“Crónicas Malditas, desde un México desolado”

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con algo que me pareció sumamente relevante, se trata de la horrible experiencia por la que la señora Wornat tuvo que pasar en su propio país y cerca… muy cerca de su propio hogar al que de seguro en cada segundo deseo volver con una desesperación tan grande que el lector no puede hacer más que imaginar… Por supuesto me refiero a su secuestro que bien pudo terminar en una tragedia aun mayor y no me refiero solo a la muerte eso sería muy fácil; no hablare del tema puesto que a pesar de que es algo que la señora Wornat le confió a sus lectores, por respeto a esa misma confianza, no estaría bien comentarlo fuera de su libro lo que quería analizar, por así decirlo, de este tema es la valentía que con el demuestra puesto que a pesar del miedo y de los enormes riesgos que representa su trabajo ella sigue en pie y sigue investigando, cosa que quizás muchos consideren estúpido puesto que no solo se arriesga ella sino que también arriesga a sus seres queridos, debo confesar que Inclusive yo lo pensé cuando leí al respecto ¡Aun lo pienso! Pero otra cosa que es cierta es que en la actualidad y precisamente por el riesgo que conlleva no muchos se atreven a alzar la

voz, ni a investigar y mucho menos a difundir la información como lo hace esta admirable periodista argentina que bien podría ya estar muerta, de hecho debería estarlo inclusive bien pudo repetirse la situación, en Chile, en México, más de una vez en su propio país y en cualquier otro de sus viajes e investigaciones y no solo a ella también a sus informantes y a su familia cosa que pesaría aún más puesto la muerte de terceros es peor puesto que, en estos casos, uno esta perfectamente consiente de que de no haber sido por tu intromisión aquella persona seguiría con vida, sin embargo esa clase de valor debe ser reconocida y no lo digo en forma de sarcasmo, aunque sé que así parece, ya que como dije anteriormente en estos días esa clase de valor ya no se ve en cualquier persona.

Pues bien, volviendo al tema, este apartado como ya mencione muestra que no solo hay dictadores en México sino que también están en el resto del mundo como por ejemplo en el resto de los países latinoamericanos, o al menos así lo tome yo. Y reitero lo importante no es su “complejito” de dictador lo que realmente los convierte en símbolos del mal manejo y de las malas decisiones son sus problemas y sus intereses personales, problemas que no son capaces de desligar de sus decisiones publicas ya que lo único que consiguen con sus éxitos, porque de verdad son éxitos, es abuzar de manera excesiva del erario público y del pueblo, cosa que sinceramente jamás comprendí por ejemplo el señor Hugo Chávez pudo bien haberse convertido en un buen líder si tan solo no se hubiera dejado consumir por sus demonios del pasado, se perfectamente que algunas personas están muy marcadas por sus antecedente pero también es cierto que todo eso de algún modo pasa o bien se aprende a sobrellevar y fue el mismísimo Chávez quien lo demostró al llegar, desde su insignificante inicio tan inesperada conclusión pero lo que lo hizo ser el tirano que muchos recuerdan con odio fue que no supo manejar el poder y la atención que recibió y ese fue su error fue la razón por la cual termino por convertir un gran sueño de superioridad en una simple compensación de su desdichada vida, compensación que compartió inclusive con aquellos que no lo merecían ¡Como su madre!, con todo respeto y en especial con los muertos ¿Acaso no fue ella la culpable de sus perturbaciones en primer lugar?

Así que, partiendo de aquí, las cosas más importantes que hace ver esta parte del libro son, a mi parecer, las faltas o bien errores que comenten los

aspirantes al poder como son los complejos, el ego, el poco (de verdad poquísimo) control que tienes sobre sus derroches amorosos y necesidades carnales, necesidades que para mí desgracia el libro menciona muy bien no tan bien pero sí que pudo reservarse una que otra cosa, y finalmente la falta de preparación que se refleja en el poco control que tienen de sus emociones (ya no refiriéndome a sus amoríos) o de sus límites, un ejemplo es el “Macho más macho de Paraguay” el cual termino con “el hocico partido y con el rabo entre las patas” precisamente por no conocer sus límites, claro que los ejemplos no solo se concentran en este apartado están es todas partes inclusive después de este pero aquí es donde siento que pasamos de los “chismes”, como muchos dirían, a los puntos importantes a, dicho de otra manera, la razón de ser del libro.

Ya para ir finalizando con mi pequeña opinión, en las partes finales del libro encontramos, como ya dije más ejemplos o bien obstáculos que suelen nublar el juicio de las personas que cargan en sus espaldas o que quisieran cargar en sus espaldas poder y autoridad historia de mujeres aguerridas, de crímenes y pecados que uno preferiría leer en una novela de ficción y no en realidades que existieron existen y seguirán existiendo, lo que personalmente me puso a pensar, acaso abra alguien en este país, en este continente, es más ¿Habrá alguien en este mundo que realmente controle y separe por sí mismo su vida personal de su vida pública? Por supuesto, debe de andar por ahí supongo, no creo que sea algo imposible pero realmente es algo que cualquier persona promedio pensaría, personas que ni siquiera se han puesto a pensar en sus propios límites o que al dar estas respuestas no se ubican ni por un segundo en estas posiciones, tan solo hace falta cambiar la cuestión y se dará una respuesta completamente diferente, sería algo como ¿Desaprovecharías la oportunidad única de tener todo lo que quieras de manera fácil y de imponer tu opinión por encima de todas las demás? Yo, siendo sinceros no lo haría, sé que no es lo que la señora Wornat quería transmitir cuando escribió y publico su libro puesto que obviamente es una persona que no tolera el abuso de poder que existe en el mundo pero es una realidad, inclusive me hace pensar si la señora Wornat ya se ha planteado o si le han planteado la pregunta que acabo de realizar y, de ser así, realmente me intriga que clase de respuesta abra dado, pero bien para eso están los libros, en especial de este tipo, para hacernos pensar y no para ser tomados como una vulgar revista de chismes como muchos opinan (esto lo sé porque me tome la libertad de investigar el impacto que había causado el libro en su momento y lastimosamente esa fue la opinión que más se repetía), en mi opinión lo que transmite puede prestarse a una muy buena y bien estructurada discusión.

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