MUNDO FELIZ.

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En la modernidad las costumbres, las tradiciones, cosmovisiones, la cultura, los valores pasan a otro plano que no interesa pues sería contradictoria al sistema. Esto me hace reflexionar a la capacidad del humano para llegar a su autodestrucción como escalón para conocer o llegar a donde la ciencia permita sin importar el costo social. La tecnología y la ciencia es capaz de desmontar civilización e imponer vida distinta y artificial pero, el mundo es natural y no puede soportar la mano del hombre que parece no tener límite.

Retomando el texto del artesano, la ciencia y tecnología aparece como el enemigo más que solo un simple riesgo. En Un mundo feliz, precisamente evidencia un posible futuro que está haciéndose realidad gracias a la manipulación científica de la vida pues parte de la misma condición humana ésta la seducción hacia lo maravilloso, la curiosidad, hacia lo desconocido y hasta lo prohibido, la ilusión que los lleva a abrir la caja de pandora para cubrir necesidades de la naturaleza humana para obtener conocimiento y explorar el mundo dentro de sus alcances, pero a la vez el peligro que esto trae consigo, tal y como es una arma de doble filo.

La alegoría de Un mundo feliz hace referencia hacia un mundo deshumanizado que parece más maquinario y matematizado, de una humanidad artificializada, donde los seres humanos han sido reducidos a simples piezas de una máquina, la sociedad solo busca alcanzar la técnica y las ansias científicas van privando al hombre de su naturaleza humana convirtiéndola en algo que se desecha y cambia al antojo para obtener lo que se necesite para consolidar los procesos y cubrir las necesidades y la demanda que la sociedad requiere. Para una sociedad que carece de liberta y de conciencia para elegir entre lo que se quiere o necesita y recibir imposiciones pues no se está programado para pensar por sí mismo y eso es precisamente lo que la modernidad busca como única verdad universal desechando la vida creada históricamente. En la obra se llega tan lejos que los individuos no conocen la propiedad y se pertenecen de manera abierta que no les permite estrechar lazos y que no existe lo íntimo pues incluso con el sexo se colectiviza sin tener un sentido personal o sensible.

En el libro se plantea la gran necesidad del sistema por dividir en clases sociales en niveles, estructurando de acuerdo a los criterios físicos y mentales propios de los individuos, para algunos se acumulan los prestigios y ventajas, mientras que otros son auténticos residuos humanos construidos como en una fábrica, así funciona en la actualidad en sistema impositivo que regula la vida de los demás incluyéndolos solo en la producción y sin aprovechar las ventajas del sistema en la cuestión de ganancia, roban su libertad y tiempo de tantas vidas manipulables al servicio del capital donde creen estar conscientes pero sucede lo contrario.

Bajo un condicionamiento mental los individuos tanto como en la obra de Huxley como en la realidad no se dan cuenta de sus diferencias pues el sistema se encarga de distraerlos de diversas maneras, en el primero gracias a una droga y en la sociedad actual con los medios de comunicación, la dialéctica, la ignorancia, la manipulación, el doble discurso, la aniquilación, la dominación, la explotación natural, física y mental, la expropiación de la escencia humana y de los valores que caracterizan a los humanos. Por un lado, la técnica que va sustituyendo toda posibilidad de expandir la mente y de permitir el florecimiento de la creatividad humana, convirtiéndolos en esclavos modernos sumidos en una realidad espantosa rutinaria y aniquiladora, donde los sueños, las ilusiones quedan desvanecidas antes una imposición de estilo de vida duro pero que aceptan como lo que ya existe y que es imposible mejorar o cambiar, aceptando la realidad sin condición alguna.

En todo esto la ciencia y la tecnología son elementos necesarios para la modernidad y sin estos no podría existir. En Un mundo feliz se ponen en evidencia la decadencia humana ante la ciencia y esa posibilidad de una sociedad futurista que privatiza la humanidad, los elementos de la naturaleza humana para convertirlos en mercancía, en número y en algo que puede traer recursos y ganancias económicas. Al igual que la modernidad, el progreso no significa o mismo para todos pues en el libro, las clases son visibles controladas y creadas para servir a otras clases privilegiadas.

¿Qué hay de distinto con la realidad? Las clases sociales parecen estar diseñadas para servir a los que están en el escalón más alto de la escala social. ¿Es posible que la modernidad científica vaya a crear humanos bajo otras condiciones de vida? La ciencia está avanzando tanto que ya está sucediendo. En los mejores laboratorios del mundo ya se compite por crear vida artificial y suplantar la vida que conocemos, erradicando elementos de la cultura y a la misma naturaleza humana pues la intervención en los procesos naturales le quita la esencia misma que no necesita de laboratorios para florecer.

Un mundo feliz es la alegoría perfecta hacia la realidad, la modernidad y la relación con la naturaleza humana pues reúne los elementos para entender la manipulación de las clases sociales, de la imposición de la vida y la mate matización de todas las cosas. Un libro que refleja una sociedad futurista pero que en la realidad nos está alcanzando peligrosamente. La inconciencia del hombre antes estos procesos que atentan contra la civilizaciones del mundo puede llevar a un desastre social colectivo que podrá confundirse con progreso y avance.