Analisis del capitulo 1 y 2 Laberinto de La Soledad

...

El lenguaje que utiliza el mexicano etiqueta las acciones que éste debe cumplir, como el típico “macho” que no debe “rajarse” ya que sí lo hace es un poco hombre, si entrega su confianza a otro ser humano “ya se abrió” considerándolo un hombre débil ante la sociedad. Delimita las acciones o actitudes mediante dichos o refranes.

Su nivel de “macho” u “hombría” se mide en lo que hace o no hace, ante el ataque que muestra hacia el exterior, y como se defiende del mismo. Desde pequeños se les enseña a sufrir, y ser digno de ese dolor; los grandes héroes son indiferentes a este dolor o al peligro mismo.

Habla de la calificación de la mujer en la sociedad, de cómo en esos tiempos solo se creía que la mujer debe ser “ama de casa y con la pata rota”. La mujer no puede ser dueña de ella misma, porque se considera traición hacia su persona.

La mujer resiste esto y no protesta su sufrimiento, con el paso del tiempo la mujer crece y adquiere las mismas ventajas y atributos que el hombre tiene.

El mexicano vive lleno de mentiras, ocultando lo que carece y creyendo ser alguien que no es.

Reflexión:

Octavio paz, hace referencia a puntos muy importantes, impactan demasiado, ya que la publicación fue hace más de 60 años, y ciertas características siguen presentes en nuestra sociedad, como nos queremos adaptar cada vez a otras culturas ajenas, como adaptamos modismos norteamericanos, como vivimos en una fantasía, donde planteamos que “la vida es mejor fuera de México”, que para alcanzar nuestras metas debemos migrar al extranjero. Ignoramos de dónde venimos, y, además nos comportamos diferente frente a cada situación. No somos la misma persona con nuestros padres que como lo somos en la escuela, o con amigos, etc.

Otro tema importante es la conducta del hombre y la mujer, en la actualidad la manera de pensar del ser humano ha cambiado considerablemente, sin embargo existen personas conservadoras, en donde su ideología de opresión y machismo prevalece.

La aceptación y el respeto a diferentes grupos sociales, preferencias y creencias van aumentando. Sin embargo aún existen esas actitudes donde el macho no debe “rajarse”.

Aún creamos fantasías en nuestro mundo, alejándonos de la realidad, aislándonos por completo. Es verdad, en ocasiones creemos que el ser realistas, es ser pesimista, pero no es así, en ocasiones es necesario ver las cosas como son, aunque nos duela, puede que nos afecte menos en ver las cosas así que caer en la realidad que no sabíamos que existía rompiendo ilusiones.

Opino que a pesar de la fecha de publicación de este libro, no se encuentra tan alejado de la situación actual en la que vivimos, lo que quiere decir que en 66 años, el mexicano