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MAZE RUNNER CORRER O MORIR

Enviado por   •  21 de Abril de 2018  •  9.330 Palabras (38 Páginas)  •  1.115 Visitas

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Se puso a pensar en que todo desde que había despertado era muy extraño; ni siquiera sabía cuántos años tenía, ni como lucía físicamente, así que le pregunto a Chuck; le contestó que parecía tener más o menos dieciséis años, que era alto, pelo castaño, y muy feo.

Chuck le pregunto su nombre, ya que al parecer era lo único que todos lograban recordar.

Ambos se dirigieron al edificio, al entrar, a Thomas le pareció más como una casa embrujada; reunidos ahí habían muchos chicos, entre ellos el que lo había visto amenazadoramente. Thomas los ignoro e intento subir a la parte superior (de donde provenían los aullidos), pero este chico se puso delante de él y se lo impidió, diciéndole que a ningún “novato” se le permitía ver a los que habían sido “llevados”. Thomas lo único que quería encontrar era respuestas a todo lo que le estaba atormentando, pero de repente surgió otra pregunta aun mayor cuando aquel chico le dijo que ya lo había visto antes, después de haber sido “pinchado”, que lo había visto durante “la transformación” y que su llegada al Área no era buena. Nada de eso le parecía conocido a Thomas (pinchar, transformación), pero una ola de pánico lo atrapo, finalmente logro decir que si Newt estaba arriba quería ir y hablar con él. El chico le permitió pasar, disculpándose por lo que había dicho; Thomas sabía que tramaba algo, y comenzó a ganar tiempo en loa que decidía si iba a subir o no. Le pregunto a aquel chico su nombre; era Gally, y también agrego que en realidad él era el líder, no Alby ni Newt. Finalmente decidió subir y enfrentarse a lo que estaba sucediendo arriba, comenzó a subir las escaleras mientras todos lo observaban, al llegar a l primer piso, observo un pasillo y muchas puertas, una de ellas dejaba salir un poco de luz, se dirigió a ella y la abrió, no sabía que iba a encontrar ahí, pero sin duda lo que vio no lo iba a olvidar jamás; primero vio a Alby y a Newt inclinados sobre alguien en una cama, después pudo ver al enfermo, Ben, se le congeló el corazón y tuvo que reprimir las ganas de vomitar; era una figura pálida, y agonizante, con el pecho descubierto y enfermo, se retorcía de dolor. Las venas verdosas tejían una red a través de todo su cuerpo, como cuerdas debajo de la piel. Estaba lleno de moretones y de arañazos. Los ojos inyectados en sangre, se movían con desesperación de un lado a otro.

Alby saco a Thomas inmediatamente de ahí, le dijo que ese día no quería volver a verlo o que él mismo lo arrojaría al “Acantilado”. Thomas, sintiéndose insignificante corrió escaleras abajo, ignoro la mirada de todos, y le pidió a Chuck que lo sacara de ahí.

Ya más tarde, Chuck le había preparado algo de comer, e intentaba averiguar más sobre aquel misterioso lugar, por lo que decidió “echarle un vistazo” al Área, pero Chuck le dijo que tuviera cuidado que ya casi se cerrarían las puertas; Thomas intento buscar “las puertas”, no vio ninguna, hasta que se dio cuenta que las grandes aberturas que había en todos los muros eran las puertas. Al principio no creyó posible que aquellos grandes muros que los rodeaban pudieran moverse. Chuck le explico que todas las tardes a la misma hora, después de que llegaran los “corredores”, las puertas se cerraban. La idea de que aquellos grandes muros se movieran y que lo dejaran encerrado en el Área le parecía totalmente aterradora; Chuck no sabía cómo explicar cómo se movían los muros, pero dijo que lo mismo pasaba afuera, en el “Laberinto”. Otra nueva sorpresa para Thomas, aparte de tener que lidiar con unos muros y unas puertas que lo dejaban encerrado todos los días, también tenía que lidiar con un laberinto sin salida. De repente vio salir de una puerta del Laberinto a un chico cubierto de sudor, con la cara roja y la ropa pegada al cuerpo; éste se dirigió a un edificio más pequeño, que se encontraba cerca del elevador (“la caja”). Luego se dio cuenta que entraban más chicos por las puertas restantes, todos ellos se reunían con el primero. Inmediatamente pensó que esos chicos debían de ser los corredores que Chuck le había mencionado.

Minutos después los muros se movieron, haciendo un tremendo ruido, sentía que todo el piso se estaba moviendo; tuvo que resistirse a correr y salir antes de que las puertas estuvieran completamente selladas, pero su sentido común triunfo, sin duda el Laberinto contenía más misterios que el Área. Por un momento Thomasw se sintió en calma, pero lo inundo una ola de duda, ¿cuál era la razón por la que las puertas se cerraban?, ¿era para protegerlos de algo que vivía en el Laberinto?, todas las conclusiones a las que llegaba eran terroríficas.

Ya se estaba preparando para dormir, cuando todo ahí le resulto…conocido: el Área, los muros, el Laberinto. Tuvo la sensación de que todo iba a estar bien, ya sabía que era lo que tenía que hacer; tenía que ser Corredor. Thomas sentía que conocía el Laberinto, y que aunque no recordaba absolutamente nada, le parecía que ya había estado ahí antes.

Antes de que amaneciera, Newt lo despertó y le pidió que lo siguiera hasta un muro, movió la enredadera; había un pequeño vidrio que dejaba ver hacia el Laberinto, Newt comenzó a explicar, que todo lo que hacían, sus vidas, giraba alrededor de él, esa era su misión, resolver los enigmas del laberinto y encontrar la salida. Al acercarse a la ventana Thomas entendió la razón por la que las puertas se cerraban, y efectivamente tenía razón, era para protegerlos de unas criaturas extrañas, eran una mezcla espeluznante de animal y máquina. Era una criatura amorfa, del tamaño de una vaca, de su cuerpo sobresalían siniestros miembros a modo de brazos, que tenían mecanismos en los extremos: una cuchilla de una sierra, una colección de tijeras, varillas largas, entre otras. Estas criaturas eran a las que llamaban “Penitentes”. Por suerte solo salían por las noches.

Aun después de conocer lo que había detrás de esos grandes muros (los Penitentes), Thomas quería, o al menos pensaba que ser corredor sería lo correcto, que podría hacer algo después de conocer el Laberinto.

Thomas no podía comprender lo que ocurría. Su cerebro estaba sobrecargado de información, esforzándose por averiguar lo imposible de la situación. ¿Cómo podía ser que un Laberinto, con muros tan altos e inmensos, fuera tan grande que una decena de chicos no hubieran encontrado todavía la salida, después de quien sabe cuánto tiempo que llevaban intentándolo? ¿Cómo podía existir semejante estructura? Y, lo que era más importante, ¿por qué? ¿Cuál era el objetivo de hacer algo así? ¿Para que estaban todos ellos ahí? ¿Y desde cuándo?

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