Resumen "Los Cuatro Amores".
Enviado por Christopher • 18 de Abril de 2018 • 2.711 Palabras (11 Páginas) • 1.765 Visitas
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El afecto, no se da importancia. La caridad, decía San Pablo, no es engreída. El afecto puede amar lo que no es atractivo: Dios y sus santos aman lo que no es amable. El afecto no espera demasiado, hace la vista gorda ante los errores ajenos, se rehace fácilmente después de una pelea, como la caridad sufre pacientemente, y es bondadoso y perdona.
Lewis comenta que el afecto es el más animal de todos los amores porque pueden surgir los celos, celos a causa de sentir temor que alguien más alejara a las personas por quienes sentimos afecto, de nosotros, pero también explica que de igual forma es el afecto el que enseña a las personas a apreciar a los demás con sus defectos y virtudes.
Capítulo IV: La amistad
A los antiguos, la amistad les parecía el más feliz y más plenamente humano de todos los amores: coronación de la vida y escuela de virtudes. El mundo moderno, en cambio, la ignora.
La amistad es (en un sentido que de ningún modo la rebaja) el menos natural de los amores, el menos instintivo, orgánico, biológico, gregario y necesario. No tiene ninguna vinculación con nuestros nervios; no hay en él nada que acelere el pulso o lo haga a uno empalidecer o sonrojarse. Es algo que se da esencialmente entre individuos: desde el momento en que dos hombres son amigos, en cierta medida se han separado del rebaño.
Para Lewis la amistad es aquella que surge entre persons que realizan una misma actividad. También menciona que a pesar que la amistad es un amor selectivo, no son las personas quienes eligen a sus amigos; es la providencia la que lo ha hecho desde el inicio de los tiempos. Por tal motivo la amistad es considerada como un instrumento a través del cual Dios revela a cada uno, como en un festín,las bellezas de todas las demás personas.
A lo largo del relato Lewis dice que la amistad tuvo un papel muy decisivo enla historia de la humanidad, sin embargo menciona que también tiene sus peligros, ya que puede ser considerada una virtud o un vicio. Esto se debe a que en está época cundo se habla de amistad viene relacionado con la homosexualidad, una ideología bastante errónea pues antiguamente era muy común observar a parejas de amigos del mismo genero, porque normalmente tenían muchos intereses y características en común, pero ahoara ver una relación de este tipo es dar comienzo a habladurías de las personas, pues rápidamente pse piensa en la homosexualidad.
Finalmente Lewis explica el valor que en su opinión, debe tener este tipo de amor para un cristiano. Lewis dice que para un cristiano, estrictamente hablando, no hay casualidades. Lewis dice que, Cristo dijo a sus discípulos “Vosotros no me habéis elegido a Mí, sino que Yo os elegí a vosotros”, puede realmente decir a cada grupo de amigos cristianos: “Vosotros no os habéis elegido unos a otros, sino que Yo os he elegido a unos para otros”.
La amistad no es una recompensa por la capacidad de elegir de una persona y por su buen gusto de encontrarse unos a otros, es el instrumento mediante el cual Dios revela a cada uno las bellezas de todos los demás, que no son mayores que las bellezas de miles de otros hombres; por medio de la amistad Dios nos abre los ojo ante ellas.
Capítulo V: Eros
Para Lewis “Eros” es ese estado al que las personas llaman “estar enamorado”, o si se prefiere, la clase de amor, en el que los enamorados están.
Lewis comenta también que en este capitulo abarcara en ciertos rasgos la secualidad, pero que no es la sexualidad que es común a todas las personas y bestias, o enteramente común a todos los hombres, sino a una variedad propiamente humana de ella que se desarrolla dentro del “amor” al que llamara eros. Al elemento sexual carnal o animal dentro del eros lo denominara, siguiendo una antigua costumbre, como “venus”. Lewis aclara que por venus entiende lo que es sexual no en un sentido críptico o rarificado, sino en un sentido perfectamente obvio: lo que la gente que lo ha experimentado entiende como sexual, lo que se puede definir como sexual tras la observación más simple.
La sexualidad puede actuar sin eros o como parte del eros. Lewis comenta que la explicación del tema prescinde de la mera sexualidad (la sexualidad sin eros) por razones que no tene nada que ver con la moral, sino simplemente porque no atañe al propósito del desarrollo del tema.
Para el evolucionista, el eros (variedad humana) es algo que procede de venus, es una complicación y desarrollo tardíos del impulso biológico ancestral.
El eros hace que un hombre desee realmente no a una mujer, sino a una mujer en particular. De forma misteriosa pero indiscutible, el enamorado quiere a la amada en sí misma, no el placer que pueda proporcionarle.
En el eros, una necesidad en su máxima intensidad ve su objeto del modo mas intenco como una cosa admirable en sí misma, algo que es importante mucho mas alla de su mera relación con la necesidad del enamorado.
Sin el eros el deseo sexual, como todo deseo, es un hecho referido a uno mismo como persona. Con el eros se refiere más a la persona amada. Llega a ser casi un modo de percepción y enteramente un modo de expresión.
Lewis comenta que mucha gente sencilla ha sostenido en el pasado y quizá lo sostiene hoy en día, que el peligro espiritual del eros surge casi enteramente del elemento carnal que lleva consigo, que el eros es “más noble” o “más puro” cuando venus se reduce al minimo.
Luego de mencionar el peligro espiritual del eros, analiza las diversas nociones que se han dado sobre el cuerpo humano. En primer lugar está el de los ascetas paganos, que lo llamaban la prisión o la «tumba» del alma, y de cristianos como Fisher, para quien era una «bolsa de estiércol», alimento de gusanos, inmundo, vergonzoso, fuente sólo de tentación para los hombres malvados y de humillación para los buenos. Enseguida vinieron los neopaganos (que rara vez saben griego), los nudistas y las víctimas de los dioses oscuros, para quienes el cuerpo es algo glorioso. Pero en tercer lugar tenemos la definición que daba de su cuerpo San Francisco de Asís al llamarlo «Hermano asno». Las tres posturas pueden ser defendibles, pero Lewis se queda con la de San Francisco.
«Asno» es exquisitamente correcto porque nadie en sus cabales puede reverenciar u honrar un burro. Es una bestia útil, robusta, suave, obstinada, paciente, amable, y exasperante, que merece o bien el garrote o bien la zanahoria; es una bestia patética y absurdamente hermosa a la vez. Y así es el cuerpo.
Lewis dice que de entre todos los amores el eros,
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