El Laberinto de la Soledad EL PACHUCO Y LOS OTROS EXTREMOS
Enviado por Albert • 17 de Abril de 2018 • 929 Palabras (4 Páginas) • 502 Visitas
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LOS HIJOS DE LA MALINCHE
Este último nos habla acerca del malinchismo en nuestro país.
Una persona es malinchista cuando tiene tendencia a preferir lo extranjero frente a lo nacional. Una persona malinchista es aquella que tiene el deseo de creerse de algún país extranjero a su país de origen sin antes pertenecer a él.
"Malinchista" viene de la india azteca Malinche, que según cuenta la historia, se enamoró de Hernán Cortez, que la llevó a España como una princesa india. Como traicionó a su pueblo por el amor a Cortez, todo aquel que mira con buenos ojos a lo que viene de afuera, o lo europeo, despreciando su propia tierra, se lo llama malinchista.
La famosa maldición de "Malinche" es algo que nos caracterizó a los latinoamericanos desde la conquista, miramos como bueno todo lo que llega de Europa y desestimamos lo que viene de tierra adentro. Y vemos con mejores ojos a un rubio europeo que a un indio que baje de la sierra. Esta es la maldición de Malinche, que todavía, lamentablemente, la seguimos padeciendo.
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la Madre. No una Madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
Todo esto concluye con La Reforma que es la gran Ruptura con la Madre. Esta separación era un acto fatal y necesario.
De ahí que el sentimiento de orfandad sea el fondo constante de nuestras tentativas políticas y de nuestros conflictos íntimos. México está tan solo como cada uno de sus hijos.
El mexicano y la mexicanidad se definen como ruptura y negación. Y, asimismo, como búsqueda, como voluntad por trascender ese estado de exilio. En suma, como viva conciencia de la soledad, histórica y personal.
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