Ensayo: La civilización del espectaculo

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La frivolidad es “una manera de entender el mundo, la vida, según la cual todo es apariencia, es decir teatro, es decir juego y diversión”, la política es claro ejemplo de la frivolización que vive esta época, donde los medios de comunicación le otorgan el poder de la opinión pública a personas que muchas veces no están calificadas del tema, pero se lo dan por su presencia mediática, donde, los políticos buscan el apoyo no de los más eruditos del tema, sino que de los que tiene mayor presencia en el medio como los artistas aunque ellos no sepan nada de política.

La política se ha banalizado tanto como la literatura, el cine y las artes plásticas, donde en una campaña de nuevo el principal protagonista es la publicidad, dejando de lado los programas, razones, ideas y doctrinas.

A la civilización del espectáculo ya no le importa las nuevas propuestas que trae un político, ellos prefieren saber cómo se viste, que come, con quien se ve, cuáles son sus secretos e incluso su vida sexual.

Por último, es importante mencionar el papel del periodismo en esta civilización

Una de las consecuencias principales de convertir el entretenimiento y espectáculo en el centro de una sociedad, radica en que en el mundo de la información también se va insensibilizando, las noticias dejan de ser el foco principal a tomar un papel secundario. Sin siguiera proponérselo el periodismo poco a poco se va convirtiendo en una prensa light “ligera, amena, superficial, y entretenida que, en los casos extremos, si no tiene a la mano informaciones de esta índole sobre las que dar cuenta, ella misma las fabrica”.

La prensa en la actualidad se ha convertido en otra herramienta para el entretenimiento y para aumentar la morbosidad, ya que es más importante conocer la vida privada de otro, mucho mejor si este otro tiene una figura pública, dar a conocer imágenes que dañen la integridad física y moral de las personas, alimentar el morbo de los televidentes, que dar a conocer una noticia de verdadera relevancia y con información verídica, sin tintes amarillistas.

Lastimosamente el medio de comunicación que tiene una idea diferente y correcta de dar la información, está destinado a desaparecer.

Y si cabía alguna duda de mi opinión sobre este tema mi único comentario es que SI estoy de acuerdo con lo que plantea Mario Vargas Llosa en este capítulo.

Capítulo 2: Breve discurso sobre la cultura

Para comenzar según Mario Vargas Llosa la cultura significa “Una suma de factores y disciplinas que, según amplio consenso social, la constituían y ella implicaba: la reivindicación de un patrimonio de ideas, valores y obras de artes, de unos conocimientos históricos, religiosos, filosóficos y científicos en constante evolución, el fomento de la exploración de nuevas formas artísticas y literarias y en la investigación en todos los campos del saber”.

Sin embargo, la cultura siempre se ha visto dividida entre: los que la cultivaban, la enriquecían y la hacían prosperar y los que se desentendían de ella, la despreciaban o ignoraban, o simplemente eran excluidos, pero, en la actualidad el termino de cultura ha desaparecido progresivamente, porque después de todo “nadie es culto si todos creen serlo” ya que el contenido mismo de la verdadera cultura ha sido rebajado de tal forma que todos creen conocer de ella.

Pero, una cosa es cultura y otra muy distinta es cultura popular, términos que se confunden, mezclan, o simplemente lo toman como lo mismo, cuando en realidad son términos muy diferentes: La cultura “Se conserva y brota en los salones, palacios, conventos y bibliotecas” en cuanto la cultura popular “nace y vive en la calle, la taberna, la fiesta, el carnaval.

La cultura popular se caracteriza por exagerar y burlarse de la cultura o alta cultura.

Debido a la mediatización que se ha tenido de la cultura, hoy todos somos cultos o en realidad no lo somos tanto, ya que nunca hemos visitado una exposición de pintura, ni hemos leído un buen libro, escuchado música clásica o tenemos conocimiento de temas científicos, filosóficos, tecnológicos o humanitarios.

En esta nueva situación en la que todos sabemos y no sabemos, han desaparecido como ya se dijo las jerarquías donde unos eran más dueños que otros de la cultura, pero, según Vargas Llosa se necesita esta jerarquía donde una elite “conformada no por la razón de nacimiento ni el poder económico o político sino por el esfuerzo, el talento y la obra realizada y con autoridad moral para establecer, de manera flexible y renovable, un orden de prelación e importancia d los valores tanto en el espacio propio de las artes como en las ciencias y técnicas”.

Desde mi punto de vista, Mario Vargas Llosa es un poco cerrado en cuanto al tema de la cultura vs la cultura popular, yo considero que debería haber un equilibrio entre ambas, en donde la cultura sea de todos y no solo de una “elite” como lo plante Llosa, y si dicha cultura se lleva a través de los métodos de la cultura popular está bien, el problema radica en el hecho que la cultura popular en lugar de promover el conocimiento de la cultura lo ridiculiza centrándose más que todo en entretener, cuando lo mejor sería que entretuviera pero enseñando estos conocimientos.