¿Existe la sociedad perfecta?

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Para los ricos, la plenitud es seguir ganando dinero y gastarlo en cosas innecesarias, solo para aparentar ser más que el resto. Es ahí, donde podemos recurrir a “La teoría de la clase ociosa” de Thorstein Veblen, que dice [3]“tanto vales cuanto tienes […] El mal de la clase ociosa nunca se va a acabar, la nocividad de esta clase hacia el esclavo o clase baja”.

El hombre al ser un ser racional e individual en su búsqueda de beneficio propio, de manera inconsciente genera bienestar social. Por ende, dado esto, el hombre mientras no cambie su naturaleza de ser individual por sobre ser un homo social, jamás se alcanzará la sociedad perfecta. Pues el hombre busca su beneficio propio antes del beneficio social. El egoísmo es la primera barrera que se debe superara para alcanzar una sociedad perfecta. [4]"Cada individuo está siempre esforzándose para encontrar la inversión más beneficiosa para cualquier capital que tenga [...] Al orientar esa actividad de modo que produzca un valor máximo, él busca sólo su propio beneficio, pero en este caso como en otros una mano invisible lo conduce a promover un objetivo que no entraba en su propósitos [...] Al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho más eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo."

Pero es aquí donde se encuentra el problema, ya que en una sociedad perfecta las repercusiones debiesen ser al revés… Por busca del beneficio social, se debiese llegar al beneficio propio. La sociedad perfecta entonces no existe y no existirá, pero una de las soluciones más adecuadas para avanzar, es empezar por mejorar los aspectos que hoy en día nos dañan. Sabemos que todos pertenecemos a alguna sociedad, una de éstas y la más cercana a todos nosotros es la familia, que influye más que nadie en nuestra formación para aprender a desarrollarnos en el futuro. Es bastante común que aprendamos las mismas costumbres y valores y que sepamos desempeñarnos con el resto de la misma manera. Para algunos, la sociedad perfecta no es aquella que se rige por un estatus económico, ni mucho menos por ser “títeres” de quien nos imponen las reglas. Sino, regirse en armonía y un balance que pueda apaciguar el orden y empatía social.

Para concluir, la sociedad perfecta no existe ni existirá. Debido a que la desigualdad dentro de cualquier sociedad es bastante amplia y no es posible cambiar la naturaleza del hombre que suele anteponer el beneficio propio sobre el beneficio social. Así que la sociedad perfecta queda como una utopía y es el principal motivo de por qué jamás se logrará un bien común. Es por esto que la sociedad actual va en decadencia y no es posible cambiar aquello.

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