Don't ask, don't tell
Enviado por mondoro • 3 de Enero de 2019 • 1.729 Palabras (7 Páginas) • 349 Visitas
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La homosexualidad es incompatible con el servicio militar. La presencia en el ámbito militar de personas que mantienen conducta homosexual o que por sus afirmaciones, demuestra propensión a la conducta homosexual, afecta seriamente el cumplimiento de la misión militar. La presencia de tales miembros afecta adversamente la capacidad de mantener la disciplina en las fuerzas armadas, al buen orden, y la moral; al fomento de la mutua confianza y seguridad entre las tropas; a la integridad del sistema de rangos y mando; a la asignación y despliegue mundial de los miembros del servicio que frecuentemente deben vivir y trabajar en condiciones próximas con mínima intimidad; al reclutamiento y conservación de los miembros de las fuerzas armadas; al mantenimiento de la aceptación pública del servicio militar; y para evitar brechas en la seguridad.
La directiva justificaba la política de expulsión y eliminaba la regla de "queen for a day" que había favorecido las demandas contra las fuerzas armadas. Asimilaba la homosexualidad con otras incapacidades para el servicio lo que originaba que la expulsión del servicio dejara de ser con deshonor y pasara a ser por una licencia con honores. Esta norma también fue objeto de numerosas demandas judiciales, aunque el tribunal supremo de los Estados Unidos rechazó valorar su constitucionalidad, prefiriendo que lo trataran cortes menores y que el congreso se pronunciara sobre el asunto.
En los 1980 varios de los candidatos demócratas a la presidencia expresaron su interés en cambiar las normas referentes a la homosexualidad en las fuerzas armadas, y como la mayoría de la sociedad había cambiado su opinión sobre la homosexualidad empezó a mostrar su apoyo a que los homosexuales estuvieran en las fuerzas armadas, considerando las investigaciones sobre la orientación sexual de los soldados como cazas de brujas. El tema de los gais en el ejército se convirtió en un asunto de campaña en las elecciones presidenciales de 1992, cuando Clintonprometió que eliminaría esta prohibición del ejército.
En 1992 el Consejo General de los Estados Unidos realizó un informe titulado Gestión de Fuerzas de defensa: Política del DOD sobre homosexualidad. GAO/NSAID-92-98, que resumía las políticas de la directiva DOD sobre homosexualidad y sus razones. El informe también incluía citas de un estudio previo no publicado de 1988 sobre la DOD que llegaba a conclusiones similares a las del informe Crittenden de 1957. En 1993 los dos informes se publicaron junto con los argumentos de un general de las fuerzas armadas defendiendo las tesis de la directiva DOD en contra del levantamiento del veto.
La oposición en el congreso al levantamiento de la prohibición fue liderada por el senador demócrata de Georgia Sam Nunn que organizó varias vistas en el congreso donde se defendía la posición del ejército para mantener el veto de la directiva de 1981. Mientras que el apoyo del congreso a la reforma liderada por el congresista, también demócrata, Barney Frank de Massachusetts, que luchó por un compromiso, y el senador republicano retirado Barry Goldwater, que argumentó para la completa retirada de la prohibición. Tras el bloqueo de las líneas telefónicas del congreso por llamadas de gente que se oponía a la retirada de la prohibición, el presidente Clinton dio un paso atrás en su promesa electoral de levantar totalmente el veto a los homosexuales en las fuerzas armadas. Al final se aprobó un compromiso intermedio la "Don't Ask, Don't Tell". Oficialmente las prácticas homosexuales siguen prohibidas pero el compromiso dicta que el ejército dejaría de preguntar en el proceso de reclutamiento por la orientación sexual y se comprometía a no investigar la vida sexual privada de los soldados. Y, por su parte, los homosexuales tienen la obligación de no realizar prácticas sexuales durante su servicio, no revelar su condición sexual o hacer nada que la devele, como casarse con alguien de su mismo sexo; si lo incumplen serían licenciados.
El 13 de septiembre de 2005 el Centro de estudio de las minorías sexuales en el ejército un think tank de la Universidad Santa Barbara sacó la noticia de que existía una norma de FORSCOM de 1999 (Regulation 500-3-3) que permitía en el despliegue de reservistas del ejército y tropas de la guardia nacional seguir en activo a los que digan ser gais o sean acusados de ser gais. El portavoz de las fuerzas armadas Kim Waldron posteriormente confirmó la existencia de la norma indicando que se intentaba prevenir que los reservistas y los miembros de la guardia nacional escaparan del combate fingiendo ser gais.
La norma "Don't ask, don't tell" ha sido llevada a las cortes federales cinco veces, y en el tribunal supremo en el caso Rumsfeld v. Forum for Academic and Institutional Rights, mantuvo por unanimidad que el gobierno federal no podía retener los fondos de las universidades para forzarlas a aceptar reclutadores militares, éstas adujeron políticas de no discriminación.10
En 1993 el Instituto nacional para investigación de la defensa de la corporación Rand publicó Orientación sexual y política sobre personal militar de EEUU: Opciones y evaluación, preparado para la oficina del secretario de defensa.11 donde se analiza la vida de los soldados y se evalúa la repercusión de la normativa y se compara con otros ejércitos.
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