Ensayo producciòn de textos

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Adicionalmente, hay que tener en cuenta que, la evaluación y la enseñanza son dos procesos integrados, ya que a través de la evaluación se logra observar los alcances de los objetivos planteados en el proceso de enseñanza aprendizaje, debido a ello la importancia de articular estos dos procesos y no dejar la evaluación solamente para el final, ya que se estaría hablando de una evaluación sumativa más no formativa o para el aprendizaje.

En la evaluación formativa se hace fundamental realizar la retroalimentación continuamente a los estudiantes para que así cada uno conozca sus avances o limitaciones, tome acciones correctivas sobre su desempeño orientadas hacía el mejoramiento, situación que ayudará al proceso de aprendizaje y puede llegar a generar motivación en los estudiantes frente a los avances logrados. “de esta manera, una evaluación solo resulta formativa cuando le dice tanto al profesor como al estudiante dónde se encuentran los estudiantes, hacia dónde van y qué necesitan para llegar a esa meta” (Lopez, 2013 p. 26). Sin embargo, se evidencian en el diario vivir de las aulas algunas situaciones que dificultan el desarrollo de buenas prácticas de evaluación y con las cuales día a día se lucha en las escuelas, tales como número de estudiantes, contextos, motivación, recursos, políticas institucionales, entre otros.

Finalmente, en la actualidad, se puede ver cómo en las escuelas el proceso de evaluación difícilmente cuenta con las características de evaluación formativa y en muchas ocasiones esto solo se queda en el discurso del maestro, desafortunadamente, hasta no lograr un alto nivel de compromiso de los docentes en el proceso de evaluación, realizar una articulación de la enseñanza con la evaluación y lograr un proceso de retroalimentación efectivo con los estudiantes que genere motivación hacía el aprendizaje y mejore sus desempeños, difícilmente la evaluación dejará los prejuicios y connotaciones negativas con los que las personas la ven. Ante esta situación el maestro puede apoyar dejando a un lado las presiones y limitaciones que se dan en el aula y empezar por cambiar su propia visión frente a la evaluación y encaminando su práctica hacia la evaluación que realmente promueva y favorezca el aprendizaje.

Referencias

López, A. (2013). La evaluación como Herramienta para el aprendizaje. Conceptos, estrategias y recomendaciones. Bogotá: Cooperativa editorial Magisterio.

Ferreres, V., & Gonzáles, A. (2006). Evaluación para la mejora de los centros docentes. Madrid: Wolters Kluver España S.A.

Verdejo, P., Encinas, M., & Trigos, L. (2011). Estrategias para la evaluación de aprendizajes: Pensamiento complejo y competencias. México D.F: Innova Cesal.

Avendaño, W., & Parada, A. (2012). El mapa cognitivo en los procesos de enseñanza aprendizaje. Investigación & Desarrollo, 20(2011-7574), 335-365. Tomado en Octubre 15, 2015, de http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/investigacion/issue/view/312