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En el presente trabajo se dan a conocer las distintas formas de desviación sexual que pueden existir en nuestra sociedad se dan a conocer algunas de ellas mencionando sus características, definición y una opinión personal de lo que es cada una de las

Enviado por   •  13 de Septiembre de 2018  •  2.269 Palabras (10 Páginas)  •  769 Visitas

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Se puede decir que es una práctica no de lo más higiénica a pesar del placer que les puede accionar a distintas personas y de igual forma no afecta a terceros, el daño es únicamente de las personas practicantes de esta parafilia.

La emetofilia

La emetofilia o vomerofilia es una parafilia en la que la excitación sexual se consigue vomitando, viendo vomitar a otros, o induciendo a otros a vomitar. También teniendo fantasías al respecto.

Los primeros casos de emetofilia fueron registrados en 1982 por el fallecido psicoanalista Robert J. Stoller. En un artículo publicado en la revista Archives of Sexual Behavior, describía los casos de tres mujeres emetofilas: una de ellas alcanzaba el orgasmo teniendo fantasías con el vómito, otra conseguía tener orgasmos mientras vomitaba, y la tercera sentía placer físico, sin orgasmos, tras vomitar.

Se dice que los romanos, cuando celebraban un gran banquete, vomitaban la comida ingerida para poder seguir disfrutando del placer de comer. Es por esto por lo que se llama ducha romana al acto de vomitar sobre la pareja.

Las características son excitación ante el vómito o el acto de vomitar o, más concretamente debido a:

* La visión de alguien que vomita.

* Inducir tu propio vómito.

* Que tu pareja vomite en dichas relaciones.

* Que tu pareja te vomite, o viceversa.

* "Forzar" el vómito a tu pareja.

Este tema es no bien considerado por la sociedad pero sin embargo hay practicantes que disfrutan de esto y es una forma de excitación para que ellos alcancen el placer total y bien con el análisis nos podemos dar cuenta que esta práctica es realizada desde tiempos anteriores.

La Necrofilia

Es una parafilia caracterizada por una atracción sexual hacia los cadáveres. La palabra proviene del griego (nekros “cadáver” o “muerto”) y (filia; "amor" o "atracción"). El origen del término parece ser la obra escrita en 1886 por el psiquiatra alemán Krafft-Ebing (Psicopatía del sexo)

Consentimiento

El acto sexual con cadáveres generalmente está considerado como algo socialmente inaceptable; se presume que la persona no habría consentido ese acto cuando estaba viva. Virtualmente todas las sociedades humanas consideran este acto como una falta de respeto simbólica.

En la psicología social analítica de Erich Fromm, se explica el gusto por la violencia y la destrucción, el deseo de matar y la atracción por el suicidio y el sadismo. En un sentido no sexual, Fromm entendía la necrofilia no como la expresión de un instinto sexual derivado de la muerte, sino como la consecuencia de llevar una vida sin estar realmente bien psicológicamente.

Una de las principales características es que las personas gozan el tener relaciones sexuales con cadáveres.

Las personas que lo realizan están mal psicológicamente.

En opinión personal es una práctica totalmente fuera de lo normal, y que este tipo de personas no miden las consecuencias que esto les puede ocasionar es decir que se pueden derivar problemas de salud hasta legales por parte de los familiares de las personas que son abusadas en su estado.

La Pedofilia

La pedofilia es un rasgo multifactorial en la personalidad del que la padece, y se compone de aspectos mentales, institucionales, de actividad, de educación sexual, de violencia, de control de las pulsiones, etc. En este sentido, se suelen distinguir dos tipos de pedofilia, una primaria o esencial, muy arraigada en el sujeto, y otra secundaria (u otras), que aparecería motivada por factores circunstanciales.

Por lo demás, en determinados casos en que la relación entre el pedófilo y el menor se prolonga en el tiempo, puede haber por parte del adulto un enamoramiento real con esa persona a la que él considera como su joven pareja, sobre todo cuando esta se halla en la edad de paso entre la infancia y la pubertad.

Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos o casi inofensivos, hasta aquellos en que alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. A la actividad sexual de un pedófilo con un menor de 13 años se lo conoce con el nombre de abuso sexual infantil o pederastia (palabra que, etimológicamente, significa lo mismo que pedofilia).

Necesidades emotivas de los pedófilos: La casuística clínica ha evidenciado el tipo de necesidades emotivas que la práctica pedófila puede satisfacer en los afectados:

- En primer lugar, se trata de casi el único modo de alcanzar para ellos la excitación sexual;

- En segundo lugar, les permite sentirse poderosos a través del control ejercido sobre el menor, algo más complicado que si se tratase de adultos;

En este sentido de esta parafilia puedo decir que no es bien vista por la sociedad ya que en el mayor de los casos cuando se da una relación de un joven con una señora de mayor edad es únicamente por cuestiones económicas. En el otro caso es cuando los adultos hombre mantienen relación con un niño menor

Voyeurismo

El voyeurismo es una conducta, que puede llegar a ser parafilica caracterizada por la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el objetivo de conseguir una excitación sexual (delectación voyeurista). La actividad del voyeurista no implica ninguna actividad sexual posterior.

La palabra voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo -eur del idioma francés. Una traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso.

Las prácticas voyeuristas pueden variar, pero su característica principal es la de que el voyeur, también llamado “mirón” o “brechero”, no interactúa directamente con el sujeto observado, quien permanece casi siempre ajeno a dicha observación.

características

El voyeur suele observar la situación desde lejos, bien mirando por una cerradura, por un resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara, etc. La masturbación acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser

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