Ensayo de ¿Nos vamos o nos quedamos?
Enviado por tomas • 5 de Noviembre de 2018 • 1.597 Palabras (7 Páginas) • 294 Visitas
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La autora une lo que son los cerebros y los corazones donde ambos visitan las zonas turísticas, lugares que el cerebro extraña de su país natal. Ya a este punto el cerebro demuestra arrepentimiento de no haber permanecido en su isla y piensa en quedarse, pero el corazón le da fuerzas para que el cerebro siga hacia delante en su camino. Por último, se separa el cerebro y el corazón. El cerebro vuelve a su vida normal y tiene todo lo que el quería, mejor economía, más seguridad y mejor calidad de vida, pero aun así le hace falta lo que es su patria, lugar donde el cerebro quisiera permanecer, por otro lado, el corazón permanece en su país natal y vuelve a las mismas rutinas de luchar día a día por lo que anhela. A diferencia del cerebro, el corazón tiene lo que el cerebro desea tener, pero a su vez el corazón desea tener la vida del cerebro.
En los últimos años se ha intensificado la cantidad de puertorriqueños, que decidieron partir hacia otros países en busca de nuevos caminos. Aproximadamente 576,000 puertorriqueños emigraron en la última década, lo cual muestra que el fenómeno aumentó en los últimos años. Las décadas de 1940, 1950 y 1960: rumbo a Nueva York. Estos períodos marcaron el comienzo de una tendencia migratoria en Puerto Rico. Aproximadamente 600,000 personas abandonaron el país y se dirigieron principalmente a Nueva York. ¿Por qué? El avance industrial y el abandono de la agricultura que motivaron a personas de bajo nivel académico, y con poco o ningún conocimiento del inglés, se dirigieran a la ciudad cosmopolita.
El primer éxodo puertorriqueño importante que se conoce en la historia ocurrió a principios del siglo XX. Conforme al profesor Rosario Natal (2001), la migración que abarcó el período entre 1900 y 1915 se debió a influencias socioeconómicas, ya que la invasión de los Estados Unidos en 1898 fue un detonante de la pobreza que sufría la Isla en ese momento. Para el año 1901, el gobernador Allen certificó un promedio de 6.000 habitantes que migraron hacia los Estados Unidos de América, cifra que llegó a 90.000 para el año 1944. Y es que las oportunidades estaban, ya que se abrió la brecha de la libertad para viajar a diferentes estados del continente, los vuelos eran más económicos y el mercado laboral era abundante. Para ese entonces, Puerto Rico vivía un período de pobreza inmensa cuya causa principal se atribuyó a la invasión de los norteamericanos y la Segunda Guerra Mundial.
Definitivamente, todos acuerdan que el desempleo, la crisis económica y la calidad de vida son factores determinantes para migrar a otro país más desarrollado. Cuando las personas deciden migrar es porque ven el estancamiento económico y buscan alternativas para conseguir trabajo o ganar más por el bien propio y/o de sus familias como había mencionado anteriormente. De hecho, está pasando: "La crisis económica ha levantado una nueva oleada migratoria con cifras extraoficiales que apuntan hacia más de 3.000 personas que se van cada mes". Es decir que, en la actualidad, Puerto Rico cuenta con un estimado de 3,5 millones de puertorriqueños (40%) versus 5 millones que residen actualmente en los Estados Unidos (60%); para el 2003, era de 3,8 millones de habitantes (Otero, 2014b). Y es que la mayoría optan por irse con toda su familia y por eso se agrava más la crisis.
Los cerebros cuando llegan a la isla surge una fascinación por repentina por la arquitectura y por las áreas turísticas de la isla. En cambio, los corazones que se quedan sueñan en como sería si estuvieran allá. Los corazones son aquellas personas que a pesar de enfrentar la criminalidad y no tener una buena estabilidad económica permanecen en su patria, luchando día a día por alcanzar sus metas.
En fin, volviendo al título del ensayo donde nos dice que; Los cerebros se van y el corazón se queda, pienso que es que la mayoría de los profesionales de Puerto Rico, cuando terminan sus estudios y no encuentran oportunidad de trabajo se van para los Estados Unidos u otros países. Sus cerebros se van a trabajar, a forjar un mejor futuro, pero sus corazones se quedan en su patria con sus familias y amistades. Se alejan físicamente de su patria, pero su corazón y sus sentimientos se quedan y lo enfatiza cuando señala que estos emigrantes se pasan leyendo, llamando e investigando todo sobre su lugar de origen, porque lo extrañan y lo añoran. Espero que pronto llegue el día en que esto no tenga que ser así y nuestros profesionales puedan quedarse todos a servir y trabajar en su nación pues de esta manera tendremos un Puerto Rico mejor.
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