Comunicación y expresión escritas

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vividas día a día.

• Señala las expresiones y las ideas oídas que te han impresionado.

• Extrae de tu entorno a personas que destacan por cualidades, por su personalidad y relación social.

• Intenta retratar a personajes conocidos siguiendo los modelos de algunos escritores.

• Escribe una persona imaginaria.

De la palabra hay que disfrutar al ensamblarla armónicamente en el texto escrito sin romper el compás natural que acompaña su elección. La palabra se actualiza en la elección del registro, considerado como modo particular de expresarnos los hablantes en una determinada situación de comunicación ya sea formal, didáctico o coloquial.

Con la palabra los hablantes configuramos el género textual, entendido como un conjunto de recursos lingüísticos asociados a funciones sociales del texto como la novela, el relato, las recetas, la noticia, los artículos o la carta que tiene características formales comunes.

Los textos están ligados al contexto y a las convenciones sociales que reconocemos dentro de la comunidad a la que pertenecemos.

Cualquier aspecto captado mediante la observación de la realidad, sonido, olor, color, forma, tamaño, sabor, tacto y movimiento contribuye a conocernos y a mejorar nuestra proyección hacia el lector.

Cuando se describe se debe poner en funcionamiento las emociones mediante la evocación de los colores, las asociaciones simbólicas o la gama de matices que contienen.

La sensibilidad por la escritura se adquiere cuando se ha seguido un proceso de familiarización con los libros y con la lectura. De este modo, la escritura se acomoda a la forma de texto, a la finalidad, a la situación y al contexto creativo. Toda esta operación es resultado de la combinación de las palabras para construir las frases, de la relación de las frases para formar los párrafos y de la armonización de los párrafos para configurar las unidades textuales.

Al plantearnos escribir un texto, se deben formular una serie de preguntas: ¿de qué tema vamos a escribir?, ¿qué conocemos y qué debemos saber?, ¿qué deseamos decir?, ¿cuál es la finalidad y la intención?, ¿qué orden queremos seguir?, ¿cómo pensamos expresarlo? y ¿a quién nos dirigimos?

Todas estas preguntas son importantes porque nos ayudan a describir que recursos necesitamos. Si se quiere convencer a los lectores de una idea o una opinión, se tendrá que construir un texto con argumentos y ejemplos que la apoyen y la justifiquen.

Si se desea contar una experiencia, se deben reflejar con exactitud las sensaciones vividas; según los casos, se utilizara el recurso discursivo y comunicativo que conforman las modalidades discursivas: narrativa, argumentativa, dialógica, epistolar y conversacional.

Conclusión

Escribir nos ayuda a expresar lo que pensamos y sentimos, nuestras experiencias. Y también que para empezar a escribir se requiere cumplir con ciertos requisitos. También se habla de una serie de tipos textos que existen.

Referencias

Ávila, R. (1992). Lengua y cultura. México: Trillas.