Dificultades que presenta el español para ser impartido a hablantes de otras leguas.
Enviado por John0099 • 22 de Febrero de 2018 • 3.097 Palabras (13 Páginas) • 424 Visitas
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Frecuentemente en la docencia se relacionan los conceptos error, falta y equivocación como si los tres significaran los mismo. En el aprendizaje de la lengua extranjera, algunos expertos hablan de errores con matices precisos. Bello et al (1996:286) apuntan: “Llamaremos errores a las incorrecciones debidas a una falta de conocimiento sobre el sistema lingüístico de la lengua que se emplea. La ignorancia de la regla provoca el error. Dicho desconocimiento opera en un doble sentido; por un lado, respecto al conocimiento explícito del sistema lingüístico (competencia lingüística) y, por otro, en cuanto al uso comunicativo de la lengua (competencia comunicativa)” […] “entendemos por equivocaciones (mistakes) las incorrecciones provocadas por razones no atribuibles a la falta de conocimientos, sino al cansancio, dejación, falta de atención, etc.”.
Tras la aclaración de conceptos nos centraremos en diferentes países y algunos de la problemática que los estudiantes procedentes de dichos países encuentran en el proceso de adquisición-aprendizaje del español como lengua extranjera.
Normalmente no somos conscientes de la realidad que supone el aprendizaje de una lengua, pero sí que somos conscientes de que utilizamos la lengua para comunicarnos. Si hablamos de esto, hemos de hacer referencia a la distinción que hace Krashen (1982: 10-12) entre la adquisición y aprendizaje basada en la diferencia entre lo inconsciente y lo consciente. El aprendizaje tiene una parte inconsciente referente a la lengua madre. Cuando aprendemos una segunda lengua o lengua extranjera se introduce un conocimiento nuevo y consciente que sigue a lo que Krashen llama “orden natural”.
Dentro de la escritura del español, los egipcios encuentran la preposición “a” como una de las dificultades más comunes entre los estudiantes del español como lengua extranjera.
Según la RAE (2010: 565), el significado de las preposiciones es relacional, por lo que se presenta como el significado que corresponde a su término. La preposición “a” introduce complementos de destino y de término. Llorch (1995:222) ha utilizado el rasgo dinámico (en el que interviene el movimiento, ya
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sea físico o figurado). Las preposiciones que pertenecen al grupo dinámico son a, contra, hacia, hasta y para e implican acercamiento a la noción designada por su término, mientras que las que aluden a alejamiento serían de y desde, y la intermedia por. Las preposiciones a, hasta y contra, que denotan acercamiento, indican atingencia al límite, mientras que hacia y para señalan mera dirección hacia él. En los casos de a y hasta, el primero alude solamente al destino mientras que el segundo expresa la distancia que conduce a él.
Trujillo (1971: 265) clasifica las preposiciones en dos grupos, dependiendo de la presencia o de la ausencia del sema movimiento:
1) Sema movimiento: a, contra, de, desde, hacia, hasta, para, por.
2) Sema no movimiento: ante, bajo, con, en, entre, según, sin, sobre, tras.
Según Hussein Abid (2008:329), la preposición ila ´a´ indica el final del destino, sea este punto final una persona o una cosa o un lugar. La preposición ila mantiene la correspondencia con la preposición a en español en lo que se refiere a su significado como final del destino. En español sería erróneo el empleo de “mirar a” si seguimos la traducción literal, ya que la preposición a debe transmitir el límite exacto de la dirección: algo que no se puede hacer en esta situación, por lo cual resultaría adecuado el uso de la preposición hacia. La correspondencia de la preposición ila con la preposición en se repite frecuentemente con la estructura del verbo “convertirse”. El hablante árabe utiliza la preposición ila, ya que concibe el cambio como un traslado de una fase a otra, por lo tanto ila le lleva al destino final, mientras que el hablante español percibe la realidad como una ubicación interna en una situación o un estado. La preposición en según varios lingüistas de la lengua española entre ellos Schmidely (1979:169) “representa un movimiento hacia un término de doble limite y el paso de unos de los límites; en fin de movimiento, En expresa la localización dentro del límite doble.”
En el proceso de aprendizaje de español como lengua extranjera de un estudiante cuya lengua madre es el árabe, la interlengua presenta ciertas dificultades, entre las más comunes la construcción de las oraciones de la preposición a. El fenómeno de transferencia de la lengua madre incide en las
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desviaciones de la interlengua de los estudiantes. Para estos estudiantes, es poco frecuente la confusión entre la preposición a, pero si es más frecuente la omisión de dicha preposición.
Otro de los grupos de estudiantes de español como lengua extranjera que encuentran ciertas dificultades, esta vez a nivel de entonación y acentuación, son los nativos de chino.
Dichos estudiantes nativos chinos, también presentan transferencias de determinados patrones acentuales y entonativos del chino al español, tanto en percepción auditiva como en la producción de la lengua oralmente, y por otro lado no presentan muchas dificultades en el aprendizaje de la entonación española ya que las máximas dificultades las presentan en la entonación en los contornos enfáticos y en los interrogativos.
Tanto en chino como en español, los parámetros más característicos de la acentuación son el tono y la duración, siendo menos dificultosos la intensidad y el timbre. Una de las diferencias tonales del español y el chino es que en el español se presentan dichos valores al final de la frase en modo ascendente mientras que en la lengua china se presenta al principio en un registro alto.
Como ya hemos mencionado antes, el contexto del estudiante antes de enfrentarse a aprendizaje de una lengua extranjera es influyente en su desarrollo de la interlengua, y como no puede ser de otra manera con los estudiantes de chino no va a ser una excepción. Ellos provienen de otra cultura diferente en un continente y país diferente en el que su habla, por ejemplo a diferencia del español, no tiene conjugaciones, sino marcadores de tiempo.
Si tradujéramos literalmente las palabras chinas al español, no tendrían cohesión entre ellas, puesto que ellos a la hora de conjugar, muestran el verbo en infinitivo y una partícula de tiempo o marcador temporal. Por este motivo otra de las dificultades
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