La casa de los espíritus- Reporte de lectura
Enviado por Kate • 28 de Abril de 2018 • 4.516 Palabras (19 Páginas) • 625 Visitas
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Esteban Trueba pasó solo un poco de tiempo en aquella casa, antes de decidirse por apostarle a las Tres Marías. Las Tres Marías eran una extensión de tierra en la que se alzaba una ruinosa hacienda; era lo único que quedaba del otrora importante apellido Trueba, debido a que la madre de Esteban se había casado con un migrante, quien había despilfarrado su dote y la poca herencia que tenían. Ahora era la única esperanza económica de los Trueba, de tal forma que, apenas hubo llegado Esteban a las tierras ya olvidadas, hizo una serie de reformas, levantando así la vieja hacienda, con ayuda de Pedro Segundo y los demás campesinos del lugar. La vida parecía sonreírle entonces a los Trueba, Esteban, por su parte, no tardó demasiado en embarazar a Pancha García, una criada del lugar, que aunque con un papel insignificativo ahora, cobrará un lugar más importante más adelante.
Al joven Trueba no le basto con violar y dejar encinta a la mayoría de las jovencitas del lugar, sino que además frecuentaba un prostíbulo llamado “El farolito Rojo” en donde conoció a Tránsito Soto, una prostituta de doce años entonces, que pide un peculiar favor a Esteban, un préstamo por cincuenta pesos, que ella quedaba comprometida a devolver en algún futuro, futuro que ciertamente llegaría. Es así que las Tres Marías se convirtieron en una de las tierras más prósperas del lugar, lleno de campesinos y bastardos regados por doquier.
CAPITULO III- CLARA CLARIVIDENTE
Los padres de Clara sentían especial preocupación por la mudez en la que su hija estaba inmersa; nada parecía ayudarla en tal condición. Probaron de todo, desde los infructíferos remedios del doctor Cuevas, quien era el médico de cabecera de la familia, hasta los sustos de la nana, que lejos de ayudar, hacían que Clara arremetiera en improperios escritos contra la pobre mujer y provocaban el descontrol de los esfínteres de Barrabás.
Tras los vanos intentos la mudez de Clara llegó a convertirse en algo bastante usual para los miembros de la casa, que acostumbrados a su silencio, preferían narrar largas historias a Clara, quien respondía con tenues sonrisas o con palabras escritas en la pizarra que siempre la acompañaba. El silencio de Clara sirvió además para asentar sus poderes clarividentes, Clara se pasa los días hablando con los espíritus del aire, del agua, del tiempo; tocando el piano sin abrir la tapa o ideando nuevas maneras de presagiar el futuro. La casa de los del Valle se había convertido en lugar mágico, donde el futuro y el pasado se entremezclaban dando lugar a un caleidoscopio de aconteceres, donde además se violaban sin más las leyes de la física. Es así como la hija menor de los del Valle pasa su infancia, entre silencios tranquilos y la siempre completa compañía de su madre, Nívea.
Cuando Clara hubo acabado de soplar las velas de su décimo noveno cumpleaños, rompió el silencio anunciando su boda con el novio de su hermana Rosa, como ella lo llamó. El impacto de que Clara por fin hablase de nuevo fue tal que nadie recordó lo que había dicho, no fue sino hasta que Esteban Trueba anunció se llegada que Severo y Nívea recordaron las palabras de su hija.
Tras la lastimosa muerte de su madre, Esteban guardo apenas el luto correspondiente para poder así casarse con la hija menor de los del Valle. El día de la ceremonia llegó, pero no duró demasiado, pues la fiesta fue interrumpida por Barrabás que atravesó la sala con un cuchillo encajado en el lomo, buscando el regazo de Clara para poder morir. Tal acontecimiento provocó el aplazamiento de la boda, lo que dio tiempo a Esteban de construir una imponente casa con estilo barroco, donde se mudarán él y su futura esposa, esto también permitió a Férula acercarse a Clara con el fin de no ser echada por su hermano, quien tras descubrir las pocas aptitudes de su cuñada, objetó en quedarse a vivir con ellos, con el fin de ayudar a Clara en los quehaceres que tal casa requería. La relación que forjaron Clara y Férula llegó a ser tan fuerte que quedaría a memoria de las generaciones venideras.
Poco tiempo después de casarse, Esteban y Clara se mudan a su nueva casa, Férula se vuelve una mujer entregada al cuidado de su cuñada, llegando a obsesionarse con ella. No pasó mucho tiempo antes de que Clara anunciara que se encontraba embarazada-Es niña, y su nombre es Blanca- anunció desde el primer día de su gestación.
Y así fue, algunos meses después Blanca vio la luz de la vida, forzada por una cesárea del doctor Cuevas.
CAPITULO IV- EL TIEMPO DE LOS ESPÍRITUS
Cuando Blanca hubo cumplido los tres años, los Trueba decidieron que era hora de pasar una temporada en las tres Marías, sin demasiadas perturbaciones, más que el ajetreo de un viaje con exceso de equipaje, el propósito de Esteban se llevó a cabo. Cuando los Trueba llegaron a las tres Marías, la más emocionada fue Clara, quien vio como un sueño el poder habitar lejos de los tumultos de la ciudad. No pasó mucho tiempo antes de que esa prontitud para el servicio llevara a Clara a una satisfactoria vida en el campo, donde ocupaba todo su día en enseñar a los hijos de los campesinos, en trabajar la tierra, y en ofrecer a las mujeres de los trabajadores discursos sobre igualdad que había aprendido de su madre, sin embargo, esto último enfureció a su marido que tras una rabieta, prohibió terminantemente a Clara seguir infundiendo ideas tan subversivas. Pese a ello Clara siguió con sus discursos, que las pobres mujeres tomaban como objeto de risa, pues nunca antes se había visto que una mujer no recibiese azotes de parte de su esposo, si esto pasaba es que seguramente él no la quería.
Cuando hubo transcurrido cierto tiempo Clara volvió a su estado de languidez y de verlo todo bonito, de hablar con seres inexistentes o de estar siempre en la luna, los habitantes de la casa comprendieron entonces que estaba encinta. Eso llevó a los Trueba de regreso a la capital, para que Clara pudiese recibir una atención médica más adecuada; el viaje fue tan exhaustivo para Clara que esta volvió a su estado de mudez, y no fue sino hasta los últimos meses de gestación que abrió la boca para decir que esperaba gemelos y que sus nombres serían Nicolás y Jaime. Esteban Trueba indignado por tal atrevimiento de su esposa se fue al burdel más famoso de la ciudad, solo para corroborar que la inteligente Tránsito Soto era ahora una exitosa prostituta.
Poco tiempo después los padres de Claras sufrieron un accidente automovilístico en el que ambos perdieran la vida, tal vez Nívea de una forma más horrorosa pues en tal accidente fue decapitada
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