Sobreviviendo a Pablo Escobar.

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Rodríguez Orejuela pero que al final, fue extraditado a los Estados Unidos junto con su hermano Gilberto Rodríguez Orejuela en 2004. Nos relata en el capítulo IV que fue lo que sintió cuando escucho que serían extraditados los hombres que en el pasado lo buscaban a muerte; él no dijo nada a don Miguel por respeto, Todos los presos de alta seguridad sabían que el ser extraditado, significaba perder todos los privilegios, negocios, posesiones que tenían aquí, porque al llegar a las prisiones norteamericanas vivirían en un infierno, los guardias son entrenados para no tener ninguna relación con el preso, no ser vulnerables ante ellos, siempre usar la violencia con ellos sin importar como se lo pidan los reclusos.

Otra de las cárceles en donde “Popeye” estuvo recluso fue en la cárcel Modelo. Fue aquí también donde se dio el enfrentamiento que dio muerte a más de 800 presos en una noche. La noche en que solo se escuchaban los tiros y gritos de los otros patios mientras que los de alta seguridad, se encontraban encerrados esperando que esa guerra interna terminara lo más pronto posible.

“Popeye” aunque lloraba por la muerte de su patrón Pablo Escobar nunca perdió la meta que tenia ahí adentro: Permanecer con vida hasta su liberación. Necesito en ese tiempo mucho valor, madurez, inteligencia, cautela para poder librar a sus enemigos que daban gran suma de dinero por matarlo, a pesar del miedo que tenía cada día al despertar y cada noche al dormir nunca se dejó que su mente decayera sino al contrario se hizo mas fuerte para sobrevivir en ese campo minado.

Estuvo también preso en la cárcel de Valledupar. Por lo que nos relata “Popeye” dice que ahí sufrió mucho, ya que esta bajo el exhaustivo cuidado de la guardia norteamericana y no tenía nada para poder comunicarse con el mundo exterior (radio), ni tampoco cobijas con las cuales poder taparse del frío que hacía así como una ventilación para cuando era tiempo de calor, por lo que nos relata la temperatura se encuentra a 40°C o un poco más, las condiciones sanitarias eran muy horribles, los guardias entrenados por los americanos, los maltrataban demasiado e incluso los hacían desnudarse por diversión, aunque en otras ocasiones era parte del protocolo, para asegurarse de que ningún preso tuviera escondido algún arma de fuego o blanca, droga, tarjetas de teléfono, teléfonos móviles.

Cuando por fin sacaron a “Popeye” de Valledupar para regresarlo a Combita. Para evitar que lo mataran, en los últimos nueve años fue el único preso en el pabellón de Recepciones de Cómbita, estuvo recibiendo a grandes delincuentes de gran peso, que estaban a punto de ser extraditados a los Estados Unidos vivió en Recepciones cómodo. Aunque tuviera eso, era aburrido porque todos los días era lo mismo, imaginarse que haría cuando saliera en libertad, que sentiría poder andar en la calles de Medellín sin tener que esconderse de la policía.

Con mucha valentía, fuerza de voluntad, inteligencia y esperanza Jhon Jairo Velásquez logró salir en libertad condicional el 26 de Agosto de 2014 termino de cumplir su condena por todos los malos actos que cometió, para no ser más el jefe de sicarios de otro cartel, sino para ser un ciudadano colombiano simple, feliz, disfrutando cada día.

Aunque la temática de este libro no es de gran interés para mí, logre ver a través de sus páginas un cambio de persona increíble, algo que para mí era imposible, yo tenía esa idea errónea que cuando se es parte del narcotráfico, nunca se deja de ser. Sin embargo “Popeye” es un gran ejemplo de que podemos cambiar nuestra vida completamente. Una persona hace poco dijo “Las decisiones determinan nuestro destino” aunque “Pope” tomó malas decisiones en el pasado, que le trajeron una vida muy difícil y complicada, en el momento en que salió de la casa de Pablo Escobar, su destino cambio completamente y ahora así como usted y como yo, el que alguna vez fue el jefe de sicarios del Cartel de Medellín, ahora pasea tranquilamente por la calles de Medellín.