Personaje de Dorotea en Pedro Páramo..

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En medio de la narración de Dorotea se denota que para ella su ilusión se basaba en un hecho bastante simple: ser madre, un “título” que la llenarìa de felicidad y tal vez, de la redención que para ella parecía tan lejana. Este hecho se ve evidenciado en los dos sueños que nos relata Dorotea: El bendito y el maldito. En el primero se narra cómo creyó tener un hijo y así, cómo su vida entera dio un giro frente a este hecho, el cual a ella le parecía tan real. Dorotea expresa en este hijo ficticio todo los valores que son reflejados en una madre, como la suavidad y la ternura, unas caracterìsticas de una condición humana idílica que Dorotea, al parecer, querìa encontrar. La plenitud de este ensueño no puede durar para siempre y es por esto que un día la tragedia llega, pues Dorotea pierde a su hijo y sospecha que se lo han robado , es aquí donde aparece el segundo sueño o “el maldito” donde Dorotea, después de haber pasado muchos años con la ilusión de tener un hijo, se da cuenta que no es así: “En el cielo me dijeron que se habían equivocado conmigo, Que me habían dado el corazón de una madre, pero el seno de una cualquiera (Rulfo, 1955)” Este segundo sueña muestra una segunda cara de la desilusión, pues además de haber perdido la razón màs importante de ella para vivir, también perdió muchos años de su vida creyéndola.

Dorotea, después de haberse visto envuelta en una ilusión tan real y despertar tan bruscamente, quedó, por decirlo de alguna manera, muerta en vida. No había redención para ella en el hijo, y en el sueño maldita la condenan a penar por Comala para la expiación de sus pecados. En el cielo se refiere a Dorotea como la que tiene el seno de una cualquiera, lo cual puede relacionarse con el hecho de que ella era quien cumplía los caprichos de Miguel Páramo en cuanto a mujeres, y al ser Comala un pueblo extremadamente religioso, Dorotea, naturalmente, le tiene miedo a esa condenación por los pecados cometidos. En otro pasaje del relato Dorotea cuenta lo que piensa que pasò con su alma, que anda vagando clamando por misericordia. Tal vez en este hecho no sòlo se refiera a la expiación de pecados como las mujeres de Miguel Pàramo, sino también por el hecho de no haber sido madre, ese símbolo de pureza tan importante para ella.

Podemos concluir que en el personaje de Dorotea la frustración de las ilusiones se ve reflejada principalmente en el anhelo de ser madre, un anhelo tan grande que incluso ella imaginó tener uno por mucho tiempo, hasta que finalmente tuvo que despertar y darse cuenta de que no era así. En Dorotea esa ilusión se vio interpretada de dos maneras muy distintas: La esperanza viva de hacer o tener algo (La maternidad), y la percepción errónea de la realidad (Darse cuenta de que no tenía un hijo). Así, ella se suma a los personajes de la novela de Pedro Páramo, en los cuales ningún pudo cumplir las ilusiones que tenía, tal vez por la superstición religiosa, que los acercaba demasiado a esa realización o al contrario, los alejaba cada vez más de la redención esperada.

Bibliografìa.

-Rulfo, J. Pedro Pàramo (1955).