SEMIOTICA DE LOS MEDIOS
Enviado por Sara • 26 de Abril de 2018 • 2.479 Palabras (10 Páginas) • 302 Visitas
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Volviendo a Saussure su modelo es binario: se va a basar en oposiciones que son dicotomías, interdependientes. Vamos a encontrar pares de opuestos que se necesitan mutuamente, pero que son sumamente diferentes. Y el analista va a elegir uno en detrimento de otro. La relación binaria básica es la relación lengua / habla. La lengua y el habla van a presentar tres características cada una. La lengua es social, es psíquica, y es esencial; mientras que el habla es individual, es un fenómeno físico y fisiológico, y es algo aleatorio. De este par de opuestos Saussure se va a quedar con uno. Para la ciencia lingüística lo que importa es la lengua, la cual va a ser el objeto de estudio de la lingüística.
Tenemos, entonces que la lengua es social. Social, porque no está en el individuo, por sí mismo, el cambiarla, el modificarla en todo ni en parte. La lengua es algo que se le impone al sujeto hablante, ejerce una coerción sobre el sujeto. Es la masa hablante, el conjunto de la comunidad lingüística, la que decide los cambios y las permanencias. El habla, por su parte, es individual. El sujeto hablante es absolutamente libre para usar la lengua en un acto de habla. Aquí no hay, según el pensamiento saussureano, coerción alguna. El sujeto es libre para decir lo que quiere decir, lo que desea decir. ¿Qué imagen de sujeto construye la teoría saussureana? La de un sujeto libre y conciente ( sabe lo que quiere decir y lo dice- no operan, en este modelo, condicionamientos psicológicos, no operan, tampoco, condicionamientos sociales --salvo los del código de la lengua). Estos planteos permitieron que apareciera, muchos años después, a mediados- fines de los cincuenta el esquema de comunicación de Jakobson, modelo lineal - se lee de izquierda a derecha, no presenta, para decirlo en términos de la teoría de Verón, desfasaje, desajuste entre lo que pasa en la emisión y lo que sucede en la recepción.
Para el modelo saussureano la lengua es, como dijimos, algo psíquico y el habla, un fenómeno físico y fisiológico. Esta distinción nos interesa especialmente por algo que ya vieron cuando leyeron el capítulo 5 de la Segunda Parte de la Semiosis Social texto de Verón. En ese trabajo se plantea que hay cosas que el pensamiento peirceano permite pensar y cosas que el saussureano no permite. Entre ellas, la de trabajar, la de enfrentarse con la materialidad del sentido. Verón se está refiriendo a esto que estamos tratando de plantear hoy para desarrollar posteriormente.
El hecho de que, para Saussure, la lengua sea algo psíquico hace que no le preste atención a las manifestaciones concretas en las que aparece la lengua. Saussure no se ocupa del habla, no se ocupa del sonido efectivamente producido; si lo hiciera contemplaría la materialidad de sentido. En última instancia el lingüista saussureano trabaja sobre abstracciones: en ningún lugar hay fonemas, nadie pronuncia fonemas, todos pronunciamos fonos. El pensamiento binario, por poner el acento en lo psíquico no considera el sentido en su materialidad. El lingüista saussureano nunca sale a recoger los dichos que produce la gente; le interesa dar cuenta de cómo se estructura el sistema, no cómo se lo emplea, por eso trabaja con una entelequia. Al lingüista le interesa ver cómo está armado el sistema de la lengua, no cómo la lengua se usa. A Verón, en cambio, como saben, lo que le interesa es ver cómo se produce sentido, y para eso tiene que tener en cuenta la materialidad.
Lo que estamos tratando está relacionado con el hecho de que Saussure presta atención, no a las sustancias (que se relacionan con el tema de la materialidad), sino que pone el acento en el carácter relacional. Ejemplifica esto con el ajedrez. Dice que tenemos un conjunto de piezas que constituyen lo necesario para jugar al ajedrez. No importa de qué material están hechas esas piezas (oro, piedra, granito, etc.), sino que lo que importa es que existan las reglas que están rigiendo este juego, que son las que hacen que él sea el ajedrez y no tal otro juego. Si determinada regla no se respeta se cambia el sistema, jugamos a otro juego. Esto tiene que ver con privilegiar lo relacional y opacar lo que tiene que ver con lo material. Lo que importan son las reglas, el conjunto de las piezas y las relaciones que pueden darse entre ellas y no de qué están hechas las piezas.
El aspecto relacional está vinculado con la idea de sistema. Y por eso Saussure define a la lengua como un sistema de signos. Los elementos se definen opositivamente, por eso es importante que no cambie el número de elementos, si esto ocurre cambia el sistema lingüístico, porque la relación entre los elementos va a cambiar.
La noción de sistema es muy importante. Porque cuando Saussure habla de signo dice que lo que se une no es una cosa con un signo, sino un significado con un significante. Acá tenemos otra relación binaria. Significado (el concepto) y significante (la imagen acústica) son ambas entidades psíquicas. El significante es la huella que queda en el cerebro de los hablantes después de haber escuchado cómo se pronuncian los sonidos. Lo que nos importa es que cuando Saussure plantea que no considera la relación entre un signo y una cosa, lo que hace es poner por delante la noción de sistema. Cuando Saussure está prefiriendo la noción de sistema, está poniendo por delante el hecho de no preocuparse por pensar las relaciones que existen entre los signos y aquello a lo cual los signos refieren. Hace un ejercicio de abstracción: no es que, por ejemplo, no sepa o no piense que la lengua se utiliza para aludir a objetos del mundo, sino que cuando pone énfasis en el sistema lo que hace es decir “mi lingüística no se va a ocupar de esa problemática”. De eso se van a ocupar otros, los lingüistas se va a ocupar de dar cuenta de cómo está constituido el sistema de signos de una lengua, el código.
El modelo binario, según Verón, no permite una reflexión de la construcción social de lo real porque se desliga del problema de las relaciones entre los signos y lo que ellos "representan".
Ahora bien, preocuparse por la noción de sistema permite que se ponga en escena el otro principio rector de la Teoría saussureana: el de la inmanencia. (Inmanencia tiene que ver con el hecho de que para dar cuenta de una unidad no es necesario vincularla con elementos exteriores al sistema al que él pertenece.
Pasamos a la última diferencia. Cuando uno utiliza la lengua, es decir cuando habla, va a utilizar, desde el punto de vista de Saussure, fonos y no fonemas. Los fonemas son unidades abstractas; están compuestas por elementos que permiten diferenciar a cada una de las unidades que componen el sistema con las otras unidades con las que forman sistema.
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