Ensayo el cancer de México

...

Conforme fue creciendo este imperio, sus estrategias fueron cambiando y empezaron a comerse al país llenado de corrupción e impunidad al sistema legal, burlándose ahora de las normas y adquiriendo socios dentro del gobierno, sembrando sus raíces en todo el sistema legal, logrando protección absoluta a sus productores y distribuidores, lo cual condujo a que estas organizaciones criminales se especializaran en la logística para exportar y controlar las principales rutas de acceso a EUA.

El hecho de que el narcotráfico lograra sobornar y entrar en a nuestro sistema legal pudo denotar la inestabilidad de nuestro país y la total debilidad del Estado para proteger el estado de derecho de las personas y para generar el desarrollo económico y social, poniendo en charola de plata la seguridad y economía de nuestro país.

Proporcionando al narcotráfico todas las herramientas para su expansión y consolidación de su emporio, además del aumento de consumo de estas sustancias de parte de nuestro vecino Estadounidense, en este periodo fue notoria la tolerancia de parte de las autoridades de nuestro país para todos aquellos que tenían cultivos de drogas siendo aún más clara la coalición del gobierno con el narcotráfico, al estar en unión los grupos políticos locales con las organizaciones criminales, dando a entender que en ese momento los principales jefes estaban dentro del gobierno y por ello había tantas consideraciones y protección a estas organizaciones, pero con lo que no se contaba era que se les saldría de las manos y crecerían más que el mismo poder político local abriendo paso a los grupos delictivos que en la actualidad existen como la familia michoacana, los zetas, el propio cartel de Sinaloa y el más reciente el cartel de Jalisco nueva generación.

dichos carteles eran tan fuertes que ya no podían ser controlados por los pequeños grupos políticos locales si no que iban a estar involucrados personas dentro de instituciones federales o incluso militares generando mucha más protección y descontrol de esta enfermedad como es el narcotráfico al grado de llegar a compararla con un cáncer social en el que no le importa nada más que su propio beneficio y la adquisición de más poder, consecuencia de esto paso de ser una fuente de ingresos y empleo a cargo del gobierno a privatizarse y criminalizarse totalmente.

El hecho de que el narcotráfico se privatizara y dejara de pertenecer a los pequeños grupos políticos locales produjo grandes consecuencias tanto dentro como fuera de la organización, esta se comenzó a fragmentar cada vez más teniendo más gente al mando y dentro del gobierno más personas compradas por diferentes carteles al grado de no saber con quién se estaba tratando, generando también más presión política y desconfianza social por parte de los gobernantes al ver el descontrol total que tenían esta célula, teniendo que entregar como vulgarmente se dice cabezas poniendo nombres de narcotraficantes.

En los últimos años ha sido la misma historia siempre se atrapan a narcotraficantes pero casi nunca a las cabecillas, hemos visto gobiernos de distintos partidos que solo nos han demostrado incompetencia e impunidad y, sobre todo na falta de compromiso con los grandes intereses de la nación y la sociedad; antes bien, siempre en favor de los réditos económicos y políticos de unos pocos la clase alta y sobre todo los políticos, dejando a un lado al resto de la población que son los que sufren directamente este mal.

En general, el desempeño del país deja mucho que desear, reprueba en muchos rubros no solo políticos si no sociales, económicos e incluso culturales, no se cumple con el fin primordial del estado que es la seguridad social.

En el sexenio de calderón se quiso hacer un supuesto cambio integrando una política anti narcóticos; desde el inicio de su gestión se instrumentó una “estrategia” en la lucha contra los narcotraficantes la cual consistía en desmantelar la protección que las organizaciones delictivas recibían de las policías (estatales como municipales) que a su vez se convirtieron en los chivos expiatorios, lo cuales se encargaban de alertar a los narcotraficantes de algún suceso que saliera mal con su estrategia o incluso de comprar a funcionarios con más poder.

La lógica de la lucha consistió en que las Fuerzas Armadas (Ejercito y Marina), la Procuraduría General de la Republica (PGR) y la Secretaria de Seguridad Pública Federal (SSPF) se encargarían de depurar las corporaciones policiales: unas desde lo operativo y otras buscando comprobar sus nexos con la delincuencia y en consecuencia llevarlos a prisión.

Su argumento principal era que la policía era mala e ineficiente y corrupta hasta los cimientos como ya todos lo sabemos y por tanto debía de eliminarse desde la raíz pero con lo que o contaba Calderón es que el narcotráfico no es como una planta de la que cortas la raíz y te desases de ella, más bien es como una célula cancerígena que penetra hasta los huesos y te elimina por completo, puede ser que a logres controlar por un tiempo pero al final siempre gana la batalla y más si la medicación no es eficiente así como lo fue su plan de ataque.

Calderón afirmaba, a finales de 2011, que para que México pudiera avanzar, necesitábamos renovar esas instituciones, pensando que con eso se erradicaría el problema, sin darse cuenta que lo único que hacía era enfurecer a los leones desatando una guerra entre el gobierno y los carteles, e incluso entre los mismos narcotraficantes por el control de las plazas y las rutas de transporte de drogas o por la jefatura de la organización, provocando una matanza a sangre fría de civiles y cuerpos policiacos, comenzó una cacería en la cual como siempre terminaron pagando inocentes, era común ver a diario noticias de balaceras ya no solo en Sinaloa sino en toda la república mexicana mostrando de esa forma el gran poder que tenían los carteles sobre el país y la ineficiencia de su estrategia una estrategia que claramente estaba fallando y terminando con cientos de vidas.

Así, en el último año y medio (2011-2012) del sexenio se instrumentaron operativos en Acapulco, Veracruz, Tamaulipas y Nuevo León; en cada uno de ellos utilizo el objetivo seguro. Sin embargo la violencia en algunas ciudades o regiones perece no disminuir, al contrario, va en aumento. Lo anterior demuestra nuevamente la improvisación de las autoridades. Lo mismo ocurrió en el sexenio de Vicente Fox cuando se implementaron operativos (México Seguro) sin tener en cuenta las consecuencias de los mismos. [1]

Pero no todo fue malo en la estrategia de Calderón, implemento la Operación Limpieza, la cual se instrumentó a fin de investigar