Patricia Fasano. De boca en boca. El chisme en la trama social de la pobreza. Antropofagia. Buenos Aires, 2006. 159 pp

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Finalmente, en la tercera sección y en base a sus planteos iniciales la autora articula el material etnográfico con la teoría. Recupera la temporalidad con su andar, donde se va constituyendo el chisme y las posiciones en el espacio social. En ese “camino”, reconoce un recorrido de la periferia al centro que en este caso es el Club de Abuelas, que es una fuente de capital económico pero también centro moral, porque se funda en la oposición entre la casa y la calle. En esa oposición el Club busca sacar a los chicos pobres de la calle pero las condiciones estructurales se le oponen. Ajustarse a la moral impuesta sirve a los fines de ser merecedor de recursos materiales y capital simbólico para merecer un lugar en el Club y su moralidad. Frente a la continuidad de las condiciones de pobreza estructural y las ambigüedades que se presentan, las personas disputan sus posiciones a través del chisme, desambiguando permanentemente, mostrando alineamiento y lealtad con la primera plana del Club: el merecimiento de capital simbólico los obliga a ello. Pero como siempre se está expuesto al chisme, las posiciones no son fijas y en eso se asemeja al juego de las tabas y de allí “tabear”: siempre existe una disputa con final abierto y demuestra que “hasta el más pobre tiene agencia”. Entonces, la autora demuestra que el chisme es una práctica a través de la cual los actores se posicionan y reposicionan de acuerdo a situaciones específicas, participando en la construcción de la vida social que a la vez los constituye.