“Redactar bien es el arte de construir la frase con exactitud y originalidad, incorporando al caudal de expresión un léxico y un estilo propios”.

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Las palabras son el utensilio del escritor, pero un buen escritor no es el que sepa más palabras, sino quien sepa cómo utilizarlas. Una palabra mal colocada puede estropear un buen escrito.

Toda escritura consta de dos elementos: fondo y forma. Fondo es el mensaje que queremos comunicar; forma el modo como lo comunicamos. Seguir las normas de redacción es importante, aunque es preciso que no sean reglas muertas, hay que darles vida, animarlas, jugar con ellas para que nuestro trabajo no sea algo mecánico sino que esté impregnado de espíritu y pasión. En este sentido, nunca un ordenador podrá suplir la creación humana con sus infinitas posibilidades de decir de un modo o de otro.

El lenguaje oral tiene una infinidad de matices en el ritmo, la entonación, el volumen, la fuerza expresiva, el sentimiento vivo o la frialdad. Es un arte intentar que el lenguaje escrito logre captar todo esto y sin los signos de puntuación, es prácticamente imposible lograrlo. Una frase cualquiera, sacada de contexto puede ser leída en diferentes tonos y enviar un mensaje totalmente distinto, desde una perspectiva podrá parecer mandato, desde otra, invitación.

Los signos de puntuación más importantes son el punto, la coma, el punto y coma. Se usan para dar una respiración al texto y ayudan a que nuestra mente pueda seguir el pensamiento del escritor.

Al escribir un párrafo se debe dar coherencia a las frases que lo conforman para que la expresión tenga claridad.

El no usar reglas gramaticales puede ocasionar distorsiones en el mensaje y problemas que pueden ser desde graciosos hasta serios.

Además de la gramática es importante complementarla con los recursos estilísticos para darle precisión, elegancia, claridad y armonía a nuestros textos.

Para que un texto sea armonioso y variado es conveniente alternar frases cortas con frases largas, ya que sino podemos caer en algo monótono o embrollador.

En conclusión, la redacción es importante para dar a entender de forma clara y precisa nuestros pensamientos al lector. Si no existe una buena redacción pueden existir confusiones.

No hay una serie de pasos o reglas específicas que se tengan que seguir para hacer una redacción, pero si debe ser un escrito con un orden lógico, claro y armonioso.