La fe de Blasillo

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En su Oración del ateo, Unamuno descifra la hipocresía de las personas que niegan a Dios pero al mismo tiempo le ruegan. En este soneto, Dios es nada más que una idea y no es una verdad sino un engaño para consolar a los que sufren. San Manuel, es el ateo que finge ser creyente y le alimenta a Blasillo falsas esperanzas de una fe. Pero, si Blasillo no tenia fe, debería de ser ateo? La respuesta es no, porque en esta oración Unamuno sigue burlándose de un ateo que le ruega a Dios, por lo tanto hasta los ateos tienen esperanza. Blasillo no podría ser un ateo ni un verdadero creyente ya que no comprende que es ser ninguno de los dos.

Personalmente, practico la religión católica y creo en Dios. En algún punto, todos hemos dudado de su existencia pero hay algo dentro de nosotros, podría ser la inseguridad o la esperanza, que nos hace creer que Dios existe y nos amprará cuando lo necesitemos. No soy una persona devota que va a la iglesia seguido, pero cada día y noche rezo por mi tranquilidad y serenidad. A pesar de no comprender en su totalidad a Dios, me considero como alguien que tiene fe y que busca la verdad todos los días, y esa verdad es ser feliz. No acepto cosas que me dicen de una ni las repito sin antes cuestionarlas y pensarlas en mi cabeza, lo cual me separa de alguien como Blasillo que hacia lo opuesto. Blasillo no piensa por si solo y repite palabras ajenas sin antes analizarlas, convirtiéndolo en un seguidor con fe ciega.

Cuando San Manuel muere y Blasillo, al mismo tiempo, también muere, Unamuno esta tratando de hacer entender al lector que quien se resiste a examinar los fundamentos de sus creencias es alguien que vive en una mentira y por eso Blasillo nunca vivió la verdad, la cual muere porque nunca la pudo alanzar. La muerte de ambos personajes no significa la muerte de la fe de Blasillo o la del pueblo, si no la lamentable situación que vivió Renada, que estaba lleno de perezosos como los llama Unamuno que nunca vivieron la verdad. Blasillo representa a todos aquellos que no están enterados completamente de los fundamentos de sus creencias y siguen doctrinas ciegamente sin ellos buscar su propia fe o verdad. Este personaje es un ejemplo de todo aquello que Unamuno no soportaba; personas ignorante, seguidoras, perezosas y sin ambición de buscar la verdad en la vida y la vida en la verdad.