Cuando todas las personas escuchan los términos de: emprendedores, emprendimiento y todos sus derivados

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En días pasados, se celebró la Semana Nacional del Emprendedor, un evento liderado por el mismo INADEM que se ha hecho costumbre año tras año, y siempre rompiendo retos mejorando organización, estructura y logrando nuevos impactos.

Siempre es privilegio escuchar historias de emprendedores mexicanos que han logrado el éxito con sus ideas de negocio, como es el caso de Cinépolis S.A de C.V representada por el señor empresario Alejandro Ramírez, una empresa totalmente mexicana que se ha posicionado en la tercera con más impacto y presencia en el giro de cines a nivel internacional. Como historias más cercanas se encuentra en proyecto sensor en un retrete que monitoriza el nivel de glucosa de los diabéticos con cada micción, por Pedro Garay, originario de Baja California con 33 años de edad y una idea de tiras reactivas de bajo costo que detectan infecciones vaginales de forma no invasiva por David Leal de Guanajuato con sólo 28 años de edad.

Estos jóvenes han contribuido al crecimiento y desarrollo del país tanto en economía como en brindar satisfacción a las personas con sus productos y servicios. Es muy importante saber y reconocer que esto no implica el hecho de que debemos seguir innovando, reinventando y mejorando, a pesar de haber alcanzado el éxito debemos siempre seguir en pie de lucha para que nuestro producto siempre se mantenga estable y evitar algún declive, y esto sólo se logra con preparación y por supuesto con un espíritu emprendedor.

CONCLUSIÓN

Las ganas de superarnos y de ser mejor cada día para tener una mejor oportunidad y calidad de vida es lo que nos obliga a desarrollar de manera automática el emprendimiento y es la falta de conocimiento y atención lo que nos hace desistir de un sueño o idea de negocio. Es sin duda alguna nuestro sistema educativo y la ausencia de herramientas brindadas por profesores frente a grupo lo que está fallando para desarrollar más seres emprendedores.

Sin duda alguna se tiene que modificar el método de enseñanza y, desde mi punto de vista debemos crear la enseñanza por proyectos, ya que sólo así los jóvenes pueden implantar objetivos y buscar cualquier medio fidedigno para poder cumplirlos. Proyectos no simplemente de materias curriculares, hemos caído en un gran error si pensamos que ser emprendedor sólo se puede con ámbitos que son académicos, también existen proyectos artísticos como la escritura, la música, la pintura y el teatro con los cuales personas se pueden sentir identificadas y a gusto con estos temas y, ¿por qué no? aperturar ideas de negocio artísticas como la inauguración de un nuevo teatro donde se muestren en escenas las mejores historias o una empresa musical para apoyar a los jóvenes a grabar sus composiciones.

En México contamos con el Instituto Nacional del Emprendedor que nos ofrece convocatorias a cada momento para poder realizar un plan empresarial de negocios donde detallemos perfectamente nuestra idea y así, podrá ser evaluada para determinar cierto financiamiento para poder aperturar esa idea. Pero no todo es tan sencillo, no debemos de dejar ni echar a saco roto nuestra profesión, sea cual sea que estemos estudiando; medicina, administración, ingenierías entre otras más, pues es aquí donde se nos brindan las herramientas para poder llevar a realizar un nuevo producto o servicio, obviamente siempre implementando los valores, el esfuerzo y la disciplina en cada una de nuestras funciones y sobretodo buscando el crecimiento de nuestra nación, México.

Este hábito nos enseña que somos los guardaespaldas de nuestra identidad, futuro, ser, siempre haciéndonos conciencia de que somos nosotros los únicos que podemos establecer y crear nuestro destino y todo lo que fluirá en nuestro porvenir.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS (Antonio, 2004)