LA Crítica, defensa y opinion personal sobre Marketing
Enviado por andretrujillo • 20 de Octubre de 2017 • Ensayo • 3.014 Palabras (13 Páginas) • 838 Visitas
INTRODUCCIÓN AL MARKETING |
ÉTICA, RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SOSTENIBILIDAD |
ANDRE GERALDINE TRUJILLO ARIAS 1º GADE D |
CRÍTICA AL MARKETING
El marketing es objeto de muchas críticas. Algunas de ellas están justificadas, pero otras no. Algunos críticos afirman que las prácticas de marketing perjudican a los consumidores individuales pero además a las demás empresas y a la sociedad.
Los propios consumidores, los defensores de los consumidores, las administraciones públicas y otros críticos y analistas han acusado al marketing de perjudicar a los consumidores mediante la venta de productos de precios muy altos, prácticas engañosas de promoción y publicidad, ventas agresivas para vender más productos del deseado, productos inseguros o de baja calidad, la planificación de la obsolescencia de sus productos con el ánimo de que el comprador adquiera nuevas versiones que incorporan muy pocas mejoras funcionales, la publicidad y los costes de distribución que agregan demasiados costos al precio de los productos y la ganancia bruta de los fabricantes es exagerada, señalan los abusos en el poder político de varias industrias y la discriminación de lugares habitados por familias de bajos ingresos y por último el aumento del interés materialista, de los costes sociales que surgen a costa de la creación de bienes privados y la contaminación cultural que existe en la mente del consumidor.
Vemos como algunas de las acciones ofensivas del marketing hacen daño tanto al consumidor como a la sociedad, además de a la propia empresa.
En la obsolescencia programada, los analistas sociales afirman que existen varios fabricantes que diseñan sus productos para que entren en desuso antes de que sea realmente necesario reemplazarlos y aseguran que en algunas líneas de productos se generan cambios de estilos y modelos de manera planificada para inducir a las personas a comprar antes de que necesiten reemplazar los productos. A su respuesta, los expertos en marketing dicen que a menudo las personas se cansan de usar los mismos productos, por lo cual desean cambios en los modelos y, además, quieren tener productos con mejores características, y por lo tanto, para un fabricante es un serio riesgo el aplazar la incorporación de innovaciones en sus productos, porque puede exponerse a que sus competidores lo hagan primero.
Por otra parte, los críticos sociales aseguran que es excesivo el cargo en los productos que las compañías hacen por concepto de su presentación, sus campañas publicitarias y sus actividades de promoción. Los expertos en marketing manifiestan que un producto malo no resiste una campaña publicitaria de un buen producto entonces es su manera de eliminar la competencia, además, explican que un gran número de bienes debe producirse con anticipación a su demanda, donde es necesario diseñar promociones con el propósito de que la venta debe ser continua, y también, que los deseos de las personas no sólo se despiertan por la promoción y la publicidad, sino que en gran medida dependen de los rasgos étnicos, de la familia, de la religión, de la educación y de la cultura de los compradores.
También, los críticos sociales dicen que se abusa del concepto de la marca, el cual agrega un valor psicológico, más que características útiles y diferenciadas que pueda aportar el producto pero defensores del marketing explican que a menudo las personas desean obtener la satisfacción psicológica que constituye comprar una marca reconocida que permanece más estable a través del tiempo y están dispuestos a pagar un mayor valor por concepto de la calidad y la seguridad.
En lo que respecta a los precios de producción y el precio final que paga el consumidor existe una ganancia exagerada para los fabricantes, los distribuidores y los detallistas de los puntos de venta de los productos. Los expertos en marketing explican que casi siempre es necesario tener la intermediación de un distribuidor o una tienda detallista para que se presenten los productos de una manera adecuada a los consumidores. El coste que lleva una tienda, por ejemplo, incurre en costos por concepto de local, mobiliario, luz, agua, servicio de parking, personal, etc. que ofrecen un mejor servicio a los compradores. Los distribuidores, en tanto, tienen que soportar costos de almacenamiento, de elementos de transportes, personal de ventas especializados para ventas anticipadas, entre otros. Estos costos los soporta directamente el consumidor final.
Los críticos sociales, además, acusan a aquellas empresas que no implantan puntos de ventas/almacenes en vecindarios o distritos de bajos ingresos, argumentando que los ciudadanos pobres que viven en grandes ciudades, tienen, por lo general, que hacer sus compras en tiendas pequeñas que ofrecen productos más caros y de menor calidad. Los mercadólogos explican que en muchos países es necesario ofrecer algunos productos en cantidades pequeñas, y esto ocasiona mayores costos por concepto de envases, distribución... Por ejemplo las carnes frías (salchichas y rodajas de jamón) que se venden en pequeñas bolsas, implican mayores costos de mano de obra y materiales de empaque.
En cuanto a la posesión de bienes materiales, aún persiste una gran tendencia a las ventas agresivas y a su vez al exceso de consumición. Esta idea se sustenta en que las empresas deben anunciar las características de todos sus productos e invitar a usarlos, de lo contrario estas empresas podrían caer en quiebra al tener pocas ventas y, de esta manera, se perderían muchos puestos de trabajo. No sólo es la persuasión, también la ideología del consumidor, muchos siguen afirmando que el dinero sí compra la felicidad.
Por otro lado, muchas empresas globales y poderosas han conseguido que sus gobiernos apoyen los intereses de sus industrias. Esto se ha verificado con las industrias licoreras, tabacaleras, automotrices, farmacéuticas y petroleras, entre otras. Se sabe, por ejemplo, que los "precios controlados" de varios productos como los licores y los cigarrillos, se "negocian" previamente con los legisladores, y que, además, el impuesto que algunos Estados fijan sobre la venta de estos productos excede un tanto por ciento bastante alto del precio neto del fabricante, y lo hacen con la idea de que estas rentas se dedicarán a la educación y la salud, pero su manejo a menudo se encuentra cuestionado por acusaciones de corrupción.
Los críticos también afirman que las prácticas de marketing de las empresas pueden dañar a otras empresa y reducir la competencia de manera que adquieren a otros competidores con el fin de lucrarse mas no creando economías de escalas, crean barreras de entradas aumentando los gastos publicitarios y creando patentes, objetivos alejados de muchas empresas, y realizan prácticas competitivas de marketing injustas, amenazando o dejando de comprar al entorno.
Actualmente vemos como en pleno siglo XXI vuelven a sorprendernos los resultados contables y las manipulaciones bursátiles de compañías que han sido cuestionadas por declarar ingresos irreales, ocultar información y efectuar maniobras para afectar el precio de sus acciones. Hechos completamente que afectan al consumidor más pequeño y en tanto a la sociedad. Por ello, aparecen organizaciones por la defensa del consumidor, ejemplos a emular en muchos otros países del mundo.
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