La argumentación a partir de Hamlet de William Shakespeare”.

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Hamlet es enviado a Inglaterra en un viaje suicida organizado por su tío, pero logra percatarse de ello y regresa para terminar con la venganza. Claudio manipuló a Laertes (hijo del difunto Polonio), para que luchase contra su sobrino en un duelo. Como el Rey de Dinamarca no esperaba que Laertes venciera, envenenó la espada de este último y agregó, también, veneno en la bebida de Hamlet.

Al final Gertrudis es quién bebe de la copa envenenada y cae mientras que Laertes y el príncipe luchan; el primero decide contar la verdad, pero ya era tarde porque ambos habían sido afectados por el veneno de la espada en un intercambio de armas que surgió durante la lucha. Hamlet decide que llegó el momento de terminar con el conflicto en su familia y le da un espadazo a Claudio, además de obligarlo a tomar de la bebida envenenada. Una ola de muerte termina arrasando con toda la familia de Hamlet, a excepción de su amigo Horacio, quién con pesar, vive para contar la verdad a petición de su hermano de alma “HAMLET. - Dame esa copa... presto... por Dios te lo pido. ¡Oh! ¡Querido Horacio! (…) Si alguna vez me diste lugar en tu corazón, retarda un poco esa felicidad que apeteces; alarga por algún tiempo la fatigosa vida en este mundo llena de miserias, y divulga por él mi historia...”.

La familia de la mano derecha del Rey de Dinamarca

La familia de Polonio se ve afectada por desgracias ajenas a ellos, ya que todo su sufrir es debido a la problemática que surge de la pelea entre Hamlet y Claudio. Es por ello que creo que su pesar es aún mayor que la de la familia Real de Dinamarca, porque solo son víctimas de las circunstancias. En esta familia se puede notar una relación de mucho respeto por parte de Laertes y Ofelia para/con su padre, que hace que las palabras de Polonio tengan mucho peso sobre ellos; un ejemplo sería los “consejos” respecto de la relación de su hija con Hamlet “POLONIO. - …yo quiero enseñártelo. Piensa bien que eres una niña, que has recibido por verdadera paga esas ternuras que no son moneda corriente. Estímate en más a ti propia; pues si te aprecias en menos de lo que vales (por seguir la comenzada alusión) harás que pierda el entendimiento.”

Ambos chicos demuestran amor por su padre, por sobre todo en el momento de su muerte, lo que les causa un gran dolor y sufrimiento.

Polonio es la mayor autoridad de su familia; es un padre que se muestra protector (tanto con Laertes como con Ofelia). Pero no solo eso, sino que demuestra mucho interés en averiguar las cosas que suceden en castillo, es decir que es un personaje al que le gusta espiar y escuchar “detrás de cortinas”. Él, conjunto de Laertes, creía que Hamlet no era un buen partido para Ofelia, quién toma los consejos de su padre rechazando las muestras de amor del príncipe. Pero cuando este último comenzó a demostrar índices de locura Polonio decide hacer que su hija haga lo contrario a lo que le había ordenado, a fines de obtener información de las razones de su estado “POLONIO. - Paséate por aquí, Ofelia. Si Vuestra Majestad gusta, podemos ya ocultarnos. Haz que lees en este libro; esta ocupación disculpará la soledad del sitio...”.

Cuando este plan fracasó (Hamlet rechaza a Ofelia ya que se da cuenta del porqué de su confesión), Polonio le sugirió al Rey que la Reina se encargase de hablar con su hijo (Hamlet). Mientras que Gertrudis sigue con el “plan”, Polonio espía escondido la conversación con el príncipe; y por ello termina muriendo.

Ofelia no podía creer que aquel que amaba había sido el culpable del asesinato de su ser más querido. Por este conflicto interno consigo misma, termina en un estado de locura que la lleva a la muerte. Ofelia es uno de mis personajes favoritos, ya que demostraba ser muy buena hija respetando las decisiones de su padre a pesar de todo; además de verse forzada a tener diversos cambios a lo largo de la obra por las circunstancias dadas (primero rechaza a su amor por “órdenes” de Polonio; luego ella es la rechazada; y, finalmente, muere de locura por las dos personas que más amaba).

Laertes, quién había estado fuera de Dinamarca durante todo el conflicto, solo llega para ser manipulado por Claudio y terminar muriendo envenenado. Estaba lleno de odio contra el asesino de su padre y causante de la locura y muerte de su hermana. Gracias a ello el Rey tuvo facilidad para manipular sus sentimientos y obligarlo a hacer trampa en la lucha contra Hamlet; lo que no sabía Laertes, es el pesar que agobiaba al príncipe. Justo al final el hijo de Polonio siente una especie de remordimiento y decide ayudar con su último aliento a Hamlet “LAERTES. - No, el traidor está aquí. (…) En tu mano está el instrumento aleve, bañada con ponzoña su aguda punta. ¡Volviose en mi daño, la trama indigna! Vesme aquí postrado para no levantarme jamás. Tu madre ha bebido un tosigo... No puedo proseguir... El Rey, el Rey es el delincuente.”

La familia Real de Noruega

Como lo mencioné al principio, si bien no tiene un papel determinante en el desarrollo del conflicto de la familia de Hamlet, si lo tiene al final. El Rey Fortimbrás, padre del sobrino del actual Rey noruego, luchó contra el Rey Hamlet por la posesión de tierras. Este último salió victorioso y, debido a ello, Fortimbrás (hijo) buscaba recuperar lo que su padre había perdido y vengarlo. Si bien su rebelión fue detenida por su tío, su participación no acaba allí.

Una vez que se dio el catastrófico final que acabó en la muerte de casi todos los personajes, Fortimbrás llega de conquistar un país vecino (esta había sido la condición que aceptó a cambio de no revelarse contra Claudio) y decide quedar a cargo del liderazgo de Dinamarca luego de escuchar el relato de lo sucedido por medio de Horacio “FORTIMBRÁS. –… tengo derechos muy antiguos a esta corona, y en tal ocasión es justo reclamarlos.”.

En síntesis, se podría decir que las relaciones entre las familias de Hamlet se ven consumidas en un círculo de venganzas y odio, donde se ponen los unos contra los otros a fin de lograr sus objetivos. Cabe destacar que, si bien Ofelia y Laertes obedecían a su padre, éste no siempre pensaba en el bien de sus hijos con sus acciones como bien lo he demostrado.