Entrechocar de olas

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Existe una división que se propone, ésta es fundamental al buscar el porqué de los conflictos generados por la segunda ola, la separación entre producción y consumo. Antes las sociedades eran autosuficientes consumían lo que producían para subsistir, y solo una pequeña parte estaba destinada a intercambio o a la economía de mercado. El industrialismo rompió violentamente esta situación donde todos los bienes y alimentos se ofrecían por otros o por dinero, generando dependencia del mercado. El dinero pasó a ser sistema imperante, la civilización fue más codiciosa, los niveles de vida aumentaron como nunca sumiendo al hombre a una relación de interés en cada aspecto personal. De igual manera hubo una brecha entre géneros, los hombres tenían la responsabilidad de prepararse y trabajar, las mujeres de quedarse y hacer labores domésticas, en otras palabras el hombre salía al futuro, la mujer estaba en el pasado. En suma, se moldeó el comportamiento de la civilización de la segunda ola.

Este comportamiento tiene un código oculto que se hizo visible al extenderse por el mundo, 6 principios lo conforman.

La uniformización crea identidad al producir más de lo mismo siempre, aunque de igual forma los procedimientos y sistemas administrativos se allanaron. Cada cosa que podía sistematizarse: salario, dinero, medidas, personal, información etc. lograba familiarizar a las personas ensamblándolas sumisamente al sistema.

Especialización del conocimiento hacia eficaz y rápida la producción, cada persona dependiendo de sus capacidades físicas y mentales desempeñaría un trabajo específico, mecanizando las personas las tareas resultaban embrutecedoras.

Sincronización en el tiempo para reducir márgenes de error y costos, como principio ha estado desde muchos siglos atrás para cazar, para la guerra. En la cultura industrial todos somos conscientes del tiempo, sabemos que tenemos que levantarnos a determinada hora para cumplir nuestras labores y en el transcurso del día hay espacios para descansar, almorzar y regresar a casa, marchando como un reloj.

Concentración ayuda a mantener el control sobre la población, sujetando al individuo a grupos específicos en sitios determinados, por otra parte el capital quedo en manos de grandes corporaciones que producían la totalidad de algunos bienes y servicios.

Maximización más grande mejor, pensamiento de la segunda ola manifestándose en construcciones, edificios, centros comerciales, parques de diversiones de mayor tamaño. Si lo ponemos en pocas palabras, fue una carrera urbanística entre ciudades.

Centralización del funcionamiento que requirió nuevos métodos administrativos en un mando que integraba todo en una cadena de información ascendente, de igual manera bajo el amparo de las Constituciones, dio a los gobiernos facultades para manejar las responsabilidades y centros de decisión.

Finalmente, hay todo un modelo que desmontar pues la tercera ola se supone es más amigable y aboga por los derechos con equidad y justicia, la esperanza en palabras del autor es que nos dé respuestas sobre nuestro futuro, está en juego la supervivencia, esa lucha por un mundo utópico sigue en pie.