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Institución: “Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya”

Enviado por   •  3 de Septiembre de 2018  •  1.743 Palabras (7 Páginas)  •  250 Visitas

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Desde el primer día comprendió que las compañías necesitaban tener un propósito. A él no le ofrecieron la posibilidad de desarrollar su espíritu emprendedor y ahora insiste en que toda persona que trabaja para él pueda hacerlo. Motiva a la gente para que piense como dueña, cree que hay que darles participación en la empresa a las personas clave de la organización –no a todas– para que esa gente actúe como dueña.

En su perspectiva, ¿todos los empleados necesitan dotes de liderazgo? Depende de la definición de liderazgo: una es la de liderazgo como visión para motivar a la gente. Hay otra definición más personal que tiene Andrés, y se relaciona con la forma de ver la vida, cómo ser más protagonista y menos espectador en la propia vida. Cree más en esta forma de liderazgo que determina si somos esclavos o libres en nuestra vida.

Además cree en la dimensión espiritual de los negocios. Hay cada vez más cosas en juego. Es el coach de un político y ha podido comprobar que detrás de los grandes escritorios y los grandes mandatos hay seres humanos que tienen preguntas existenciales como cualquier otro. Cuanto más senior son, mayor fragilidad humana tienen y mayor imagen de fortaleza proyectan. Cuando se logra abrir un espacio en esa proyección se encuentra personas con dilemas existenciales profundos, de una dimensión espiritual. Y por espiritual entiende la mirada sobre cosas más profundas y basadas en valores de cada individuo. Se trata de seres humanos con dilemas de valores cotidianos. Su desafío es generar un tiempo y un espacio para que puedan hacerlo. Así, la teórica tensión entre capitalismo y espiritualidad desaparece. Cuando creó Axialent, con su socio querían probar que espiritualidad y capitalismo se podían integrar en una compañía que ganara plata. Y esa es supropuesta de valor.

Intenta llegar a los clientes proponiéndoles mejorar el negocio. Les habla de cultura organizacional, innovación y mayor accountability, pero en el fondo lo que está proponiendo es una forma de vivir de una manera mucho más plena. Si lo vende así, de entrada, no lo compra nadie.

Este tipo de cambios cree que es apto para todas las compañías. Siempre el programa de cambio cultural empieza por la cabeza, por lo que el llama “top team”. La cúpula de la organización necesita vivir el cambio de valores para que se transmita al resto. Lo más difícil de cambiar fue comprender que es un buen constructor de compañías y un mal gerente. Dejó su rol de CEO a una persona interna, mientras sigue conectado con lo que le gusta, que es crear empresas nuevas.

En Axialent su trabajo desde el inicio fue el de comunicar, motivar a la gente y liderar la creación de la compañía, no necesariamente el de ser un buen consultor. Todo este tiempo hizo consultoría porque esa es su esencia. De hecho sus honorarios fueron siempre carísimos, le pagan 12.000 dólares por día de trabajo. Él se considera más un “adoptador” que un creador de contenidos y junto a su socio, Fred Kofman, y otras personas, como Carolyn Taylor, que colaboraron crearon los contenidos únicos que hoy tienen.

Explica que toda situación tiene tres dimensiones: la personal, la interpersonal y la de la tarea. Las tres son igualmente importantes y siempre hay tensiones entre ellas. El gran trabajo que se hace es integrar esas tres dimensiones. Vivimos disolviendo dilemas, no resolviéndolos. Son dilemas aparentes porque se pueden disolver cuando se los comprende cabalmente.

Cree que un falso dilema sería “Despido a esta persona y soy un malvado, o no lo despido y soy una buena persona”. Se puede despedir a alguien de una manera humana e íntegra y haciendo lo que el negocio requiere. Cuando tuvo que despedir gente aprendió a hablar con el corazón, hay una manera de ser firme y suave al mismo tiempo. Con la firmeza de la decisión tomada y la suavidad de la preocupación por la persona. Dar malas noticias es parte del liderazgo y la gente lo entiende.

¿Cómo inspira a quienes trabajan con él? Cree que se toma las cosas en una buena combinación de profesionalismo y seriedad y con la liviandad de un juego, con la dimensión exacta de la importancia de las cosas. Nadie le tiene miedo, y tiene que ver con esa actitud. Hay una fina línea entre buscar la excelencia y no morir en el intento. Le gusta estar mucho más en el proceso que en el resultado, lo que no deja de lado las ganas de salir a “comerse la cancha”.

Hoy su desafío profesional lo ve más por el lado público, probablemente desde una organización no gubernamental en la que trabajando pro bono pueda ayudar a los ciudadanos a vivir mejor. Se ve menos por el lado empresarial, aunque siempre sigue pensando negocios y proyectos nuevos.

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