Comentario de texto "Soneto de repente"
Enviado por Rebecca • 27 de Enero de 2018 • 1.898 Palabras (8 Páginas) • 1.417 Visitas
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4.- El tema del soneto es muy simple, simplemente, trata de la propia forma de escritura del soneto.
Durante todo el poema predomina el campo semántico del soneto y un lenguaje simple.
5.- a) Soneto: IV estrofas, Rimas: consonantes
4 versos ABBA
4 versos ABBA 14 versos en total.
3 versos CDC Todos los versos son endecasílabos.
3 versos DCD
b) hipérbaton: I estrofa, 1 verso
políptoton: I estrofa, 4 verso.
antítesis: II estrofa, 2 verso Ya que el pensamiento inicial del criado es contrario a lo que pasa en la realidad.
6.-''Soneto de repente'' cómo su nombre indica, es un soneto, escrito por el magnífico poeta y dramaturgo Lope de Vega, que destaca por ser un hombre capaz de ganarse la vida con las letras en una época tan complicada como la de la España del siglo XVI, produciendo no sólo obras de perfecta calidad sino también una gran cantidad de ellas. El soneto aborda un tema poco común pero que provoca la curiosidad del lector: la misma creación de un soneto. La composición originalmente pertenecía a una obra teatral, ''La niña de plata''; dentro del contexto de ésta, un señor (Don Juan) le manda a su criado (Chacón) que escriba un soneto para enamorar a la dama que desea.
En el primer verso ya conocemos el propósito que lleva al poeta a crear un soneto, pues no es otro que una petición solicitada por una dama llamada «Violante». El autor se mostrará en un falso apuro, a modo de falsa modestia, para satisfacer la petición de la dama: «que en mi vida me he visto en tanto aprieto» (v. 2). Esta estrofa, como el resto del poema, no presenta abundancia de recursos estilísticos, al contrario, la llaneza, tanto del léxico escogido como de la sintaxis crean la verosimilitud de una improvisación. En esa misma línea, en el cuarto verso se lee una derivación propia de un coloquialismo: «burla burlando», que aportan ritmo a los versos, así como una hipotética espontaneidad.
Sobre el segundo cuarteto se puede decir que el término «consonante» tiene valor de sinécdoque, pues aunque el vocablo es una parte de los diferentes elementos que encontramos en un soneto, aquí representa algo más, representa el cúmulo de dificultades que conlleva la creación de un poema. Llama la atención en el lector la exactitud que presentan las circunstancias expuestas en los versos: nos referimos al susodicho término, «consonante», pues coincide al final del verso y con ese tipo de rima; lo mismo que el final del séptimo verso coincide la medida con el contenido. Leemos: «y estoy a la mitad de otro cuarteto;».
Como anotábamos arriba, en este cuarteto observamos la presencia de dos rimas internas. En el séptimo verso nos topamos con la palabra «veo», que mantiene una correspondencia asonante con «cuarteto» y «terceto» (vv. 5 y 6), y se refuerza con la segunda rima interna, esta vez en consonante, «cuartetos». Esta reduplicación de la rima intensifica el ritmo del poema y aporta elementos propios del juego literario que nos ofrece Lope.
En el primer terceto nos encontramos con otra derivación. Entrados ya en los versos 9 y 10, comprobamos el recurso léxico en la perífrasis de acción en desarrollo, «voy entrando» y de un tiempo verbal de acción finalizada, «entré». Como sucedía en el segundo cuarteto, también en el primer terceto encontraremos una rima interna, ahora en asonante, que no es otra que la de la palabra «verso», que mantendrá su correspondencia en /eo/ con el término, «derecho» del verso 11. La finalidad no es otra que la ya anotada para el segundo cuarteto.
En el segundo terceto destacamos dos recursos, uno de ellos ya recurrente en el poema, como es el de la rima interna, que, de nuevo, como observábamos en el primer terceto, ofrece la asonancia de, aquí en plural, «versos», para reforzar la rima con «sospecho» y con «hecho». Esa intensificación del ritmo aporta un redoble al broche final del poema, como un alarde más de los que Lope, a pesar de la falsa modestia que salpica el poema, es capaz de ofrecer.
Ya estoy en el segundo, y aun sospecho
que voy los trece versos acabando;
contad si son catorce, y está hecho.
Sumado a ello, una vez más, se aprecia otro coloquialismo, «entré con pie derecho» (v.10), que persiste en la idea de supuesta espontaneidad e improvisación, lo cual no evitaría la presencia de un registro léxico poco elevado.
Es importante detenernos en la presencia del imperativo «contad», lo cual nos corrobora que todo el poema era un apóstrofe dirigido a los lectores. Lope nos deja ante nuestros ojos los versos para que como jueces valoremos su logro. Lo que se presentaba arriba como gran aprieto desde la falsa modestia del poeta es ahora la demostración de su gran habilidad.
De la misma manera que en versos anteriores, el autor busca la coincidencia entre sus palabras y el punto concreto en el desarrollo de sus versos; es decir, nos cuenta el desarrollo que va teniendo en su construcción el soneto, de nuevo, en la última palabra del poema, «hecho», coinciden el vocablo con el punto de desarrollo, aquí, justamente con el final.
En conclusión, Lope de Vega nos ha presentado un soneto creado, aparentemente, en un juego literario. En ese mismo juego pretende situarse ante una gran dificultad, que superará con creces. El poeta ha buscado dirigirse al lector con una supuesta espontaneidad, como si fuese la misma casualidad la que lo ha llevado a finalizar su objetivo. En esa intención funcionan el léxico escogido y la sintaxis e, incluso, expresiones de carácter coloquial, como también el fingimiento del poeta, quien parece no detenerse en buscar las palabras ni las rimas, sino que en la misma búsqueda se completa el poema. Se trata de un soneto de circunstancias, lejos de manifestar ningún tipo de sentimientos o de emoción profunda; pura habilidad de un poeta que se permite mostrarnos su maestría con las palabras. El poema nos cuenta desde un punto de vista casi narrativo la preocupación del autor por alcanzar su tarea, crear un soneto. Este poema demuestra perfectamente el gran dominio del cultivo de la lírica que tenía Lope de Vega. Durante todo el poema predomina el campo semántico relacionado con
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