El renacimiento y William Shakespeare

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Las comedias.

El enredo de raíz clásica e italiana fueron el punto de partida para la elaboración de las comedias. El autor estudia todas las clases sociales por lo que constituye un buen reflejo de la sociedad. Sus personajes están lejos de ser estereotipos, son criaturas perfectamente individualizadas. Se infieren los peligros de las actitudes nocivas. Una buena muestra de todo ello son las siguientes obras: La comedia de las equivocaciones, El mercader de Venecia, La fierecilla domada y la más importante El sueño de una noche de verano. (El sueño de una noche de verano fue escrita como divertimento en las nupcias de nobles de la Corte de Isabel I. Shakespeare utilizó una cantidad de fuentes, magistralmente manipuladas desde las Metamorfosis de Ovidio a los Cuentos de Chaucer. El dramaturgo funde esas influencias en un texto donde se presenta el amor en el matrimonio como fuente de conflictos para alcanzar el poder político. Las alegres comadres de Windsor es una obra de comicidad y desenfado en la que los espectadores pueden reconocer los arquetipos de aquella Corte londinense.)

Predominan las obras en tono burlesco, pero algunas se tiñen de gravedad y de melancolía.

Como ya mencionamos antes Shakespeare regresó a la comedia después de dedicar unos años a su teatro más grave. De esta última etapa destaca su testamento dramático La Tempestad.

Las obras históricas.

Una de las fuentes principales en el desarrollo del teatro Isabelino fue la propia historia de Inglaterra. El pueblo reclama con verdadero entusiasmo ahondar en el pasado cruento y belicoso de su país. Y Shakespeare ante esta demanda escribió diez piezas históricas, entre dramas y tragedias. Enrique VI. Ricardo III, Ricardo II entre otros muchos. En estas obras se repasa la historia inglesa. No radica ni en las circunstancias o los episodios concretos del pasado, si no en la pasión con que se presentan las ambiciones humanas, relacionadas en este caso con el poder.

Las obras romanas.

Los entresijos del poder también fueron sondeados por Shakespeare fuera de su país, concretamente en la historia de Roma. Lo importante en estas obras es la profundización en los conflictos internos de sus personajes. La más famosa de la serie de las obras de William Shakespeare ambientadas en la Antigua Roma, la tragedia Julio César nos ofrece una interesante -y atemporal- reflexión sobre diferentes aspectos de la política: la tiranía, el poder, la ambición, la envidia y, por otro lado, el idealismo y la búsqueda del bien común. La obra se escribe en 1599 y se basa en la traducción que sir Thomas North hizo de las Vidas de los más nobles griegos y romanos de Plutarco. Pese a estar ambientada en un tiempo y una época muy lejanos, los paralelismos con la Inglaterra de Shakespeare son evidentes: el poder y la popularidad de la reina Isabel I y Julio César parecen comparables, así como el hecho de que ambos se enfrentan a constantes conspiraciones para acabar con sus vidas. Por otro lado, con una reina ya en la última etapa de su vida, cuestiones como la mejor forma de gobernar el país en el futuro parecían de plena actualidad. Dicho enfoque actual fue acentuado por el propio Shakespeare al introducir elementos anacrónicos en el texto (por ejemplo, un reloj da las campanadas) y, además, la obra en su época fue representada con vestuario contemporáneo, no romano. Esta obra tiene una magnífica versión cinematográfica de Mankiewicz.

Las grandes tragedias.

Este es el género más destacado en la brillante obra de William Shakespeare. Son incontables el gran número de representaciones que existen de sus tragedias en las que suele combinar el verso y la prosa y utiliza en su lenguaje desde la expresión más culta hasta la más familiar.

Entre sus tragedias cabe destacar “Romeo y Julieta”, “El rey Lear”, “Otelo, el moro de Venecia”, “Macbeth” y “Hamlet”.

Para empezar, hablaremos de:

“Otelo, el moro de Venecia”

Fue escrita posiblemente en 1603 y estrenada al año siguiente. Su tema principal es el poder de los celos. Otelo casado con Desdémona es enviado a Chipre como nuevo embajador veneciano. Su esposa se traslada allí con él y con algunos oficiales entre los que se encuentra Yago, que comienza a instigar a Otelo con falsos rumores según los cuales su esposa Desdémona tenía relaciones sexuales con uno de los tenientes llamado Casio. Otelo comienza a sospechar sobre su mujer, aunque ella no sabe nada. Finalmente, Otelo le quita la vida a su esposa y tras su muerte se descubre la trama creada por Yago y Otelo se quita la vida. El personaje de Yago ha pasado a la historia real como un personaje diabólico y manipulador.

Macbeth

Escrita en 1606, está basada en un acontecimiento del siglo XI de la historia de Escocia. Su tema principal es la ambición desmedida y las nefastas consecuencias que puede derivar de ella. Macbeth, servidor y primo del rey Duncan, ve a partir de unas profecías la posibilidad de ser rey. Incitado por su mujer, Lady Macbeth, asesina al rey y comienza una serie de horrendos crímenes para que nada ni nadie se oponga a sus ambiciosos planes. Ligados al tema de la ambición, se muestran los temas de la traición y la deslealtad. Los planes de Macbeth se truncan cuando malinterpreta otra profecía y es asesinado por un personaje en busca de venganza. Anteriormente Lady Macbeth es derrotada por sus propios remordimientos. En Macbeth además del tono de horror y espanto, destaca lo fantástico y lo sobrenatural.

“El rey Lear”

Escrita entre 1604 y 1605, Shakespeare se basó en una novela céltica para componerla. Es probablemente la tragedia de mayor alcance moral ya que en ella se muestran las grandes fuerzas que mueven el mundo: el Bien y el Mal. Este tema se muestra en la historia del rey Lear que en el reparto del reino comete una injusticia con la menor de sus tres hijas. En la obra vemos la ingratitud de las dos hijas favorecidas y el sentimiento amoroso hacia su padre de la hija perjudicada, aunque es incapaz de salvar a su padre del final trágico. El progresivo deterioro del rey que desemboca en locura se produce en un ambiente de naturaleza desoladora. Durante la obra el conflicto entre Bien y Mal se muestra en la aversión entre la fidelidad e ingratitud, amor y odio, lucidez y locura. Tiene un papel fundamental el bufón desde su posición de loco ya que