Hamlet de William Shakespeare.

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En el castillo, Ophelia se ha vuelto loca tras la muerte de su padre, a manos de su amado y en este mismo contexto Laertes ha regresado de Francia para vengar a su padre y al ver a su hermana en tal estado de locura lo pone furioso. Claudius lo tranquiliza explicándole que Hamlet mató a Polonius y que juntos pueden vengarlo si planean un duelo en el que Laertes pueda matar al príncipe realizando un poco de trampa durante el duelo, por lo que deciden que una espada afilada envenenada y una copa de vino envenenado bastarán para arreglarlo.

Luego Ophelia se suicida por lo que ella recibe un mal entierro ya que el suicidio se consideraba un pecado muy terrible. Durante el entierro de la misma Hamlet está pasando el en el cementerio pensando en la muerte con Horatio cuando el funeral de Ophelia empieza, este pelea con Leartes sobre quien la amo más.

En la última escena, que es el gran duelo que se realiza entre Hamlet y Leartes, todo va según el plan que Claudios ingenio, hasta que es Gertrude quien bebe el vino envenenado por accidente, y mientras tanto, Laertes corta a Hamlet con la espada envenenada confiándose dándole asi a Hamlet, la oportunidad de tomar dicha espada envenenada con la cual, lo hiere, y debido a que los tres tienen veneno en su cuerpo caen al suelo, sin embargo antes de morir, Laertes grita, "¡Todo es la culpa de Claudius!" a lo que Hamlet apuñala a Claudius con la espada envenenada con las ultimas fuerzas y lo hace beber el vino envenenado para que de esta manera el muera al igual que todos los demas.

Mientras la mayoría de los personajes mueren, en esta esena entra Fortinbras de Noruega toma el trono, en este momento Hamlet le dice a Horatio, el único que todavía está respirando, que debe contar la historia de lo que acaba de suceder.