ENSAYO SOBRE "EL PSICOANALISTA"

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EL doctor Starks intentó comunicarse con ambos abogado y psiquiatra. El primero, Merlin, lo trató de un modo irrespetuoso, lo aplastó como hormiga garantizándole que le quitará toda pertenencia que el valorara. A Ricky le resultó un sospechoso cómplice del señor R. debido a que sabía demasiado sobre él y por el hecho de que le dio una dirección de oficina y número de teléfono falsos. El segundo, aquel psiquiatra de prestigio que atendió a la supuesta víctima durante 6 meses, la describió de tal forma que le sonaba muy familiar y se dijo a sí mismo: “Virgil”. En ese instante me pregunté cuánto tiempo de elaboración le habrá tomado al señor R planificar tal venganza, frívola y despiadada, totalmente impecable.

*Breve acotación: Virgil y Merlin ambos son hermanos menores del señor R. Starks no lo descubre sino luego de fingir su muerte e iniciar su venganza contra dicho trío utilizando otra identidad, robada a un vagabundo.*

Como último recurso, casi como un ‘as’ bajo la manga, recordó un a viejo y experienciado mentor quien lo ayudó a formarse como profesional en sus últimos años de carrera: el doctor Lewis. Decidió comunicarse con el luego de perder total conexión durante casi una década, intentando explicarle un poco por encima los sucesos y así emprendió viaje hacia su residencia. Se dedicó la noche entera a enumerarle los sucesos que le han ocurrido en el transcurso de sus supuestos últimos días de vida, hasta que comienza a sentir una leve sospecha hacia Lewis, si de hecho Rumplestinksin ya se había comunicado con él y le había ganado la mano, debido a la forma peculiarmente desalentadora en la que se dirigía hacia él: “¿has pensado alguna vez que tal vez no debas tener ninguna posibilidad? A lo mejor el juego consiste en que no tengas ninguna, sólo estoy pensando en voz alta Ricky”. También se vio a dudar de su lealtad: “¿Por qué crees que estoy de tu parte en todo esto Ricky?” (…) “No seas orgulloso, hombre. Inténtalo otra vez. ¿Qué te dijo el señor R en su última pista? Ricky se sorprendió un poco cuando el viejo analista usó la misma abreviatura que a Virgil le gustaba emplear. Intentó recordar con rapidez si había dicho ‘señor R’ durante la tarde, y le pareció que no”. Ricky pasó la noche en su morada. Luego de transitar este suceso dentro de la novela, no supe con qué ojos ‘mirar’ al Dr. Lewis, ni imaginarme de qué modo se sentía el Dr. Starks sabiendo que su último recurso, la última persona quien creyó fiable, acababa de probar completamente lo opuesto.

Al despertar lo recibe una carta dirigida hacia él en la que el Dr. Lewis le comenta que “tuvo que marcharse de modo inesperado” y le ruega que no intente contactarse con él, nunca más. Eso cerró sus incertidumbres tanto como las mías. Ahora sí se sintió totalmente solo y vulnerable, mientras que yo sentí la necesidad de brindarle mi hombro al Dr. Starks, sentí compasión por él, y, sobretodo, una gran impotencia acerca de su situación actual. Cada vez se iban sumando más rocas a su mochila, y era prácticamente inevitable. Rumplestinskin se estudió cada movimiento hasta cada reacción que podría llegar a tener el Dr. Starks frente a cada desdichada situación que se le planeó. Era imparable, y yo moría por impedirlo, por brindarle ayuda en su investigación, pero luego de sumergirme en la atrapante ficción logre recuperarme a la realidad que me esperaba, que me contenía, recordándome que es solo una novela. Rumplestinksin 3, Dr. starks ½ (avanzó con sus investigaciones: ahora sabía que buscaba a la madre del señor R, y que la había tratado en aquel hospital precario, información brindada por el Dr. Lewis y reafirmada por Rumplestinskin mediante un poema publicado en el ‘Times’).

*Breve acotación parte 2: El Dr. Lewis resultó ser ni más ni menos el padre adoptivo de esos 3 niños que quedaron huérfanos luego de que su madre se quitara la vida debido a una serie de problemas tanto familiares (violencia doméstica) como financieros. Sí. Ellos 3 planearon su venganza a quienes no han querido brindarle su ayuda a esa pobre mujer. Y sí, adivinen a quién atendió el Dr. Starks en sus últimos años como residente en un hospital precario. Al término de 15 días, la madre de 3 hijos, la señorita Claire Tyson decidió quitarse la vida como única opción.*

¿Que pensé yo luego de haberme informado de esto? Lo que recorrió mi cabeza fue lo siguiente: ¿Qué clase de nivel de psicópata debía llevar el Dr. Lewis como para encaminar a su propia familia por el mismo destino? Pero si me centro en aquello sería irme un poco por las ramas del tema central que estoy tratando. Continuemos…

En la vuelta a su hogar, se encuentra compartiendo un asiento de tren con Merlin, quien en ese preciso momento le aclara que no sólo es el abogado de la supuesta víctima, sino también un leal cómplice del juego de Rumplestinskin: “Bueno, doctor. Tictac, tictac. La respuesta a su pregunta es: le queda menos de una semana”. ”Es importante que entienda que todo es posible: simular un accidente automovilístico, presentar una denuncia por acoso sexual, invadir sus cuentas bancarias, matar a sus familiares, sus amigos, o incluso sus conocidos…”. Ira, impotencia y más ira hacia el tono sarcástico de Merlin. Ya estaba superando mi paciencia, no logro entender cómo el Dr. Starks se limitó a lanzarle un puñetazo directo a su nariz.

Al momento de llegar a su departamento, logró ver a unos coches de policía junto con los bomberos estatales y un coche de ambulancias, todos rodeando la edificación. Al parecer un “tapón” en el flujo de cañerías del 5ªto piso en el que vivía explotó, destrozando el piso entero.

Hogar: completamente arruinado. Rumplestinskin 4, Starks... ¿Importa ya? Lo que importa es que ya no le quedaba nada por arruinar en la vida de este hombre: su hogar, su reputación, su carrera, su poder económico, sus amistades. El doctor R estaba consiguiendo su fría venganza. Y yo moría por asesinarlo a golpes. La desesperación me aplastaba, no sabría si podría soportar que se rompiese algo más en su vida.

Ricky se sentía culpable por su entorno “las personas a quienes toco se convierten en vulnerables” Se dijo. Comenta que “la sensación de impotencia y temor volvió a surgir en él”, tanto como en mí, y por el hecho de que le quedaban 62 horas de juego y hasta entonces sólo sabía que se trataba de una mujer que atendió de joven “Ricky se acerca cada vez más, en su búsqueda hacia atrás. La ambición la mente le nubló, y lo que decía la mujer ignoró. La dejó confusa, a la deriva, tan perdida que le costó la vida. (..) Hay algo que Ricky no puede olvidar: tiene sesenta y