Un descenso al Maelström REPORTE DE LECTURA

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Kirchner y otros imaginaban que el centro del canal del Moskoestrom atravesaba el globo terrestre y salía en otra región. El anciano le comenzó a contar la historia que vivió en el Maelström, el sentado en el suelo cubriéndose con una roca, el viejo y su hermano tenían un navío y juntos pescaban en las afueras de Moskoe, ya que con los movimientos fuertes de las olas se obtenía una buena pesca, los puntos más alejados donde el mar esta tranquilo eran los puntos más abundantes de marineros.

Dos veces en seis años se quedaron a dormir en el navío a causa del oleaje tan rudo y así también pasaban la tierra sin comer por el mismo motivo, era un mal sito para navegar incluso en buen tiempo, pero siempre desafiaban al Moskoestrom. En un 10 de julio, un huracán soplaba, habían pasado a través de las islas y su pesca era muy buena, la tarde caía y las anclas se elevaron, tenían aproximadamente una hora para salir de ese lugar, ya que el Moskoestrom se avecinaba.

De pronto un viento dio comienzo al desastre, dejaron ir la barca al viento, al mirar hacia atrás se percataron del panorama, de pronto el viento ceso, pero en menos de un minuto se encontraban en el desastre, el cielo se tornó obscuro, el huracán estaba sobre ellos, sus vientos eran tan fuertes que los mástiles se vinieron abajo, el mástil mayo arrastro a uno de sus hermanos, que se había asido a él para salvarse.

La embarcación parecía un juguete, la escotilla estaba cerrada a presión, durante unos momentos fueron sepultados por las olas, se aferraban a una armella, la pequeña embarcación se sacudió y la embarcación subió a flote, de pronto su hermano le sujeto el brazo para salir también a la superficie, pero toda esa alegría seria terminada por un horrible panorama, tenían enfrente el Moskoestrom, el miedo inundaba sus cuerpos al saber que se dirigían hacia la boca de aquel remolino.