ANÁLISIS DEL PAPEL QUE JUEGA EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL EN LA ECONOMÍA MEXICANA Y EN EL SISTEMA ECONÓMICO MUNDIAL

...

Es interesante analizar que los dos primeros créditos que tramitó el gobierno de México, bajo la batuta del Lic. Miguel Alemán, ante las autoridades del FMI no se otorgaron debido al abandono que hizo México a su paridad del tipo de cambio en el año de 1948 y 1949, la cual se estableció de 12.50 pesos por dólar en 1954.

Los diferentes gobiernos de la República Mexicana en el periodo que va de 1954 a 1970, se caracterizaron en el ámbito económico por el liderazgo intelectual que caracterizaba al Lic. Antonio Ortiz Mena , Secretario de Hacienda y teórico del desarrollo estabilizador, periodo en el que se firmaron únicamente tres Acuerdos con las autoridades del FMI para estabilizar el tipo de cambio los años de 1954, 1959 y 1961.

Después de esto, empezó la catástrofe financiera con la administración del Lic. Luis Echeverría, cuando la deuda externa del país pasó de 2 mil 700 millones de dólares (mdd) a 27 mil mdd, proceso que de manera simbólica finalizó con la estabilidad del tipo de cambio de 12.50, donde posteriormente se da inicio a la larga racha de devaluaciones que se inician con la paridad de 24.00 pesos por dólar a fines de 1976. A partir de ahí, el tipo de cambio comenzó a deslizarse en un promedio ascendente (véase gráfica 2).

[pic 8][pic 9]

Después de la devaluación provocada por el error de diciembre de 1994 , la devaluación se pasó a llamar deslizamiento dado que se empezó a fijar el tipo de cambio sin el control o intervención del Banco de México. Cabe indicar que es hasta los acuerdos que firma el gobierno de México bajo la administración del Lic. Miguel de la Madrid cuando este organismo empieza a recomendar criterios de política económica y a intervenir en asuntos que anteriormente sólo eran ámbito de definición por parte del gobierno de la República.

A partir del inicio de la década de los años 80, las recomendaciones especificadas en las llamadas Cartas de Intención van a ser un elemento constitutivo de las políticas del FMI, ya que impulsan al Gobierno a asumir en sentido estricto una nueva lógica de cambio estructural. Es entonces que el FMI paso de ser un organismo de crédito internacional financiado por sus miembros a un organismo internacional para la definición de las políticas públicas de sus países miembros con problemas de balanza de pagos[1].

Una pieza clave sin la cual no se hubiera podido operar la apertura financiera de la economía mexicana fue la derogación de la Ley de Inversión Extranjera de 1973 por la Ley de Inversión Extranjera de 1993, la cual permite la libre entrada y salida de Inversión Extranjera Indirecta (IED), marcando así un significativo avance en la entrada de capitales. Por último, la Carta Intención que firmo el gobierno del presidente Ernesto Zedillo con las autoridades del FMI fue por 12 mil 070 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG), pero el monto del paquete de ayuda global negociado con el gobierno del presidente William Clinton fue por 47.9 mil mdd.

El crédito otorgado por el FMI al gobierno mexicano, se gestiono en la Carta del 26 de enero de 1995 enviada por las autoridades financieras mexicanas y se limita a pedir un crédito por 5.2 mil mdd, solicitud que las autoridades del FMI decidieron extender por 12 mil millones de DEG y posteriormente culminó en el mayor crédito otorgado por las autoridades financieras de Estados Unidos. El ultimo crédito gestionado por el gobierno de México ante el FMI se realizó en junio de 1999 y fue por un monto de 3 mil100 millones de DEG, con el que concluyen los Acuerdos establecidos por los diferente gobiernos de la República con las autoridades del FMI.

[pic 10][pic 11]

“El sistema financiero de México ha mostrado señales económicas positivas desde que se formalizó la relación con el organismo, ha dado muestras de resistencia durante las crisis financieras, pero las autoridades deberán mantenerse atentas dado el riesgo de contagio de los shocks mundiales. Aunque el país se vio duramente golpeado por la crisis subprime, con una reducción abrupta de la actividad económica en 2009 y graves tensiones en los mercados financieros, en términos más generales el sistema reaccionó positivamente y los efectos de contagio fueron limitados. En general, los bancos de México son rentables y están adecuadamente capitalizados. Las autoridades mexicanas deberían aprovechar la recuperación económica actualmente en curso para consolidar los logros recientes en el alcance de la supervisión del sector financiero estableciendo un mandato fijo para el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y ajustando la composición de su Directorio”[2].

II. Lo malo

Las políticas del FMI (especialmente, los condicionamientos que impone a los países en vías de desarrollo para el pago de su deuda o en otorgar nuevos préstamos) han sido severamente cuestionadas como causantes de una mala redistribución del ingreso, así como perjuicios a las políticas sociales. Ciertas condiciones obligan a los países a renunciar a sus políticas de protección a empresas e intereses nacionales y a abrir rápidamente sus economías, especialmente en el sector financiero, a la propiedad extranjera. Por su parte, la economía mexicana ha destacado por su fuerte liberalización del mercado, aumentando las vías de comercio rápidamente con el propósito de generar un mayor dinamismo; sin embargo, la situación parece haber sido otra (véase gráfica 4).

[pic 12]

[pic 13]

Las medidas de ajuste propuestas por el FMI, ello en materia neoliberal, debería proporcionar una mayor apertura comercial, incentivando el nivel de exportación de países en vías de desarrollo, tal es el caso del México; no obstante, de acuerdo con el gráfico 4, desde 1998 (año en el cual se vislumbra más consolidada la política comercial en México) el saldo en cuenta corriente se muestra deficitaria en mayor cuantía hasta el presente año, de manera que la viabilidad de las condiciones del FMI para expedir un crédito sufren un serio cuestionamiento.

Principalmente, se cuestiona acerca de que el FMI ha sido influenciado en gran medida por Estados Unidos y otros países ricos para imponer esas condiciones, de modo que sus compañías puedan ganar acceso a los mercados de las naciones afectadas, ahora que están en una posición vulnerable.

“El organismo internacional practica el doble discurso en favor de bancos internacionales y en contra de instituciones financieras, empresas, depositantes y accionistas nacionales.