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La metáfora del espejo en Los Justos de Albert Camus

Enviado por   •  21 de Junio de 2018  •  1.979 Palabras (8 Páginas)  •  598 Visitas

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“(…)Lo llamamos también el Poeta (…) Dice que la poesía es revolucionaria.”[2] Este diálogo es de Annenkov (líder del grupo) cuando hace mención de Yanek a Stepan, lo cual puede interpretarse como si el revolucionario fuera diplomático y pacifista y, por esto, diera tanta importancia a las palabras, en este caso referidas como poesía.

Esta creencia en el poder de la palabra, hace a Yanek un personaje romántico. Mantiene su idea de auto-sacrifico pero también su naturaleza pacífica. Él no aceptará la idea de sacrificar a civiles e inocentes por la causa: “(…) hará de mi un asesino cuando trato de ser un justiciero.”

La justicia es un motivo recurrente en la historia. Será elemento prioritario en la rebelión. “Yo no amo la vida, sino la justicia, que está por encima de la vida”[3]. Este diálogo de Stepan resalta la filosofía del absurdo de Camus debido a la degradación de la existencia.

Además, si reflexionamos acerca de la relación entre justicia y vida, la primera tiene como objetivo preservar la segunda. Entonces, el asesinar sin importar las acciones de la gente con el pretexto de cumplir el orden, es ilógico.

Yanek al ser el lado romántico dará prioridad a los sentimientos y no al objetivo. “Aquellas dos caritas serias y en mi mano ese peso terrible. Había que arrojarlo sobre ellos….No pude.[4]” La hipérbole del peso de la bomba, destaca su remordimiento al atentar contra la vida de inocentes. No puede asumir esa responsabilidad y, por esto, el fracaso no se debe a cobardía.

Los dos rebeldes sienten amor por el pueblo y desean su liberación pero tienen modos diferentes para expresarlo y lograrlo. Stepan es arrogante por su modo de actuar y pensar, cree en la fuerza como medio de protección y esto funcionaría si la decisión entre lo bueno y malo fuera unánime.

Stepan- Qué importa, si la amamos (revolución) lo bastante para imponerla a la humanidad entera y para salvarla de sí misma y de su esclavitud.

Dora- ¿Y si la humanidad entera rechaza la revolución? ¿Y si el pueblo entero, por el que luchas, se niega a que maten a sus hijos? ¿Habrá que castigarlo también?

Stepan- Si es necesario, sí, hasta que comprenda. Yo también amo al pueblo.[5]

Yanek es noble y sentimental. Busca justicia y el bienestar del pueblo, pero su forma de enfrentar las situaciones se vincula al honor y principios humanos. Este afecto revela su nacionalismo romántico, se sacrificaría por su pueblo. “Pero eso es el amor; darlo todo, sacrificarlo todo sin esperanza de reciprocidad.”[6]

Así mismo, el concepto de amor se maneja de modo diferente dentro del movimiento. Yanek se sacrificaría para salvar el pueblo y Stepan preferiría subyugarlo con el propósito de protegerlo. Como si se tratase de un niño, le quitaría todo con lo que pudiera lastimarse y lamentablemente, los humanos somos autodestructivos.

Ahora bien, esta metáfora también crea un conflicto en la obra. Se combate contra la injustica de la Rusia Zarista pero también con los problemas internos del movimiento, causados por los personajes principales. El grupo revolucionario concuerda más con la ideología de Yanek, pues preferían no involucrar inocentes para lograr el cometido.

No obstante, muestran respeto por el rebelde racional. “Stepan, aquí todo el mundo te quiere y respeta. Pero cualquiera que sean tus razones, yo no puedo dejarte decir que todo está permitido”[7]. Esto ocurre tras el fracaso del asesinato. Creo, el movimiento debía mantener un balance con ambos personajes, no ser tan benevolentes pero tampoco drásticos.

Stepan vive por y para la justicia pero procede de manera egoísta y arrogantes. Yanek también anhela liberar al pueblo pero da más importancia a la vida y honor. Entonces la función principal de la metáfora del espejo será el contraste de estas características.

Así mismo, cabe mencionar que la metáfora del espejo es compleja, depende de muchos elementos para su desarrollo e identificación, como el texto dramático. Por ellos, las acotaciones serán importantes para mostrar desencadenados en cada acto y situación de cada personaje.

KALIAYEV (violentamente): No lo matarás solo, ni en nombre de nada. Lo matarás con nosotros y en nombre del pueblo ruso. Esa es tu justificación.

STEPAN (Con el mismo tono): No la necesito. Quedé justificado en una noche, y para siempre, hace tres años, en la cárcel. Y no soportaré...[8]

La cita previa pertenece a la escena de decisión sobre quién lanzará la bomba en el primer atentado. La acotación del tono, en este caso agresivo, muestra la apatía entre ambos personajes y el espejo. Resalta a un rebelde nacionalista y un soldado que parece actuar por razones personales.

Esto es importante, ya que limitan el panorama de interpretación del lector y, sin importar el diálogo, la emoción mencionada en el texto dramático permite notar el enojo y choque ideológico de Yanek (Kaliayev) y Stepan, el desarrollo de otros elementos y, al lector, entender el mensaje.

Además, harán una relación más estrecha entre autor-lector pues delimitan la interpretación de las ideas, no se hace general y la percepción de cada individuo no influye. El texto es sencillo porque no necesita conocimiento previo para la comprensión del asunto y además desarrolla esta metáfora del espejo.

En conclusión, la metáfora del espejo en la obra teatral Los Justos, tiene la función de contrastar las personalidades de los personajes antagónicos. Las dos filosofías de vida e ideologías de Yanek y Stepan, así como su participación desde el aspecto emocional y racional respectivamente, representan el reflejo del objeto.

La historia muestra que, durante la época de Camus, el sistema no generaba justicia por igual, los de clase alta eran beneficiados y los demás marginados. Por esto, la obtención de libertad mediante la fuerza se representa en la obra; sin embargo, esto no tiene repercusión en nuestra época pero sí una conexión, pues el único modo de acabar con algo establecido sigue siendo la rebelión.

Referencias

- Camus, Albert. Los Justos. París: Alianza, 1950.

- Rodríguez, Julio. Albert Camus y su filosofía del absurdo. Octubre 2012 http://juliollamasrodriguez.blogspot.mx/2012/10/albert-camus-y-su-filosofia-del-absurdo.html [Extraído de la red: 17 de septiembre del 2013].

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