía en que la vida debía seguir como siempre, así que quiso dar un banquete e invito a todos los patricios de la ciudad, Tiberio estaba parado al centro del salón, recibiendo a sus invitados. Era evidente que el emperador estaba agotado, pero estaba decidido a ocultarlo, lejos de Tiberio, en la puerta se encontraba Macrón y Caricles, él era un famoso médico que Calígula había invitado, Macrón le informo a Caricles que era lo que le había sucedido a Tiberio a bordo del navío y como había estado durante la estancia en Miseno, él le había pedido al médico que fuera a ver qué pasaba con Tiberio pero Caricles insistía en que él no se iba a dejar revisar por él, así que Macrón le dijo que fuera a presentarse y que al menos así lo podría ver de cerca e inspeccionarlo más cautelosamente, así que Caricles se acercó a Tiberio y este le extendió su mano para que la besara, en cuanto Caricles tomo la mano de Tiberio le coloco su pulgar en la muñeca para intentar oír su pulso pero Tiberio se dio cuenta e inmediatamente quito su mano y con un grito le dijo a Caricles que no lo hiciera, el grito fue tan fuerte que casi la mitad de los presentes se dieron cuenta y los voltearon a ver, cuando Tiberio se di cuenta de cuanta conmoción había creado tomo el comentario como un chiste y se empezó a reír así que todos los que habían oído también se echaron a reír. Después del incidente Tiberio ordeno que iniciara el banquete y todos los presentes se dirigieron a la mesa, Calígula ocupo el segundo puesto de honor, ubicado al lado de su abuelo Tiberio, Caricles no se sentó sino que espero a que Macrón llegara, después de un rato llego Macrón ansioso por escuchar el reporte