¿Cómo afecta el divorcio a la vida de la pareja y al hijo?

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Adolescentes: Sienten miedo, soledad, depresión, culpabilidad. Dudan de su propia habilidad para casarse o mantener una relación estable.

El divorcio suele amplificar los problemas típicos de estas edades, por ejemplo pueden incrementar sus conductas de riesgo como el alcohol drogas.

Las consecuencias del divorcio por regla general suelen ser peores en niños que en niñas, ellas suelen adaptarse mejor a la situación.

Sin embargo supone un proceso de duelo, cada niño lo afrontara de diferente manera pero por lo general muchos de estos problemas se superan y los niños suelen recuperarse pasado un año, si no ha habido complicaciones.

El esfuerzo por mantener relaciones sanas, pese al cambio, favorecería la recuperación de todos los integrantes.

Ofrezcamos espacio para que el niño procese la información. Los niños procesan la información de diversas formas, dependiendo de diferentes variables. Lo más importante es recordar que requieren tiempo para asimilarlas (el tiempo estimado puede ser de dos a seis meses).

Las razones por las cuales los adultos se divorcian y los sentimientos que eso conlleva, en la mayoría de ocasiones no son suficientemente válidos como para que los niños puedan comprender la ausencia de alguno de los progenitores. Es decir, para ellos esa persona es sumamente importante y querida en sus vidas, por encima de los errores que en su rol de pareja cometiera.

No se debe intentar forzar el agrado hacía nuevas parejas ni intentar sustituir al otro progenitor, tampoco hay que permitir que la nueva pareja contradiga las normas establecidas por los padres

Se deben evitar a toda costa las discusiones delante de los hijos. SÍ se debe explicar a los niños (adecuándose a la edad) lo que ha ocurrido y porque se ha tomado la decisión, como van a ser las cosas de ahora en adelante y que seguirán estando ahí incondicionalmente para ellos aunque no estén juntos. Procurar que el niño entienda que no tiene nada de culpa y enfatizar las cosas que nos siguen uniendo a esa persona, no centrarnos excesivamente en lo negativo.

Siempre es recomendable consultar con especialistas en el tema y mantenerse en estado de alerta frente a algún cambio que pueda presentarse en el comportamiento del hijo. [pic 4]

“La Terapia de Divorcio trata de ayudar las familias a superar la crisis que atraviesan las familias cuando se ven enfrentada a un proceso de separación emocional y legal. Este tipo de terapia se centra especialmente en el bienestar de los hijos y trata de encontrar soluciones funcionales, justas y aceptables para todos los miembros de la familia a los problemas planteados por el divorcio”.

(Simón, Stierlin, Wynne; “Vocabulario de Terapia Familiar”, 1997, p. 365)

Para acabar quiero decir que todas las familias son diferentes y que se deberán tener en cuenta las circunstancias específicas de cada caso para tomar buenas decisiones.