Un hombre llegó junto a sus amigos, al litoral donde vivía un amigo suyo llamado Vicente Vallejo y le pareció que algo no andaba bien porque no veía nada. Después de arribar con sus amigos se dio a la tarea de visitar la casa de su amigo y su esposa.
Enviado por Rimma • 19 de Abril de 2018 • 899 Palabras (4 Páginas) • 541 Visitas
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Irene dijo que ella no se iba a ir, a excepción de que fuera Vicente el que lo dijera porque ella va a tener un hijo con él.
José dice que él en ese momento creyó que lo más prudente fue quedarse porque las hermanas solas serían capaces de matarse.
Cuando Vicente llegó, José se fue.
Cuenta que con el tiempo se hizo confidente de ambas hermanas y dice que él no les aconsejaba nada porque el asunto no tenía solución, ya que, ninguna quería ceder hasta que la otra fuera derrotada porque ambas querían ser dueña del hombre y la situación.
José pensó que la solución era que Irene se fuera de la casa, pero eso no iba a ser posible porque Vicente no quería que se fuera. También dijo que él en ningún momento habló con Vicente.
Dijo que cada una estaba esperando el momento apropiado para cometer ese horrible crimen… porque solo él sabía lo triste que es matar.
Cuando se estaba acercando el momento en que una de las dos hermanas tuviese que morir, pasó algo inesperado. ¡Murió Vicente Vallejo! Dice que una de las dos le disparó a quemarropa directo al corazón.
En ese momento llegó la lancha de los amigos de aquel hombre.
Dice José que cada hermana negó haber matado a Vicente, culpando a la otra. Dice que, por esta zona, muy pocas veces se descubre quién fue el culpable.
Después de la muerte de Vicente cada una huyó al bosque, cada una por un lado diferente. Al huir olvidaron el cadáver de Vicente, entonces, José tuvo que enterrarlo en el lugar donde el hombre encontró la cruz de madera.
El solitario Jackson le preguntó al hombre que quién le parece que fue la culpable. Este al responder que es posible que ninguna cometiera el crimen, José le preguntó que entonces que podría ser, que sí él fue. Y aquel hombre contestó -¡Quizás!...
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