ASPECTOS CULTURALES Y SOCIALES EN LOS NEGOCIOS INTERNACIONALES.
Enviado por John0099 • 19 de Abril de 2018 • 2.261 Palabras (10 Páginas) • 1.142 Visitas
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Estructura social
La estructura social de una sociedad es su organización social básica. Abarca aspectos domésticos:
- Es el grado en el que el individuo figura como la unidad fundamental de la organización social.
- Es el grado en el que una sociedad se estratifica en clases o castas.
- Por una estratificación social moderna y mucha movilidad entre sus estratos (como la estadounidense).
Individuos y grupos
Un grupo es una asociación de dos o más individuos que comparten un sentimiento de identidad y se relacionan de manera estructurada con base en expectativas comunes sobre el comportamiento del otro. Los individuos forman parte de familias, grupos de trabajo, grupos sociales etc.
El individuo
Es el elemento constructivo básico de la organización social. Las personas se perciben y se relacionan en contextos sociales y comerciales. En la economía estadounidense existe mucho individualismo y eso genera un problema para las empresas, ya que no cooperan como equipo.
El grupo
Es una unidad principal de la organización social en muchas otras sociedades. Un valor central de la cultura japonesa es la importancia que se confiere a la permanencia en un grupo.
Estratificación Social
Todas las sociedades están estratificadas jerárquicamente categorías sociales, es decir estratos sociales. Según familia ocupación e ingresos. Están estratificadas en alguna medida:
La primera, difieren respecto al grado de movilidad entre los estratos y la segundar, respecto a la importancia que se concede a dichos estratos en contexto de negocios.
Consecuencias económicas del islam.
El Corán dicta explícitamente ciertos principios económicos, muchos en favor de la libre empresa. También aprueba el esfuerzo por obtener una utilidad legitima mediante el intercambio y el comercio. La protección de la propiedad privada también aparece en el islam, aunque se asevera que todo es a favor de Alá, creador y dueño de todo.
A quienes tienen propiedades se les considera encargados, más que propietarios en el sentido occidental de la palabra. Como tales tienen derecho a recibir utilidades por el manejo de la propiedad, pero se les aconseja que la usen de manera correcta, prudente y beneficiosa para la sociedad. Esto preocupa al Islam, ya que se muestra crítico de quienes sacan una ganancia a partir de la explotación de los demás.
En pocas palabras, en los países musulmanes es correcto obtener una ganancia, en cuanto se actúe de manera correcta y no sea producto de la explotación de los demás.
El capitalismo islámico de Turquía.
Hace ya varios años en Turquía cabildea en la Unión Europea para que se le permita ingresa al bloque de libre comercio como un país miembro. Si la respuesta es positiva, sería el primer estado musulmán en incorporarse a la Unión.
Muchos críticos dentro del organismo se preocupan de que el islamismo y el capitalismo no hagan una buena combinación y, en consecuencia, sea un error abrirle la puerta a Turquía. Pero a pesar de la religión y tradiciones que practican, los negocios ahí asentados comprenden grandes fábricas de comida, textileras, fábricas de muebles y empresas de ingeniería, muchas de las cuales exportan un porcentaje sustancial de su producción.
Los líderes comerciales locales atribuyen al éxito de las compañías de la religión al espíritu emprendedor, que dicen, es parte del islam. La influencia del Islam se aprecia con facilidad en Kayseri. Muchas compañías destinan habitaciones y un tiempo de 15 minutos para los periodos de oración. No obstante no todo el mundo está de acuerdo en que el Islam sea la fuerza motora detrás del éxito de la religión.
De acuerdo con el director ejecutivo de Ipek, el más grande productor de muebles en el área, en las últimas 3 décadas los musulmanes que antes evitaban hacer dinero, de acuerdo con sus creencias religiosas, ahora han hecho, del comercio una prioridad.
Si existe alguna debilidad con el modelo islámico de negocios que está emergiendo en lugares como Kayseri, esta es en opinión de algunos, el apego de a las actitudes tradicionales con respecto al papel de la mujer en el sitio de trabajo y al bajo nivel de la mujer en el sitio.
Hinduismo.
Que cuenta con cerca de 750 millones de fieles, casi toda la península india comenzó en el valle del Indo hace más de 4000 años, de modo que es la religión más antigua.
Max weber, famoso analista de la ética del trabajo protestante, afirma que los principios ascéticos que enseña el hinduismo no alientan la actividad emprendedora de creación de riqueza que encontramos en el protestantismo.
Los valores tradicionales de hindú sostienen que deben juzgarse a los individuos por sus logros materiales, si no espirituales. Los hindús piensan que la búsqueda del bienestar material dificulta alcanzar el nirvana. Debido al acento en un estilo de vida ascético, Weber pensaba que los hindúes devotos se inclinarían menos en las actividades emprendedoras que los protestantes.
El hinduismo también apoya el sistema de castas. Para los hindúes tradicionales, no es lógico el concepto de movilidad entre las astas durante de la vida de un individuo. Los hindúes consideran que la movilidad entre castas se alcanza con el proceso espiritual en la reencarnación.
En la medida en que el sistema de castas limita las oportunidades de los individuos de alcanzar posiciones de responsabilidad e influencia en la sociedad, las consecuencias económicas de este credo religioso son parcialmente negativos.
Budismo.
El budismo se fundó en la india en el siglo VI A.C por un príncipe hindú que renuncio a sus riquezas para seguir una vida ascética de perfección espiritual.
En la actualidad el budismo tiene 350 millones de seguidores, casi todos en el centro y el sureste de Asia, China, Corea y Japón.
En el budismo no se encuentra la importancia concedida a la creación de la riqueza propia del protestantismo. Por ello, en las sociedades budistas no vemos el mismo impulso histórico cultural que genera el comportamiento emprendedor, que según
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