La asertividad se ha vuelto muy útil para resolver múltiples situaciones que se presenta en nuestra vida como: trabajo, familia, amigos, etc
Enviado por Stella • 2 de Septiembre de 2018 • 1.576 Palabras (7 Páginas) • 470 Visitas
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Miedo a la desaprobación y al rechazo
Ante la mínima posibilidad de ser rechazado o desaprobado por la otra persona, algunos prefieren tragarse sus sentimientos, hacer lo que realmente no desean, antes que correr el riesgo de que esa persona se enfade. Si sentimos que expresar nuestra opinión o nuestros deseos pueden alejarnos de los demás, puede hacer que esa persona nos abandone, sentimos un miedo irracional que nos impide decir lo que realmente sentimos. Puedes leer sobre este tema en una serie de 7 artículos.
Agresividad Pasiva
El silencio como arma para culpar al otro por lo que sentimos, es una herramienta muy negativa. Negarnos a hablar de lo que sentimos, esperando que la otra persona tenga poderes sobrenaturales y pueda “adivinar” exactamente lo que pensamos o sentimos es una creencia irracional muy arraigada en la mayoría de las personas. ¿Sueles ponerte “de morros” y cuando te preguntan qué te ocurre responder? Nada!? Pues ese comportamiento se denomina agresividad pasiva, e impide la buena comunicación con los demás. Compartir tus sentimientos es mucho más sano que pretender que los demás acierten con sus “adivinaciones”.
Desesperanza
Tirar la toalla, darse por vencido ante la imposibilidad (supuesta) de que la otra persona comprenda lo que queremos decirle. Es probable que sienta que ya ha hecho “todo” lo que podía hacer para comunicarse y piense que su relación no puede mejorar, haga lo que haga. Quizás piense que su pareja es demasiado cerrada para comprender, o para cambiar. Este pensamiento irracional, funciona como una profecía auto cumplida. Al dejar de intentar comunicar sus sentimientos, la relación entra en un punto muerto, y se termina cumpliendo lo que pensaba, por no hablar, por no expresarse. Siempre se puede hablar, incluso aunque a priori pensemos que nuestra pareja no estará dispuesta a cambiar, si le decimos lo importante que es para nosotros que nos comprenda.
Autoestima baja
Otras veces, nos sentimos incapaces de expresar nuestros sentimientos, porque creemos que no tenemos derecho a pedir algo a la otra persona o decir lo que sentimos. Nos hemos convencido que tenemos que estar a la altura de sus expectativas y no defraudar a los demás.
Espontaneidad
Algunas personas creen que decir lo que piensan y sienten cuando está preocupados, ha de hacerse sin “anestesia”, siendo sinceros. Pero ser sincero no significa que podamos herir al otro, sin siquiera pensar lo que vamos a decir. Muchas personas están convencidas que hay que ser “auténticos” y creen que cualquier cambio en su estilo relacional sonará falso o ridículo. Te dejo un artículo sobre este tema.
Presagio
Creer que los demás son adivinos, que están obligados a saber cómo nos sentimos y qué deseamos sin tenerlo que expresar directamente. Cuando nos plantamos en esta actitud, encontramos la excusa perfecta para no decir lo que sentimos, (¡“Debería saberlo!!!”) Luego de asumir que los demás deberían darse cuenta de lo que nos ocurre, solo nos queda rencor, porque el otro no es o no actúa como nosotros queremos que actúe…. sin decírselo, claro! Al no hablar, le negamos al otro la oportunidad de poner de su parte para mejorar la relación.
Martirio
Le cuesta admitir que algo le ha molestado, para no darle al otro la satisfacción de saber que le ha hecho rabiar. Cree que es bueno estar orgulloso de no dar el brazo a torcer, de no expresar sus sentimientos, de ocultar las emociones negativas y sufrir en silencio.
Necesidad de Resolver Problemas.
En lugar de buscar comprender a la otra persona, se enfrasca en una espiral interminable en busca de la resolución del conflicto, pretendiendo que no haya ningún problema, pero sin prestar atención a los verdaderos sentimientos del otro y sin expresar los propios sentimientos.
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CONCLUSIONES
La asertividad es una habilidad, una capacidad de autoafirmar con seguridad y con sencillez y fuerza lo que quiero y lo que pienso, los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás.
La persona no-asertiva o inhibida no defiende los derechos e intereses personales. Respeta a los demás, pero no a sí mismo. La persona agresiva defiende en exceso los derechos e intereses personales, sin tener en cuenta los de los demás. Las personas asertivas conocen sus propios derechos y los defienden, respetando a los demás, es decir, no van a "ganar", sino a "llegar a un acuerdo". Yo gano/Tú ganas.
Llevando un auto registro, se tendrá evidencia objetiva sobre los cambios que se van experimentando en nuestra persona. Si no se realizan las anotaciones regularmente, se tendrá que confiar en la memoria y ésta es un método de auto-observación muy inexacto, tal y como han demostrado múltiples investigaciones.
Olga Castañar nos menciona 3 técnicas para desarrollar la capacidad de la asertividad: la relajación y la respiración, las técnicas de asertividad para discusiones y la reestructuración cognitiva.
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