LA RECUPERACIÓN DE LA AUTORIDAD.
Enviado por Antonio • 30 de Abril de 2018 • 2.520 Palabras (11 Páginas) • 306 Visitas
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6) Las confusiones de la igualdad: La dinámica de la igualdad termina debilitando la noción de autoridad, al no admitir una aristocracia del mérito (Alain Renaut). Las democracias tienden a no reconocer las diferencias, la admiración y la gratitud son sentimientos detestables en la democracia, porque se basan en relaciones asimétricas, necesarias en la actitud hacia la autoridad. “Necesitamos una igualdad en derechos, y una diferencia en proyectos”. En la igualdad hay justicia, pero también injusticia. “La igualdad se da en los derechos fundamentales, a partir de ahí necesitamos instaurar una sociedad que reconozca el mérito”.
7) Los problemas de la autonomía: Al instaurar la autonomía y la conciencia como el último tribunal moral, se está provocando un individualismo que agota la fuerza de la norma moral. Desaparece la confianza en la Razón durante el siglo XX, por los horrores vividos. La era posmoderna es una liberación de todos los relatos, de las creencias fuertes: al final no parecía haber más que la muerte. El sujeto se encuentra libre de la seriedad de las normas morales. La autonomía es un valor esencial del proyecto ético, pero debe ir acompañada de deberes. Sin deberes, los derechos se derivan de la dignidad humana y terminan protegiendo lo que no tiene valor.
8) El sistema de mercado: El deseo de ser se está convirtiendo en un deseo de tener. Los niños originan en los padres deseos de comprar, y estos no pueden rechazarles porque temen traumatizarles o que dejen de quererles, por eso los niños suelen ser mimados. El sistema de mercado, al no estar sujeto por normas éticas, produce un efecto reforzador del sistema permisivo y fomenta continuamente las necesidades.
9) Las confusiones de la tolerancia: Vivimos en una sociedad tolerante, y esto es bueno o malo dependiendo de lo que se tolere. Tolerancia es una noción débil, que significa que el Estado “tolera” las religiones. La noción fuerte es la de justicia: es injusto que el Estado persiga a las religiones. Otro aspecto es la tolerancia a los errores, el margen de flexibilidad que puede tener una cosa sin romper su integridad. El autor considera que el sistema invisible de nuestra sociedad ha debilitado el poder legítimo y la autoridad recibida de la familia y de la escuela. Son instituciones esencialmente jerárquicas, que los críticos consideran contrarias a la igualdad y a la libertad. Muchos intelectuales del siglo XX han querido liberarse de la escuela, al considerarla un “órgano de adoctrinamiento ideológico”. El marxismo consideraba la escuela la encargada de inculcar el sistema de valores del grupo dominante y seleccionar los valores dominantes. Otros manuales para padres consideraban que se resolverían los problemas de la educación familiar si se hacía todo como un juego, algo divertido y poco serio. La austeridad, la disciplina, la preocupación por la salud de los niños, dejaron de ser temas importantes en la educación familiar desde hace tiempo. La escuela que tiene como máxima no dirigir al niño da lugar a procedimientos muy lentos, porque el profesor tiene que renunciar a toda su actividad. La sociedad permisiva emerge de propuestas justas, que tratan de resolver problemas, pero que han producido algunos efectos poco deseables:
1. El desmantelamiento de la potestad parental. Las figura patriarcal se ha visto afectada negativamente, porque se sostenía sobre la discriminación. Esto es justo, pero ha tenido como efecto indeseable que las figuras parentales se hayan desdibujado casi por completo.
2. La evolución de los derechos del niño. Era necesario reconocer los derechos del niño. Convención de los Derechos del Niño, incluye una lista de libertades que es necesario concederle al niño: libertad de opinión, libertad de expresión, de pensamiento, de conciencia, de religión, de asociación, de reunión pacífica, de disfrutar de una vida privada que los adultos deben respetar. ¿Es posible transmitir e inculcar valores? Si y no, sí porque el niño desarrollará sus características y no porque el padre guía al niño para que no fracase en la vida, pero así el niño no va a crecer, crecerá cuando fracase.
3. La bondad del niño. La educación debe permitir que la naturaleza del niño se despliegue libremente; Otros piensan todo lo contrario, los niños son esencialmente perversos y la educación debe ser autoritaria y rigurosa. Los que creen en la bondad del niño defienden la educación permisiva.
4. La educación centrada en el niño. Es una buena idea, pero que de nuevo provoca efectos no deseados. Porque disuaden a los padres de hacer cumplir una disciplina coherente en la familia. El desafío intelectual, el rigor en la escuela, se han perdido por la mala aplicación de esta idea. Lo que se ha logrado es que los niños y los adolescentes estén centrados en sí mismos. La educación está preservando, el deseo de los niños, eliminando cualquier límite o exigencia, es una invitación constante a la comodidad, en lugar de tener obligaciones, debemos seducirnos, lograr el bienestar que predica la publicidad. “En adelante las relaciones entre los hombres están menos sistemáticamente representadas y valoradas que las relaciones de los hombres con las cosas”.
5. El mito de la autoestima. Problemas que ha generado el concepto de autoestima. Por un parte, separada de la actuación real es un espejismo peligroso.
Por este error, los padres y los profesores están logrando que los niños de esta generación sean más vulnerables a la depresión. Damon sostiene que la autoestima debe ser el resultado del logro, y no su condición. Por otra parte, Ulrich Beck describe la tendencia a la individuación en nuestra cultura, que rompe los lazos sociales. La moral surge del vínculo social, de mi responsabilidad hacia la vida de otras personas. La psicología de Dolto se está sometiendo a crítica, porque insiste tanto en la afirmación de la personalidad del niño que se olvida de vincularle a los otros y a la sociedad. “La eliminación de toda responsabilidad en la casa debilita el espíritu de trabajo del niño”.
“La autoridad, cuando se utiliza, se convierte en una fuente de dudas y de culpabilidad. No se sabe ya aplicar ciertas reglas inevitables. Se educa de puntillas. No se osa ser padres”, escribe Didier Pleux. Según Dolto el niño tiene un espacio de libertad muy reducido y todo se juega en los primeros meses. Los psicoanalistas se han centrado tanto en la construcción psíquica insconsciente del niño, que la realidad educativa importa muy poco. Cualquier intervención educativa es castradora del niño, anula su autonomía. La autoridad es también el enemigo, es destructiva y los padres sólo pueden intervenir a petición del niño,
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