Superstición en los habitantes de Comala

...

“¡Míreme la cara!

Era una cara común y corriente.

-¿Qué es lo que quiere que le mire?-

-¿No me ve el pecado? ¿No ve esas manchas moradas que me llena de arriba abajo? Y eso es solo por fuera; por dentro estoy hecha un mar de lodo.

-¿Y quién la puede ver aquí si no hay nadie? He recorrido el pueblo y no he visto a nadie.

-Eso cree usted; pero todavía hay algunos, dígame usted si Filomeno no vive, si Dorotea, si Melquíades, si Prudencio el viejo y todos esos no viven? Lo que acontece es que se la pasan encerrados de día no sé qué harán; pero por las noches pasan en su encierro. Aquí esas horas están llenas de espantos. Si usted viera el gentío de ánimas que andan sueltas por la calle. En cuanto se oscurece comienzan a salir. Y a nadie le gusta verlas. Son tantas, y nosotros t5an poquitos, que ya ni la lucha hacemos por rezar por que salgan de sus penas. No ajustarían nuestras oraciones para todos. Si acaso les tocara un pedazo de padre nuestro. Y eso no les puede servir de nada. Luego están nuestros pecados de por medio. Ninguno de los que todavía vivimos e4stan en gracia de Dios. Nadie podría alzar sus ojos al cielo sin sentirlos sucios de vergüenza. Y la vergüenza no cura. Al menos eso me-dijo el obispo que pasó por aquí hace un tiempo dando confirmaciones. Yo me le puse en frente y le confesé todo:

>>-Eso no se perdona-me dijo.

>>-Estoy avergonzada.

>>-Ese no es remedio

>>-¡Cásenos usted!

>>-¡Apártense!

>>-Yo le quise decir que la vida nos había juntado, acorralándonos y puesto uno junto al otro. Estábamos tan solos aquí, que los únicos éramos nosotros. Y de algún modo había que poblar el pueblo.” (Pág. 47)

De aquí podemos concluir que en Comala era verdaderamente importante la religión, pero a la vez podemos evidenciar una creencia ciega en esta, observamos como el tema de los pecados incide en los vivos, y que de igual manera lo hace durante la vida de los habitantes y los inserta en un ambiente de negrura, en el caso particular de Donis, esto la llevo a mantenerse oculta durante toda o gran parte de su vida, de ahí el hecho de que esperase tan ciegamente a su esposo y hermano que fue en busca del becerro, el que probablemente solo sea una metáfora y haya en realidad este la hubiese abandonado para dejar ese estilo de vida que llevaban por “pecadores”.

Si bien es posible hallar elementos sobre la hispanización y como este pueblo se ve altamente influenciado por ello, también encontramos elementos propios de la cultura aborigen de México:

“¿Oyes? Allá afuera está lloviendo. ¿No sientes el golpear de la lluvia?”

—Siento como si alguien caminara sobre nosotros.

Ya déjate de miedos. Nadie te puede dar ya miedo. Haz por pensar en cosas agradables porque vamos a estar mucho tiempo enterrados.

Al amanecer, gruesas gotas de lluvia cayeron sobre la tierra. Sonaban huecas al estamparse en el polvo blando y suelto de los surcos. Un pájaro burlón cruzó a ras del suelo y gimió imitando el quejido de un niño; más allá se le oyó dar un gemido como de cansancio, y todavía más lejos, por donde comenzaba a abrirse el horizonte, soltó un hipo y luego una risotada, para volver a gemir después.(pág.54)…

Y soltó la risa. El pájaro burlón que regresaba de recorrer los campos pasó casi frente a él y gimió con un gemido desgarrado.

El agua apretó su lluvia hasta que allá, por donde comenzaba a amanecer, se cerró el cielo y pareció que la oscuridad, que ya se iba, regresaba. La puerta grande de la Media Luna rechinó al abrirse, remojada por la brisa. Fueron saliendo primero dos, luego otros dos, después otros dos y así hasta doscientos hombres a caballo que se desparramaron por los campos lluviosos. (pag.55)”

De esta cita no podemos dejar de lado el hecho de cómo se nos presenta la muerte, para comprender esta novela hay que aclarar que al momento de la muerte se les da sepultura a los cadáveres y las almas son juzgadas, de ello depende a donde van a dar, sin embargo hay excepciones en que los cuerpos quedan ligados al alma, (6) las gotas de lluvia hacen este vínculo en el relato ya que en la cultura aborigen de México existía la dualidad entre cielo y lluvia, que era terrenal, es por eso que podemos observar el borlote que se produce al asperjarse el suelo, haciendo rebullir los cadáveres, provocando parvadas y liberando a los caballos que, simbólicamente,[pic 2]

6. Sobre el significado de la lluvia:http://www.correodelmaestro.com/pruebas/anteriores/2006/enero/2anteaula116.htm

(7) les permite ir más allá en el plano físico y en el espiritual, sin desviar lo importante que es la lluvia en la cultura indígena mexicana, he de aclarar que la lluvia le trae la vida a la tierra, es por este motivo que se produce esta liberación y a la vez los cadáveres de quienes han muerto comienzan a moverse, sin embargo Rulfo en esta narración incluyó en su totalidad esta creencia, que podemos identificar en la siguiente cita:

“Fulgor Sedano sintió el olor de la tierra y se asomó a ver cómo la lluvia desfloraba los surcos. Sus ojos pequeños se alegraron. Dio hasta tres bocanadas de aquel sabor y sonrió hasta enseñar los dientes.

“¡Vaya! —dijo—. Otro buen año se nos echa encima.” Y añadió: “Ven, agüita, ven. ¡Déjate caer hasta que te canses! Después córrete para allá, acuérdate que hemos abierto a la labor toda la tierra, nomás para que te des gusto.(pag.55)…

—Allá afuera debe estar variando el tiempo. Mi madre me decía que, en cuanto comenzaba a llover, todo se llenaba de luces y del olor verde de los retoños. Me contaba cómo llegaba la marea de las nubes, cómo se echaban sobre la tierra y la descomponían cambiándole los colores... (pág. 58)”

Así entonces podemos evidenciar en su totalidad la superstición, la cosmovisión mexica que vinculaba en una totalidad el cielo con el inframundo y el agua con la tierra, y en cómo esta conexión divina se proyectaba la vida terrenal y la trascendencia después de la muerte. No obstante Juan Rulfo integró, como mencioné en un comienzo,