“EVALUACIÓN DE LA COMPRENSIÓN LECTORA”
Enviado por tomas • 14 de Diciembre de 2017 • 2.170 Palabras (9 Páginas) • 394 Visitas
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- Aprender
- Practicar la lectura en voz alta
- Exponer un trabajo
- Obtener información precisa
- Seguir instrucciones
- Revisar un escrito
- Entretenerse
- Realizar una representación teatral
- Buscar aplicaciones, formular y dar respuesta a variadas preguntas, entre otros.
Otras actividades para este primer momento hacen referencia a responder a la pregunta:
¿Qué sé de este texto?, lo que permitirá que los niños y niñas socialicen las experiencias y los conocimientos previos que tienen en relación al contenido del texto.
El tener la oportunidad de pensar, recordar y explicitar la experiencia que se ha vivido, la información que se tiene, lo que se sabe sobre el contenido de lo que se va a leer, la opinión personal, etc., permitirá a los alumnos y alumnas establecer relaciones entre lo que poseen, lo que conocen, con lo nuevo que les entrega o aporta el texto.
Esa asociación produce comprensiones, rectificaciones y aprendizajes más sólidos, ya que solo se puede interpretar algo de acuerdo a lo que ya se sabe sobre ese algo.
Todo aquello que se experimenta y aprende se procesa y se instala en el pensamiento como conceptos, categorías, secuencias, imágenes, sensaciones, entre otras. Por lo tanto, mientras más esquemas se tengan, más posibilidades existen de recordar, inferir, aprender y comprender.
Las preguntas para activar los conocimientos, varían de acuerdo a nuestro propósito y pueden ser:
- ¿Quién puede contar lo que sabe acerca de...?
- ¿Por qué estás diciendo que...?
- ¿Con qué relacionas lo que estás diciendo?
- ¿Cuándo lo pudiste comprobar?
- ¿Qué opinión tienes de...?
- ¿Qué sentiste cuando...?
- ¿En qué se parece o se diferencia...?
- ¿Dónde lo viste, escuchaste o leíste?
- ¿Qué argumentos le puedes dar a tu compañera o compañero que piensa otra cosa de lo que tú acabas de decir?
- ¿Cuál sería la conclusión de...?
- ¿Qué nuevo aprendí de...?
Además, en este primer momento se pueden realizar actividades que respondan a las preguntas: ¿De qué trata este texto? ¿Qué me dice su estructura?
Las actividades que surgen a partir de este punto son relevantes, ya que les permiten a los alumnos formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto. Esto, además de atraer la curiosidad y por lo tanto la atención que le pondrán a la lectura, incentiva a los alumnos y alumnas a organizar sus conocimientos previos de manera coherente, les permite comparar sus predicciones, validarlas, y argumentar sus posiciones.
De esta manera van construyendo el significado del texto. Las predicciones consisten en establecer hipótesis ajustadas y razonables sobre lo que va a encontrarse en el texto, apoyándose en la interpretación que se va construyendo del texto, los conocimientos previos y la experiencia del lector.
A continuación, se enumeran algunas posibles motivaciones que puede realizar el docente para incentivar la formulación de hipótesis:
- Iniciar una interrogación de la lectura, en base a su silueta (estructura o diagramación), al título y/o ilustración (dibujo o fotografía) que presenta el texto.
- Escribir en la pizarra tres, cuatro o una lista de palabras claves extraídas del texto y solicitar a los alumnos que las lean para que elaboren distintas hipótesis de lo que podría tratar el texto y se obtengan distintas versiones fundamentadas sobre la misma historia.
- Realizar la misma actividad anterior, pero elaborando una hipótesis de todo el curso o por grupos, donde todos aportan, las escriben y luego de leer las comprueban.
- Invitar a los niños a leer en voz alta las primeras tres líneas del texto y pedirles que hagan sus predicciones y las argumenten. También pueden dar dos o tres alternativas que pueden suceder en el relato que leerán.
- Seleccionar y leer a los alumnos un diálogo, suceso u oración presente en el texto, como clave para hacer sus hipótesis.
- Invitar a dibujar una secuencia de una posible evolución de los hechos que leerán.
- Pedir que anticipen las respuestas que el texto puede dar a determinadas preguntas.
- De acuerdo a alguna pista, desafiarlos a que anticipen la moraleja o lo que se supone que quiere enseñarles el texto.
Segundo momento: Durante la lectura
Las estrategias referidas a este segundo momento se aplican mientras los alumnos están leyendo y permiten monitorear la comprensión de la lectura, estableciendo inferencias de distinto tipo, releyendo las partes confusas, confirmando o rechazando las hipótesis previas. Además, ellos pueden comprobar su propia fluidez y velocidad lectora, tomar decisiones ante errores o fallas en la comprensión, reconocer palabras, oraciones o contextos relativos a conceptos elementales de la lengua (ortografía, vocabulario y gramática) que el profesor ha planificado. Por ejemplo: que los niños y niñas, mientras leen, subrayen en el texto los nombres o sustantivos propios, las oraciones interrogativas, algún fonema en estudio o complejo, los contextos que permiten deducir el significado de una determinada palabra, etc.
Es importante recordar que todas las actividades que se realizan deben estar en función de mejorar la comprensión.
Considerando el propósito que se tenga, el texto puede ser leído en voz alta por el docente, y dependiendo del grado de autonomía que los niños y niñas van alcanzando podrán leer en forma independiente (en silencio o en voz alta) el texto seleccionado.
Una de las actividades que se pueden realizar es
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