Once minutos. Autor: Paulo Coelho.

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Consiguió un empleo en la Rue de Berne, un barrio donde se ejerce la prostitución.

Empezó a trabajar como prostituta en el Copacabana la discoteca más conocida en este barrio, y se volvió muy cotizada entre los clientes por su buen desarrollo en este empleo. Milán quien era el dueño de esta discoteca empezó a proteger a María de los hombres aprovechadores y desesperados.

Comenzó a reunir dinero, tenía pensado trabajar solo un año más para luego volver a Brasil y disfrutar con sus padres, mientras tanto conoció a una bibliotecaria, llamada Heidi que se convirtió en su mejor amiga durante su estancia en ese país.

Pasa el tiempo y María conoce a Ralf hart, un pintor con el que hubo química al instante.

María quien ya no creía en el amor, se enamoró de Ralf y empezaron una relación amorosa, del cual iba más allá de todo lo soñaba María. Él le enseño muchas cosas, conoció la verdad que existe en los hombres. Conoció los once minutos, que es lo que duraban sus relaciones sexuales en un acto de desesperación porque era lo que más deseaban los hombres.

También conoció el dolor y el placer, que gracias a Ralf aprendió el dolor del castigo físico, lo que la lleva a ver mejor sus metas y también consigue la paz interior. Con el consiguió tener varios orgasmos, ya que aunque era prostituta, jamás avía conseguido tener un orgasmo con un hombre.

María aprendió muchas cosas sobre la vida, no solo el conocimiento íntimo del cuerpo de su pareja, sino también sobre su alma y su mente.

Llego el día decisivo, en que María dejo suiza y se marchó a Brasil, solo sin Ralf.

Mientras esperaba un trasbordo en parís, de pronto escucho una vos que le dice ¨siempre nos quedará parís¨, comenzó a temblar cuando escucho la voz, aquella frase era de una película que le encantaba, María se volteo y se dio cuenta de que aquel hombre era Ralf, él muy romántico estaba con un ramo de rosas y muy emocionado ya que espero a que ella llegase y darle esa sorpresa ella decidió sin más besarle y quedarse a su lado.

Fin.

Opinión personal.

En lo personal este libro me parece muy bueno, recomendable, tiene una lectura muy fácil. E de destacar que también deja barias enseñanzas que al parecer a través de la vida de una prostituta se nos trasmite. Nos enseña que la vida es como una montaña rusa, a veces estamos arriba y a veces nos toca estar en lo más bajo de esta vida, que el ser humano puede vivir cierto tiempo sin tomar agua, otro cierto tiempo sin comer, pero no puede vivir en soledad.

Alumno: Miguel Angel Gonzalez Meza.