EL MÉXICO ANTIGUO.

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Algunos de los rasgos olmecas son: el uso de grandes “mesas” de piedra, la representación del jaguar asociado a la figura humana, felinos peleando contra los hombres, entre otros. Los rostros de tipo olmeca se caracterizaban ´por ojos rasgados e inclinados y labios muy prominentes y colmillos.

El mayor número de centros ceremoniales urbanizados, los más grandes y complejos, la mayor concentración de esculturas y grandes piezas se encuentran en las llanuras aluviales del Golfo de México. Consistían en cabezas de piedra, tronos, imágenes talladas y altares.

Durante 300 años el asentamiento de San Lorenzo fue el centro político de la región, luego fue abandonado en el 900 a.C. El asentamiento más grande después de ese fue La Venta, donde se construyó la primera “pirámide” de Mesoamérica.

ORÍGENES DE LA DIVERSIDAD REGIONAL

En el PRECLÁSICO TARDÍO (500 a.C. a 200 a.C.) domina la diversidad regional. Hacia el año 500 a.C. las manifestaciones olmecas se extinguen en Mesoamérica. Se alcanzó una consistencia demográfica y una riqueza económica lo que permitió la consolidación de noblezas que acapararon las funciones de mando con un carácter político.

El surgimiento del monte Albán es uno de los sucesos que marca el inicio del preclásico tardío. En este lugar se formó una alianza de asentamientos. Antes de acabar este periodo rebasaba los 15mil habitantes. El primer edificio público fue el de los “Danzantes”. Este crecimiento urbano y su hegemonía regional se construyeron a base de una intensa actividad militar.

En el valle de México se aprecian procesos de urbanización como el de Cuicuilco (al sur del valle), la cual era una gran metrópoli y el de Teotihuacán (al norte y oriente del valle), ésta llegó a congregar cerca de los 40 mil habitantes. Hay una diferencia importante entre ambas: Cuicuilco contaba con un complejo de monumentos religiosos (no había otro en Mesoamérica) mientras que Teotihuacán se dedicaba a la industria de la obsidiana y a la agregación de aldeas.

Con la desaparición de Cuicuilco (del 50 a.C al 50 d.C) desaparecieron dos de sus rasgos característicos del valle: la plataforma ceremonial de base circular y las tumbas de botellón.

Entre el año 50 y 400 a.C. La Venta fue abandonada, pero los Tres Zapotes y el Cerro de las Mesas permanecieron y continuaron con algunas tradiciones del repertorio de los olmecas.

En esta época de crisis surgió uno de los inventos más trascendentales para la historia intelectual de Mesoamérica: la cuenta larga, un sistema de calendario que permitía fechar cualquier evento con total exactitud.

En el PRECLÁSICO MEDIO ya había asentamientos agrícolas mayas en la selva y para el Preclásico tardío desarrollaron áreas ceremoniales compactas y elevadas, caracterizadas por el agrupamiento de varios montículos, algo parecidos en lo que se encontraría en