La Princesa que cambió el mundo.
Enviado por Ensa05 • 6 de Abril de 2018 • 1.499 Palabras (6 Páginas) • 471 Visitas
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Cuando me escapaba del castillo para dar una vuelta, mi pretexto de diario era de que me encontraba en el jardín leyendo, pero mis padres ya no me creían ese cuento así que tuve que buscar otro pretexto para justificarme, era el de decir que estaba recorriendo el palacio y meditar un rato.
Esa misma tarde salí a buscar al amor de mi vida, todavía no salía del castillo cuando de repente vi que alguien se acercaba al castillo, era él, venía por mí; no encontraba las palabras para saludarlo me quedé congelada. Se presentó como Mateo y el me preguntó sobre cómo me llamaba, solo le conteste: -Soy la princesa ¿acaso no sabes mi nombre?, Mateo me digo: -Soy nuevo aquí no conozco nadie aún más que a usted, su madre y el chofer, pero por favor dígame su nombre; solo le respondí: -Me llamo Alina. Caminamos hacia los alrededores del castillo, charlamos sobre cómo eran nuestras vidas; rápido se hizo noche y me tuve que ir para que no sospecharan mi ausencia durante la tarde, pero antes de irme me dio un beso en la mejilla y me dijo que vendría mañana a la misma hora. Los días pasaban, mi madre no sabía que aquel herrero era el mismo caballero tan apuesto del que le hablé. Mi padre ya sospechaba sobre mis escapadas del castillo, pero lo que no sabía era que me iba a encontrarme con el amor de mi vida.
Todo iba bien hasta que un día mi padre nos sorprendió en el jardín de las rosas, su reacción fue aterradora, estuvo a punto de matarlo con la daga, pero lo impedí, le suplique que se calmara, pensé por un momento que me había hecho caso pero no fue así porque lo mandó encarcelar.
Sentí que mi vida se acabaría pero llegó mi madre a tranquilizarme, le conté todo lo sucedido y sobre la entidad del caballero, mi madre soltó un suspiro y solamente me dijo que la historia se estaba repitiendo y salió de mi habitación sin decirme nada más.
Esas palabras me llenaron de curiosidad hasta que después de tanto tiempo recibí una carta de Mateo que decía:
-Alina amor mío no estés triste, ya salí de prisión en unos días iré por ti para irnos lejos de este lugar, sin nadie que nos atormente o se interponga entre nosotros.
Al leer la carta pensé en las consecuencias que tendría si me iba del lugar, pero no lo pensé mucho; arreglé mis cosas rápidamente para escaparme con Mateo. Esa misma noche vi por mi ventana una señal, era la señal de Mateo, avente mi maleta por la ventana y con una sabana logré salir de mi recámara, todo parecía resultar a la perfección hasta que unos de los guardias nos vieron y mando hablar a mi padre; tratamos de correr pero fue inútil, no podíamos con el peso de mis cosas.
Mi padre y mi madre salieron desesperados del castillo para ver lo que ocurría, cuando me miraron con Mateo y con mis cosas, mi padre sacó una espada y retó a Mateo en un combate. Mi madre y yo estábamos angustiadas, no sabíamos que hacer; al escuchar un gemido nos asustamos, corrimos rápido para ver lo que había pasado; mi padre había matado a Mateo, al verlo no supe que hacer solo lo abracé; algo me dijo que volteara al otro lado, vi a mi padre con la espada enterrada y a mi madre muerta.
A la mañana siguiente hubo honores por parte del pueblo y de otros reinados, los enterramos y se ofreció una misa para su descanso eterno. Ese mismo día varios reino querían tomar posesión del trono pero luché con las pocas o muchas fuerzas que tenía para que nadie que no fuera yo tomara el reino así como así.
Después de tanto luchar, me concedieron reinar el pueblo hasta el día de mi muerte, después de eso el reino vecino mandaría a alguien que gobierne mi pueblo. Me convertí en la primera reina en tomar el trono sin tenerme que comprometerme con un hombre.
¡FIN!
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