Falacias formales Afirmación del consecuente

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Consiste en forzar a alguien mediante amenazas para que acepte nuestras afirmaciones. Se trata de imponer las ideas mediante el miedo al castigo o a las represalias.

Ejemplo: Esta asignatura es muy importante. Más vale que tú también lo creas, porque o si no voy a suspenderte.

Argumento ad populum (argumento dirigido al pueblo)

Trata de convencer que una afirmación es cierta porque la mayor parte de la gente la acepta.

Ejemplo: Toda la gente que conozco hace trampas al pagar sus impuestos. Por eso yo también lo hago.

Argumento ad verecundiam (argumento de autoridad)

Defiende una afirmación al basarse en que ha sido aceptada por una persona importante. En ocasiones este razonamiento puede ser aceptable, pero hay que recordar que también las personas expertas pueden equivocarse.

Ejemplo: Mi padre dice que el universo es infinito. Como él sabe mucho más que yo, seguro es verdad.

Argumento post hoc, ergo propter hoc

Cuando se afirma que un hecho al suceder después de otro suceso, este va a ser consecuencia de ese suceso anterior.

Ejemplo: Me puse la camisa amarilla y perdí el examen. Así que mi perdida se debe a ese color que me trae mala suerte.

Argumento ad misericordiam (argumento de misericordia)

Consiste en apelar a los sentimientos y las emociones de la persona para incitarles a actuar de una determinada manera. Este es una falacia al carecer de argumentos sólidos que apoyen nuestra posición.

Ejemplo: Profesor regáleme los puntos que me hacen falta para pasar el examen. Con todos los problemas personales que tengo no pude estudiar. Además si llevo a casa esa nota podría caer en una depresión.