Ensayo de "El mundo según Garp"

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Al yo tomar la decisión de estudiar Enfermería y Obstetricia la respuesta de mi familia no fue muy grata que digamos, el “Ideal” que ellos tenían para mí era ser médico o cirujano dentista, pero ese no fue mi plan. Comenzó con las clásicas platicas de “Eso no es lo mejor para ti” , “tu puedes dar más” etc. Tratando de convencerme de que la enfermería no era una buena carrera para mí, gracias al estigma en que se tiene a la profesión.

Mi papá tiene 11 hermanos sanguíneos, y otra familia que básicamente lo “adoptó” que son 6 más, entre ellos y mis primos que son mayores de 25 años se juntan aproximadamente más de 35 personas, 35 personas que en determinado momento llegaron a decirme la misma charla que mi familia nuclear mencionó, en particular hubo un día en el que todos hacían críticas “constructivas” hacia mí persona, y cuando digo “constructivas” más bien eran destructivas, ya que no aportaban nada y solo intentaban desacreditar la profesión que quería ejercer. Jamás lo lograron. Después de aproximadamente 30 min. Un tío (al igual que yo) se hartó, se levantó y dijo “Haber ¡ya!, si él quiere estudiar eso, eso debe decidir , al no apoyarlo ustedes si se equivoca se equivocará solo, pero si tiene éxito su éxito también lo disfrutará solo.”

Entiendo a Jenny por la decisión o decisiones que tomó, ya que quería cumplir sus sueños y seguir su vocación y su idoneidad.

Un estudio realizado a nivel mundial por Gallup revela que sólo el 13% de los trabajadores se siente comprometido con su trabajo. Eso significa que tienen un sentido de pasión por su trabajo, una profunda conexión con su empleador y pasa sus días innovando e impulsando a su empresa.

La gran mayoría alrededor de 63%, está “no comprometido”, lo que significa que no están contentos, pero no de manera drástica. En resumen, están fuera de sintonía, son sonámbulos de oficina y dirigen poca energía a su trabajo.

Un total de 24% es lo que Gallup llama “activamente desconectado”, es decir que prácticamente odia a su puesto de trabajo. Socavan los logros alcanzados por sus compañeros de trabajo.

Sumemos las dos últimas categorías y obtendremos el 87% de trabajadores de todo el mundo que, según Gallup, “están desconectados emocionalmente de sus lugares de trabajo y tienen menos posibilidades de ser productivos”. En otras palabras, el trabajo es más a menudo una fuente de frustración de una de satisfacciones para casi 90% de los trabajadores del mundo. Eso significa que la mayoría de los lugares de trabajo son menos productivos y menos seguros de lo que podría ser y los empleadores tienen menos probabilidades de crear nuevos puestos de trabajo.

Si Jenny Fields hubiera seguido los consejos de su familia o de la sociedad hubiera sido sin lugar a dudas una más de ese 90% de las personas que no ama su trabajo, limitando así sus capacidades y no ejerciendo su vocación, no haciendo caso a su idoneidad.

Desgraciadamente de niños nos dice “Tu de grande vas a ser lo que tú quieras”, pero llegamos a la edad de decidir que ser y cambian completamente su forma de pensar, ahora preocupándose del dinero, del futuro, de la bolsa de trabajo, del estigma de esa carrera, si es una carrera para “hombres” o para “mujeres”. Enfermería, históricamente, ha sido siempre una profesión “para mujeres” ya que desde los aztecas se les atribuye el cuidado, siendo este el objeto de estudio de la enfermería, sin embargo las cosas van cambiando y se van abriendo puertas que hace tan solo unos 10 años jamás se hubieran abierto, precisamente por los estigmas apropiados a la profesión.

Nuestra vida la limitamos nosotros mismos, independientemente de lo que diga la gente nosotros decidimos limitarla, no estoy diciendo que no afecta a opinión de los demás, sin embargo , a pesar de las afecciones que genera el ambiente en el que nos desarrollamos está en nosotros decidir seguir o detenernos. Nosotros tenemos la capacidad de vivir agradando a la gente o agradarnos a nosotros mismos, no se trata de ser egoísta, pero es muy importante cumplir nuestras metas personales, y creo a veces nos preocupamos más por el gusto de los demás que por el nuestro. Una cosa es ayudar y apoyar a las personas y otra es que te pongas de tapete para que te pisen.

Ciertamente la enfermería no es muy bien vista en hombres, pero siendo mi suelo este no me importa romper paradigmas, no me importa salir del corral para encontrar algo más alla de los contornos y limites planteados de esta sociedad, me interesa mucho ayudar a las personas, y yo por eso estoy en esta carrera, por amor a mi sueño que se fusiona con el amor que tengo a las personas y a que salgan adelante.

Jenny Field me enseñó que sin importar tu sueño tu puedes ir por él, auqnue tengas el mundo en tu contra, aunque tu familia no te apoye, aunque tus ideas salgan de lo normal tu puedes crecer y convertirte en aquella persona a la que agradezcan por hacer crecer el redil.

No se trata solo de vivir, sino de contagiar de vida a las personas que ya se les fue esa ambición de vivir.